PAG. 39 SECCION: ESPECTACULOS CINTILLO: AUTOBIOGRAFIA CABEZA: ARMANDO MANZANERO LA MUSICA POR DENRO CREDITO: BLANCA VALADEZ Recuerdos nostalgicos que se remontan a la infancia en Yucatan, donde yace su adorada abuela Rita, es tambien el lugar del que proviene el arraigo por su herencia indigena, que con orgullo pregona el compositor Armando Manzanero en el libro autobiografico Con la musica por dentro. En este volumen que edita Planeta con un tiraje de tres mil ejemplares y que en breve estara a la venta, el tambien pianista explica que "no son mas que unos sencillos y simples relatos... bajo ninguna circunstancia trato de competir con los grandes y admirados escritores". A lo largo de 209 paginas el compositor realiza una retrospectiva de su vida, en la que se ve sobre una hamaca, cuando conocio al amor de su vida, su abuela, una mujer de cara arrugada con la que sostenia un dialogo en maya y con la que vivio largo tiempo y le enseno "las cosas buenas, bellas, hermosas, romanticas, los dulces suenos, los anhelos y los deseos que no cuestan nada, son gratis". Rita". El compositor, quien llego a la ciudad de Mexico en mayo de 1957, asegura que la poesia esta en la calle, en la vida nocturna y en cada cosa con la que se tropieza. El negro, como lo apodaban sus familiares, se refiere en estas paginas a personalidades como Chucho Navarro, Angelica Maria, Lucho Gatica, Pedro Vargas, Jose Jose, Jacobo Zabludowski, Julio Iglesias, Juan Gabriel, Marco Antonio Muniz y Vicente Garrido, por citar algunos. Sus recuerdos concluyen con "Mi tia Rosa", de quien se despide para viajar a la ciudad de Mexico a la edad de 20 anos con la esperanza de convertirse en un gran pianista, ya con un repertorio de canciones inspiradas y hechas en Yucatan, lugar de belleza indescriptible, incluso para los compositores como el. "Soy un tipo raro, tengo amigos contados, aunque quisiera tener mas. Lamentablemente, en cuanto trato de cultivarlos, les acepto una invitacion para alguna reunion, e inmediatamente surgen las preguntas de cajon. Despues del primer trago, por arte de magia, aparece un piano, una guitarra... Ay maestro!, tiene que cantarme algo". En este recorrido Armando Manzanero camina por el Distrito Federal y aun suspira por aquellas vivencias que tuvo en su tierra natal. "Benditos sean mis recuerdos! Gracias a ellos me mantengo vivo", afirma. .