PAG. 17 SECCION: Espectaculos CINTILLO: Cartuchera electronica Tic Tac Drop, madre de los mil vicios CREDITO: Xavier Velasco alguien logre romper con la intolerable mediania del empate. La simplicidad, notable virtud del gato, es tambien su gran defecto. De nada valdran las nuevas manas de cada cual, pues para ganar se requiere ya no del propio ingenio, sino de la pasiva colaboracion de un contrario que sea mas gey que uno. Ciertos transfugas del gato han encontrado solaz propicio entre los vericuetos de un juego caballeroso y exquisito: el Go japones, cuya version mas sofisticada se conoce como Gomoku. Otros han encontrado motivo de diversion y decoracion en esos pequenos edificios de acrilico transparente que todavia se venden bajo el concepto de Gato Tridimensional. El objetivo de cada uno de estos juegos es similar al del gato corriente: se trata de alinear antes que el contrario una determinada cantidad de p iezas o canicas, en cualquier direccion. La virtud de estas opciones, que no hacen sino cumplir con el socorrido proposito de buscarle tres pies al gato, consiste en multiplicar las posibilidades de juego, merced a los oficios de un tablero mas amplio. En mas: si de lo que se trata es de clavarse en multiplicidades demenciales, lo de menos es ignorar el tablero, buscarse un cuaderno de cuadricula infima y aumentar las casillas de juego hasta donde a uno se le antoje. Y si el Gomoku nos exige alinear cinco piezas, bien podemos agrandar el requisito y pedir a quien se piensa ganador que nos muestre seis, ocho, quince piezas alineadas. Esta exageracion nos puede llevar de nuevo al odiado empate, pero solo despues de habernos clavado en el juego por una o dos horas. Si el viejo gato era nuestra pistola para matar el tiempo, los Gomokus y los gato expandidos vienen siendo cuernos de chivo. Basta una sola de sus rafagas para masacrar a una parejita de horas vacias. El jugador enviciado por los gatos adquiere muy pronto la obsesion de la multiplicidad: en su derredor parecen confabularse lineas verticales, horizontales y diagonales que constantemente lo acosan con la amenaza de humillarlo. Entre mas sean las lineas y los peligros, mejor se sentira el vicioso. Es por eso, y tambien por el aislamiento social que le sigue a este vicio, que dificilmente hallaremos un gato mas atractivo que Tic Tac Drop, ingeniosa cruza del gato con el Go, bajo cuyas ductiles reglas uno puede meterse solo o acompanado a cualquiera de los multiples margayates geometricos que el juego admite. Cualquiera que se haya metido entre las tripas de un gato puede jugar al Tic Tac Drop, solo que tendra que considerar un factor que sobre el papel nunca parecio relevante; la gravedad. El Tic Tac Drop podra ser un vil gato, pero en cualquier caso tratase de un gato dotado de cuerpo. Jugar con el significa soltar canicas -las cuales son paradojicamente apanadas por medio del raton- sobre una estructura hueca, que no es mas que un tablero vertical. Cuando se deja caer la primera canica, esta va a dar hasta el piso del tablero vacio, integrando la primera hilera horizontal y, a su vez, sirviendo de piso para las canicas que formen parte del segundo piso de canicas. Uno puede tambien formar lineas verticales y diagonales, pero para lograrlo primero debe haber un piso que las sustente. Puesto de otra forma: una canica solo puede aspirar a ocupar el tercer piso cuando hay otra en el primero y otra mas en el segundo. Es asi que el tablero se llena lentamente a la manera del Tetris, que se compli ca mas conforme hay un mayor numero de pisos ocupados. El numero de hileras y columnas es ajustable, asi como la forma del tablero -cuadrado, piramidal o rombico- y el numero de canicas formadas que se requieren para ganar. Asi, uno puede tirarle a ganar con lineas de tres a diez canicas, en tableros de hasta 90 ventanillas, disenados de acuerdo con los estrictos deseos del jugador y listos para funcionar tanto bajo parametros convencionales como excentricos. Pero cualquiera que sea la forma del tablero, el programa fue disenado para darle al jugador solitario batalla cerrada -tres niveles de juego garantizan un proceso de aprendizaje que en poco tiempo lo pondra a uno filoso y listo para darle regio abrochon a quien ose ponersele enfrente con un gato de por medio. Tic Tac Drop es algo asi como el maestro de los gatos. Cualquiera que desee conocer sus misterios, asi como la mejor forma de quitarle los pelos al gato, no hallara mejor guia ni mas paciente guru. Y despues, cuando logre hacer temblar a la computadora con solo tocar el raton, sentira la deliciosa satisfaccion de haberse convertido en un verdadero perro para el gato. - Tic Tac Drop. Juego para computadoras PC y Mac, disenado por Troy Strain y Glenn Bulat. .