SECCION CULTURA PAGINA 31 BALAZO: FERNANDO SOLANA OLIVARES, PERIODISTA Y ESCRITOR CABEZA: "Oaxaca me parece una ciudad de amores intensos y furtivos, pero la gran mayoria no realizados" CREDITO: SUSANA FISCHER ENTRETEXTO: "Escribor sobre esa ciudad es un recurso para acercarme a ciertos saldos de mi propio pasado" Es parte de una nueva serie editorial cuyo proposito es volver a ver al pais en sus regiones geograficas y culturales: Cuaderno de viaje, se llaman estos libros que edita la Direccion de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Otros autores apareceran pronto: Francisco Hinojosa, Luis Zapata, Hugo Diego Blanco, Maria Luisa Puga. Con ellos la vision contemporanea de otros sitios mexicanos. ¨Porque Oaxaca? Por una razon primaria: en ella vivi desde los primeros meses de mi vida hasta los cinco anos, fue el lugar de mi infancia, donde pase por todo lo consabido, por el misterio y el vertigo de la ninez. Escribir sobre esa ciudad es un recurso para acercarme a ciertos saldos de mi propio pasado. Me llama la atencion el modo en que este libro esta construido, la cantidad de informacion y referencias que contiene, la manera en que el testimonio esta trazado con la anecdota. ¨Cual fue la estructura de su elaboracion? Se me impuso un modo que pronto llame sonambulo. Con esto quiero decir lo literal: el estado de sueno donde se realizan lo que el diccionario califica como funciones de la vida de relacion exterior: levantarse, caminar, hablar. Creo que es una estructura de tres pisos, donde intentan cruzarse un pasado historico registrado por cronistas, historiadores y narradores reales, con otro espacio absolutamente imaginario que es representado por personajes de ficcion, literarios. Ese podria ser el estado sonambulo: una historia real contada y vivida por quienes no existen y en cuya propia circunstancia se materializa el pasado como si fuera doble: uno actua sobre el otro. Sonambulo porque el segundo piso, el imaginario, contamina al primero, el historico, el testimonial. Si ademas de contaminarlo lo transforma, debe entonces aparecer otro modo de contar la historia, aparecer otra historia, el tercer piso de la estructura. Mientras lo escribia ya habia leido todo lo que tuve a mi alcance y busque sobre Oaxaca. Viaje a la ciudad una semana antes de sentarme a trabajar y la recorri haciendo anotaciones. Para poderme manejar libremente con su pasado requeri narradores que la recordaran, la vieran y la reinterpretaran. Siempre trabaje en tres planos: la historia local, alguna reflexion o referencia alrededor de ella, la anecdota narrativa. A veces los revolvi o se me revolvieron y esto fue lo que salio. ¨Quienes son Hermogenes y Catalina, Zarate, tus personajes? Eso: personajes, pura invencion. Hubo un Hermogenes Suarez que tambien llego en las primeras decadas del siglo a Oaxaca y tuvo una tienda, pero ahi se acaba cualquier similitud. Catalina es una reunion de mujeres que no existen, pero con algunos guinos de mi mundo femenino, el de las mujeres que me han rodeado. Zarate es un apellido del lugar, pero mi licenciado es mas extravagente y elaborado que los que conozco. Ellos viven una historia de amor. Si, desde luego, y casi llega a ser rosa. Mientras la fui contando pense que era la compensacion por otra, ruda y desesperanzada, que habia escrito meses atras en una novela. Aunque Zarate vive un destino mas turbulento pero mas brillante, Oaxaca me parece una ciudad de amores intensos y furtivos, muchos escondidos, la gran mayoria no realizados, otros si. La historia de amor es como un medio tono narrativo que mantiene el libro en cierta naturalidad emocional, como una ligera patina, un poco parodica y ex altada, sobre todo por Catalina, que se inflama al amar el amor, buena razon de mujer. En el libro aparece, por ejemplo, quien fue tu abuelo. ¨Hay en ello una intencion autobiografica? No, no cuando menos deliberada. Creo que el pasado personal solo puede ser hecho literatura para romper la estrecha particularidad del tiempo biografico, cualquiera que este sea. El anecdotario de mi abuelo o el de una tia muerta tempranamente y despues aparecida, como lo consignan las cronicas periodisticas de la epoca, integran una historia publica antes que familiar. Y si hay alguna intencion en todo esto es la de aprender de la vieja receta literaria que Flaubert llamaba impersonalidad, la senal de la fuerza: "Nuestro corazon dijo en alguna carta no debe servir mas que para sentir el de los demas". En esa medida, toda biografia es inutil. Dentro de los temas del libro la cocina oaxaquena, la construccion de la ciudad, los giros idiomaticos, la mentalidad de algunas de sus capas sociales, resalta el dedicado a los hongos como modificadores de la conciencia. Oaxaca es, quiza, uno de los ultimos sitios donde subsiste el chamanismo arcaico. No es gratuito que en ella haya vivido un personaje insolito, el austriaco Blas Pablo Reko, quien desde 1919 situo al hongo alucinogeno como el instrumento que para modificar la percepcion utilizaba el chamanismo mexicano y mazateco desde hacia miles de anos. En esa historia yace una novela pendiente o un estudio extraordinario. Reko es un adelantado del desarreglo de los sentidos, de la revuelta contra la racionalidad occide ntal que decadas despues se conocera como contracultura, y que tendra en Oaxaca y en la sierra mazateca uno de sus santuarios principales. No pude resistirme a recuperar, aunque fuera parcialmente, la poetica chamanica de Maria Sabina, que suena a imagenes del origen de los tiempos, y hacersela escuchar a mis personajes, oaxaquenos de razon aparente, catolicos durante el dia, pero en el sueno, en los sentidos y en el inconsciente, hijos devotos de la profunda raiz magica y pagana que sigue actuando en las e ntranas de Oaxaca. Lo que hay en el libro solo son palidos apuntes de ello. Queda intocada la exploracion narrativa de ese tiempo arcaico que aun ahora sigue siendo presente. Bastaria ver el extraordinario arte contemporaneo oaxaqueno para saber que esa continuidad nunca se ha suspendido. A la mejor por eso, solo a lo mejor, Nietzsche tuvo la intuicion desesperada de marcharse a vivir a Oaxaca. En algun momento, uno de tus protagonistas o tu mismo, por boca de el reconoce que toda ciudad es inagotable: "no hay extension que alcance su pulso; no hay minimo posible para lo que ocurre". La prolija informacion que manejas sobre Oaxaca, que no se si proviene de anos de vida o de lecturas realizadas para ese fin, ¨no es suficiente para retratar aceptablemente, para agotar una cierta mirada sobre la ciudad que se describe? Desde luego que gran parte de la informacion que utilizo proviene de lecturas realizadas a proposito. La historiografia oaxaquena es amplia y bien elaborada. De hecho, obligado por las fechas de entrega del libro, tuve que dejar fuera de el una gran parte de la informacion que logre reunir. En eso puede estar lo inagotable de la ciudad, pero tambien esta en los limites que tiene toda escritura, que por desgracia van mucho mas alla de los limites personales, siempre considerables. Hermogenes modifica la ref lexion de Walter Benjamin, para quien solo se conoce una ciudad extraviandose en ella, y la convierte en una certeza sobre el valor del intento, que de antemano se sabe incompleto. Puede ser otro eco literario, en este caso Eliot: "For us, there is only the trying. The rest in not our business", pero sobre todo es el reconocimiento de que las palabras empleadas para describir lo real nunca son otra cosa que una interpretacion, es decir, otro disfraz simbolico. ¨Cuantos modos, en fin, hay de nombrar a Oaxaca? Los que se quiera, tambien son inagotables. Entre otros, decidi quedarme con uno: Xashaca, el nombre barbaro que un pirata ingles de las filas de Drake, capturado en alguna incursion corsaria a Huatulco, acuno para explicar lo que nunca entendio de un lugar exotico, indescifrable, al que su estupor solo pudo dedicar tres lineas mal escritas muchos anos despues. En cualquier lugar tan antiguo como Oaxaca opera el viejo secreto cabalistico del nombre original, desconocido e impronunciable. El pirata preso, e n su ceguera, pudo haber sido quien lo deletreara. O Reko, o Lowry, o Lawrence, o Vasconcelos, o Toussaint, o Catalina. O nadie todavia, y aun esta por pronunciarse. .