GUIA: 2702601 SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: La liberacion de presos y la estabilidad en Rusia Nuevamente surgen signos de inestabilidad politica en Rusia, al renacer la pugna entre la presidencia reformista de Boris Yeltsin y los parlamentarios que trataron de derrocarlo el ano pasado. Tres cuestiones secuencialmente relacionadas son motivo de reflexion ante la ausencia de un clima de consenso y entendimiento para la continuacion de un proyecto politico progresista en ese pais clave en la escena internacional. Primero, los responsables y ejecutores del "golpe del parlamento" contra Yeltsin, que provocaron un vacio de poder durante dos semanas el ano pasado, han sido beneficiados con una amnistia dictada por el parlamento, en el que predominan grupos nacionalistas, conservadores y comunistas. Segundo, ante este nuevo acto de rebeldia parlamentaria, Yeltsin pidio al fiscal general que dejara sin efecto la ley de amnistia. Frente a la negativa del fiscal, quiso convencer al parlamento para que se evitara la liberta d de los amnistiados. En esto fracaso tambien y los presos obtuvieron su libertad. Tercero, las potencias occidentales, igual que Yeltsin, juzgan que la liberacion de los rivales politicos de Yeltsin favorece a la inestabilidad y hasta podria abrir las posibilidades de una guerra civil. El desconcierto resulta del estancamiento de las reformas economicas y de la derrota parcial que sufrieron los partidarios reformistas de Yeltsin en las elecciones parlamentarias recientes. A raiz de estos problemas, se teme que pudiera darse, como secuela de la liberacion de los politicos contrarios a la reforma promovida por Yeltsin, un paulatino debilitamiento del regimen presidencialista, con mas inestabilidad y un mayor declive economico. Yeltsin parece querer consolidarse aun a costa de oponerse a la legislacion. Sus adversarios ejercen un poder legitimo en el seno del legislativo y, por otra parte, los vecinos de Rusia estan preocupados por los intentos de la derecha rusa, apoyadas por grupos fuertes en el parlamento, de querer volver a ejercer influencias en paises que antes pertenecian a la Union Sovietica. Se anade a este dificil panorama el desorden economico, el hambre de muchos, el elevado desempleo y la posibilidad de que, por la vi a democratica, resulte ungido un gobierno que no este dispuesto a proseguir las reformas ya de por si disminuidas. Aunque la libertad de los golpistas parece ser un augurio de mayor inestabilidad, no hay razones para pensar que tenerlos presos necesariamente mejoraria la situacion. Lo que ha hecho falta en los ultimos anos de continua crisis politica en Rusia ha sido un animo de conciliacion y acercamiento entre los reformadores y los ex comunistas. La liberacion de los presos tampoco significa que este se vaya a producir ahora, pero cabe tener la esperanza de que aun pueda ser asi. Si los dirigentes rusos pueden supera r diferencias e intolerancias, asumir actitudes conciliatorias, constructivas y eticas y respaldar juntos una politica economica realista, Rusia tendra opciones de progreso y saldra adelante. .