SECCION CULTURA PAG. 12 BALAZO: DIVERSA CABEZA: CREDITO: lato de su paso por Lecumberri durante los sucesos del 68; ya con inquietante y rigurosa vena epistemologica en Jacob, el suplantador. Pero es con Agapi Mu (Amor mio) que por vez primera Gonzalez de Alba hace suyo por entero el rubro l caso) como experimento gozoso en sus cuentos reunidos en El vino de los bravos. Sin embargo, la duda persiste: šal hablar del amor, Gonzalez de Alba fue honesto? La pregunta quedara, al andar las paginas de la novela, como un acicate para el rechazo de la misma, no importa la condicion sexual de quien la tenga en sus manos. šPor que? Simplemente porque esta muy mal escrita. Y asi, aun cuando el autor pudiera haber sido honesto, sincero al enfrentar los motivos de su historia, en terminos vivenciales, no lo parece en un plano existencial y, mucho menos, literario. El descuido, la abulia al redactar, la dejadez en la consecucion grisacea de caracteres y en el analisis psicologico de sus personajes, asi como las atmosferas vacuas que permean Agapi Mu son falsas, edulcoradas tibiamente y rayanas en la mediocridad. Esto sorprende, desde luego, por el aliento irrefrenable del autor que no se ha permitido detenerse ante nada y, menos aun, ante la minima reflexion para con su escrito mismo que, por cierto, pedia a gritos no una sino varias revisiones, sin que su autor se las concediera. De tal manera, Gonzalez de Alba cae en una serie de contradicciones discursivas y generativas de su historia que lo conduciran a un irremediable callejon sin salida. Es obvio que quiere evadir la solemnidad, pero es tal su empecinamiento en ello que resbala incontables veces en el humor involuntario; tambien se hace evidente el deseo de este autor por no sucumbir al tono tragico de un tema como el Sida y, no obstante lograrlo, el resultado deviene en un tratamiento del tema absolutamente superficial, cuando no digno de telenovelizarse. A muy grandes rasgos, y cual si se tratara precisamente de sinopsis de telenovela, Agapi Mu refiere el triangulo amoroso que se trenza en la relacion de David (un intelectual que es propietario de una cantina para varones con preferencias homosexuales), Enrique (su pareja, un actor universitario infectado por el VIH) y Jose (un joven mesero empleado en la cantina de David). Enrique sabemos esta condenado a morir y acaso con inquebrantable tibieza, el narrador ofrecera los pormenores de la enfermedad que acabara con la relacion de pareja de Enrique y David y con la vida del primero. Al mismo tiempo, el lector sera testigo del enamoramiento de David por Jose y de las imposibilidades de dicha pareja para consumar su amor; un amor centrado en el poder del mas fuerte, en un machismo psicologico y tirano que, por supuesto, haran pagar su merecido al egolatra, pedante y fatuo David. En este rubro, se haran inaguantables para cualquier lector que posea el minimo de sentido comun los capitulos en que, con tono falsamente doctoral, autoestima galopante e ingenuidad pasmosa Gonzalez de Alba se dedica a a griega, pero tambien demasiado afectado, en una ansiedad infinita no ya por gozar, exponer, dilucidar o reivindicar en dado caso la condicion homosexual, sino por justificar de manera verdaderamente risible una rara especie de misoginia patologica y poco fundamentada que, eso si, nunca habia aparecido en la literatura mexicana con tan caprichoso estimulo y cursileria tan inferior. De tal manera, Gonzalez de Alba concitara una arquetipica historia de amor en la que por desgracia todo se torna previsible, aun el tremendismo de las secuencias finales (demasiado parecidas en su esquematizacion, no en sus resonancias conceptuales, a los relatos de Marco Vassi que confluyen en sus Comedias eroticas). La presumida virilidad del homosexualismo en Agapi Mu no puede ser catalogada sino como una muy cognoscible tristeza reaccionaria, que flaco favor hace a la sexualidad humana (no solo a la hom osexualidad). Y si a ello se agrega que es un texto escrito a la carrera, sin respeto por el lector, entonces Agapi Mu quedara inscrita entre las obras mas chafas, inenarrables y acomodaticias de nuestros dias. Lo dicho: ser homosexual no hace a nadie Luis Gonzalez de Alba: Agapi Mu (Amor mio). Editorial Cal y Arena. Mexico, 1993. 206 pp. .