SECCION ESPECTACULOS PAG. 17 BALAZO: CABEZA: CREDITO: En la brillante introduccion del libro estas dos teoricas del feminismo apuntan la importancia de valorar los avances de la lucha contra la censura y su influencia en las conquistas de los grupos feministas. Las editoras comentan que si bien hasta los hombres resultaron beneficiados de los triunfos feministas, ya que la retorica libertaria sirvio para convencer a muchas para quitarse prejuicios e ir a la cama, no por eso hay que satanizar los logros del movimiento de liberacion femenina. No se puede negar q ue fueron tambien los activistas anticensura quienes lograron que la sociedad tuviera que aceptar el relajamiento moral y la supresion de la censura. Por primera vez en la historia de la modernidad, la mujer tuvo acceso a la inagineria del sexo y a su lenguaje. Fueron los militantes propornografia, anticensura y los luchadores por la libertad sexual quienes abrieron el camino a las feministas, que a su vez empujaron mas alla los limites de la censura y se abrieron su propio espacio. Las feministas anticensura en sus textos, entrevistas y mitines tratan de presentar una imagen de la sociedad como un patriarcado que ejerce de manera indiscriminada y creciente la violencia y la represion contra la mujer a traves de las imagenes sexuales explicitas. Sin embargo es increible que olvidan que apenas hace 30 o 40 anos, cuando la porno estaba condenada a circulos clandestinos, las mujeres estaban excluidas de cualquier discusion. No es raro aun hoy que los hombres no hablen de sexo ni digan mal as palabras frente a las damas, como si se les considerara inferiores o estupidas. Las mujeres no tenian ni voz ni voto para expresar su propia sexualidad y no eran consideradas como contendientes serios en una discusion. Los hombres eran autoridades incluso en las areas donde no tenian experiencias de primera mano, como la maternidad, el lesbianismo y la prostitucion. Tradicionalmente las mujeres decentes no debian pensar siquiera en sexo y aquellas que lo hacian no eran consideradas dignas de otra cosa ma s que de ser tratadas como putas. El mejor estado para una mujer era la ignorancia. Asi que cuando los hombres (principalmente los expertos que eran hombres blancos de las clases medias y altas, especialmetne si eran medicos, politicos o religiosos) hablaban acerca de lo que era ser mujer, tener hijos o acerca de lo que queria decir el sexo para ellas; las mujeres debian callar, a pesar de que se dijeran mentiras o todo tipo de estupideces. Fue gracias a que la censura fue combatida con exito, que las mujeres ganaron espacios de todos tipos para expresarse y para organizarse en todo tipo d e grupos activistas. De la misma manera las mujeres pudieron descubrirse a si mismas al reconcer su cuerpo fuera de los puritanos velos que imponia la ciencia medica. Ahora, las feminstas antiporno se han unido a los militantes de extrema derecha para volver a arrebatarle a la mujer esos triunfos.El feminismo se ha tornado censor y castigador, ellas se han autoproclamado las expertas de la experiencia femenina y han optado por tratar de acallar a las voces disidentes, por distintos medios. Las editorialestas de este libro comentan con lucidez: "Algunas de las pensadoras mejor conocidas de esta parte del movimiento hablan del organo sexual masculino como si tuviera mas poder que un arma nuclear, como si su mera proximidad bastara para arruinar a una mujer para siempre. Este enfasis excesivo en el poder falico parece risible para cualquier mujer que haya tenido una asociacion cercana con el organo en cuestion -despues de todo, estamos hablando de unos cuantos centimetros de carne arrugada. No i mporta que tanta importancia le quieran dar algunos hombres sexistas al hecho de poseer este organo, las mujeres sin duda alguna saben bien de que se esta hablando". El problema basicamente del rechazo a la porno por parte de las feministas antiporno, es que son incapaces de entender la funcion de la fantasia, especificamente en los casos de sadomasoquismo. Ellas han hecho que las mujeres que se sienten atraidas por estas "perversiones" se sientan culpables de su sexualidad. Se han dado caso en que feministas antisadomasoquismo irrumpan en bares de este tipo, armadas con bates y palos para destruir todo y "proteger a las mujeres contra el abuso". Una de las acusaciones mas comunes de las feministas antiporno contra las mujeres que aceptan o que gozan la porno de una u otra manera es que son victimas de un lavado de cerebro. Estas mujeres simplemente no pueden creer que a otras mujeres les guste la porno o bien que les guste el sexo. Para ellas, la porno en la que se muestran mujeres gozando de actos sexuales es una "falsa representacion de la mujer". En la introduccion apuntan: "Ya sean relaciones heterosexuales con penetracion, sexo entre lesbianas en el que se usen vibradores o consoladores, sexo oral o sadomasoquismo, las feministas antisexo no pueden aceptar que algunas mujeres quieran participar por su propia voluntad y que en realidad tengan placer. Ademas insisten que estos actos tan solo pueden excitar la sexualidad msculina y que las mujeres que posan para estas representaciones se estan rindiendo a que se practiquen actos horribles en ellas". Para las antipornografas la posicion de la mujer como victima siempre amenazada de ser violada es muy practica. Como comenta la autora Claudia en su texto Fear of Pornography, incluido en la compilacion "La teoria de la victima niega a la mujer la capacidad de salirse por su propia voluntad de los roles sociales predeterminados". Estas feministas hacen lo mas posible por promocionar el miedo femenino. Hablan de la brutalidad masculina com si fuera la norma en las relaciones heterosexuales y el unico tipo de violencia que existiera en el planeta. Se le representa como el mayor peligro que enfrenta la mujer, como un medio para generar terror. La argumentacion de las feministas antiporno es incoherente, esta plagada de deficiencias y carece de unidad. Como apuntan las feminsitas anticensura (grupo formado en la primavera de 1989 por y para las feministas que quieren hacer campana en pro de la libertad de expresion) en uno de sus panfletos, The Wages of Anti-censorship Campaigning, las criticas contra la industria del sexo reposan principalmente en la suposicion, comun entre las mujeres clasemederieras y de clase alta, de que todos los demas traba jos disponibles para las mujeres son neesariamente mejores que los que ofrece la porno y las industrias relacionadas. Ellas omiten que este negocio paga mucho mas y en ocasiones es menos absorbente, explotador y humillante que otros trabajos supuestamente decentes como ser secretaria, mesera u obrera. Pero otras concepciones clasistas permean la discusion en torno a la porno. Por ejemplo las distinciones entre erotismo (aceptable) y pornografia (inaceptable) estan basadas en conceptos de clase, las mujeres educadas deciden que ellas pueden determinar cuales representaciones son buenas y cuales pueden hacer dano o pervertir, depravar y corromper a aquellas menos educadas. El sexo por placer aparece en esta logica como un vicio masculino y las mujeres que gustan del sexo son estigmatizadas como victimas de la propaganda sexual masculina, y el maximo vehiculo de esta propaganda subversiva es sin duda su mayor enemigo: la porno. Pero no hay que confundir el hecho de participar en este debate con una defensa ciega, irresponsable y acritica. Esta bien criticar a la porno, eso la enriquece y da elementos de juicio y valoracion. Pero no esta bien confundir la critica con la censura. La reaccion violenta de muchas mujeres ante la porno es simplemente el resultado de uan educacion censora, de una hipersensibilizacion que es el resultado de siglos de represion, no de un verdadero rechazo a la imagineria sexual explicita. La porno no exclu ye necesariamente a las mujeres mas de lo que las excluyen los partidos de futbol, las revistas de electronica o las cajas de herramientas. Las editoras del libro comentan en su conclusion, Women Still Want Freedom, que si un edificio donde estan encerradas prostitutas se incendia matandolas se culpa a la industria del sexo, sin embargo si se incendia una fabrica de ropa y mueren las obreras, nadie culpa a esta industria de tal crimen. .