SECCION CULTURA PAGINA 35 CABEZA: CREDITO: JOSE ANTONIO LUGO* gir a nuestros gobernantes, la de dedicarnos a lo que mas deseamos. Por ello debemos denunciar y condenar estos actos, porque la historia nos senala que el indiferente facilmente se convierte en victima. Cambiando de tema, acaba de aparecer un libro excepcional por muchas razones. Juan Jose Arreola, sin duda uno de nuestros mejores prosistas, companero de andanzas de Juan Rulfo, con una obra asimisma breve e interrumpida hace muchos anos, decide contar sus memorias, y cuenta para hacerlo a un interlocutor privilegiado. Fernando del Paso. Es asi que el autor de Palinuro de Mexico, Jose Trigo y Noticias del Imperio dedica largas tardes a escuchar a Arreola y en la medida de lo posible a c ontrolar y darle un orden a la catarata verbal y de recuerdos de Juan Jose, que llevado por su amor a las palabras y los recuerdos de una vida fascinante, se pierde a si mismo y no se encuentra, como confiesa al final del libro. Despues de este primer proceso de grabar a Arreola y sus conversaciones, del Paso inicio una labor de paciente costura, eliminando las preguntas y uniendo los retazos que eran mas afines unos con otros, para ofrecernos una estructura en la que ya no se deja ver todo el paciente trabajo que le dio origen, y en la que aparece con toda su encanto Juan Jose Arreola, cuya obra ha quedado opacada en las jovenes generaciones por la imagen de un personaje de la television que en muchas ocasiones le ha ocasionado mas perjuicio que beneficio. Recuerdo, a principios de los anos ochenta, cuando me inscribi en la Facultad de Filosofia y Letras de la UNAM, la continua presencia de Arreola envuelto en sus trajes de pana y su famosa capa y como algunas veces asisti como oyente a uno de sus seminarios. Claro que era importante lo que nos decia leiamos el Marco Bruto de Quevedo, pero lo que sobresalia era la fuerza de su palabra, que volvia azaroso cualquier tema y lo convertia en una celebracion de la vida y la literatura. Memoria y olvido abarca solamente un periodo que va de 1920 a 1947, en el que los lectores somos testigos de la infancia de Arreola, de su temprano amor por las palabras, de su fascinacion por la lengua francesa y como la visita de Jouvet a nuestro pais fue el pasaporte que lo llevo a Paris, una ciudad que Arreola conocia ya antes de visitarla a traves de mapas y guias, y de como alli, ayudado por Octavio Paz, entro rapidamente al medio intelectual parisino, donde su fisico siempre delgado y de cabel lo ensortijado ¨acaso no es Arreola fisicamente nuestro Principito?, le abrieron las puertas de una cultura de la que tambien es hijo. Arreola el de Paris es asimismo Arreola el de Zapotlan, Arreola el de la television, el jugador de ajedrez y de pig-pong, el seductor de mujeres, es tambien el autor de Confabulario y La feria, es asimismo el maestro universitario, el ser atormentado por las separaciones amorosas, comenzando por la primera del vientre materno, el intimo amigo de Juan Rulfo, Arreola es muchos Arreolas que Fernando del Paso nos va tejiendo en este libro singular, donde se reunen dos de los lectores mas important es de nuestra literatura en este siglo, y donde en un mosaico alcanzamos a entrever a Juan Jose Arreola que se abre y se esconde en cada relato, ya que como el mismo confiesa al final del relato: "Si, es verdad, irremediablemente me voy por las ramas, y por las ramas de las ramas, porque tengo temor de bajar a la raiz". Memoria y olvido. Vida de Juan Jose Arreola (1920-1947) contada a Fernando del Paso, CNCA, 1a. el. 1994. *ENSAYISTA .