SECCION CULTURA PAGINA 35 CABEZA: Centenarios poeticos CREDITO: EDUARDO LIZALDE* Varios centenarios de poetas latinoamericanos se conmemoran en 1995: por lo pronto, los cien anos de la muerte de Jose Marti y de Manuel Gutierrez Najera, y los trescientos anos de la muerte de Sor Juana Ines de la Cruz. Todo lo imaginable se ha dicho durante el siglo sobre esos dos pioneros de la poesia moderna y de la modernista, y ya se les rinden de nuevo los rituales y merecidos honores por su centenario. Gran poeta ha sido llamado el cubano, y poeta de genio malogrado el mexicano, distraidos los dos por agobiantes tareas ajenas al trabajo literario, y ambos muertos cuando les quedaba mucho por hacer: Gutierrez Najera a los 35 anos de edad, el 3 de febrero de 1895, y el revolucionario Marti a los 41, el 19 de mayo del mismo ano, en el combate de Dos Rios. Pero extensa es la obra en prosa de los dos autores, y notables sus aportaciones poeticas, asi hayan sido estas ultimas severamente juzgadas y consideradas frustraneas y tentaleantes en ocasiones, o esteticamente despistadas por el sentimentalismo romantico que aun las toco al iniciarse. Anderson Imbert no tiene empacho en confesar que, con todos los meritos del ilustre cubano, Marti nos heredo "...pocas obras organicas, que tampoco son lo mejor que escribio... Era un ensayista, un cronista, un orador; es decir, un fragmentario, y sus fragmentos alcanzan con frecuencia altura poetica". Una afirmacion que ha irritado desde hace casi medio siglo a los martianos, principalmente los de su isla, con los que alguna vez discrepamos cuando afirmaban (lo afirman aun algunos) la superioridad de la aportacion poetica de Marti frente a la de Dario, a quien se anticipa en obra y en ano de nacimiento. Nadie niega el excepcional talento y la sensibilidad manifiesta de Marti, como no pueden negarse los de Gutierrez Najera, pero pareceria insensato afirmar que los dos admirados personajes, superarn como poetas a Ruben Dario (1867-1916), nacido 15 anos despues del cubano y ocho despues del mexicano. Ruben Dario, que pudo ser por edad el Benjamin de los modernistas, fue indudablemente su capitan, y el autor de una obra verdaderamente mayuscula, que avanzo varios codos por encim de la de Nervo (su contemporaneo al que estimo y elogio), lo mismo que sobre la poesia de Diaz Miron, nacido en el miso ano que Marti, y al que tambien rindio homenaje y admiro el autor de Prosas profanas, por cierto publicada un ano despues de la muerte de Marti y de Gutierrez Najera. Creo, sin embargo, que la obra poetica de los dos supuestos "malogrados que nos ocupan, como la de Nervo y la de Diaz Miron, ni siquiera requieren una exigente antologia (creo que Monsivais proponia algo como eso en lo que toca a la de Gutierrez Najera), pues quienes hemos recorrido las numerosas paginas en prosa y en verso de estos poetas, ya hemos hecho nuestra propia antologia, y ya hemos incorporado a nuestro acervo particular imprevisibles hallazgos. Hay infinito material comentable y explorable en las deslumbrantes paginas periodisticas y las cronicas de Marti o Gutierrez Najera, y no tendriamos sin ellas la transparente, la lucida imagen que ofrecen de su tiempo y de su atmosfera espritual y social. En mi caso particular, y dadas mis maniaticas aficiones a la historia de la opera, me hubiera encontrado a ciegas (como otros especialistas), si no dispusiera de las cronicas teatrales y las resenas musicales hechas por Gutierrez Najera durante mas de una decada, y escritas con certero y a veces profetico sentido critico. El sacrificio periodistico realizado (en general para vivir al dia) por poetas como G.N., como Urbina, como Marti, como Altamirano, como Nervo, Lopez Velarde y tantos otros, representa en su conjunto una obra invaluable para la exploracion artitica y literaria del final del XIX y los albores del XX, commo las cronicas de Stendhal y sus contemporaneos al termino del XVIII y las primeras decadas del XIX. El tricentenario de la muerte de Sor Juana tendra que ser motivo de inevitable rememoraciones, asi tengamos poco o nada que aportar a lo ya escrito sobre nuestra genial poeta a la que, por cierto, y hablando de Anderson Imbert, siempre me sorprendio que el gran critico argentino pareciera perdonarle un tanto la vida en aquella ficha de su Historia de la Literatura Hispanoamericana (edicion de 1954), en la que dice para abrir boca: "La voz mas viva, graciosa y entonada del periodo barroco hispanoameri cano fue la de Sor Juana Ines de la Cruz... Es dificil estimarla. En parte porque el barroco es un estilo de dificil estimacion; pero, principalmente, porque la fascinante vida de la monjita mexicana nos predispone a juzgar con simpatia cualquier cosa que escribiera". No se si han dicho algo sobre esas lineas Alfonso Reyes u Octavio Paz. Lo investigaremos. *Poeta y escritor. .