SECCION: INTERNACIONAL GUIA: VATICA00--------- PAG. 25­ CINTILLO: La semana en el Medio Oriente CABEZA: El Vaticano e Israel, reencuentro indispensable CREDITO: Ezra Shabot Las relaciones entre judios y cristianos han sido de una constante tension en el mundo moderno. Desde la antiguedad, las acusaciones de deicidio y toda una tradicion de culpar a los judios de ser los causantes de los males que aquejan a la sociedad, generaron el concepto de antisemitismo cristiano que se extendio fuertemente en el continente europeo y cuyo objetivo era encontrar un chivo expiatorio entre aquellos que no habian aceptado la palabra del mesias y por lo tanto simbolizan la maldad. Con el ascenso de la ilustracion y el pensamiento cientifico, el antisemitismo cristiano quedo en un segundo plano, como lo fue todo aquello relacionado con la fe y la religion; sin embargo, las relaciones entre ambas religiones siguieron siendo distantes y negativas hasta que durante la Segunda Guerra Mundial, en el momento en que la persecucion nazi contra los judios se encontraba en su climax, algunos clerigos catolicos arriesgaron su vida para salvarlos, mientras el Vaticano guardaba un silencio que posteriormente lo convertiria en complice del genocidio hebreo. Con la creacion del Estado de Israel, y la division de Jerusalen entre jordanos e israelies, el Vaticano mantuvo una posicion de alejamiento frente a los judios, hasta que en 1964, el Papa visita Israel por un solo dia, y esto abre la puerta para que un ano despues el II Concilio Vaticano emitiera la Enciclica Nostra Aetate, en la que se afirmaba que los judios no podian ser juzgados colectivamente por la crucifixion de Jesus, y condenando por primera vez el antisemitismo, considerandolo un tipo de pensamiento anticristiano. Este acontecimiento represento un parteaguas en las relaciones judeo-cristianas, al grado que, en 1968, el propio Paulo VI abandonase la consigna de internacionalizar Jerusalen, y la sustituyese por "la implantacion de garantias internacionales sobre los lugares santos", en un intento por despolitizar el asunto de la ciudad sagrada. Juan Pablo II, quien durante la Segunda Guerra Mundial vio directamente el proceso de deportacion de los judios polacos, inicio un acercamiento con el pueblo judio, mas alla de una enciclica o una declaracion. Cuando en 1986 reza en la sinagoga de Roma y se refiere a los judios como a "nuestros hermanos mayores", comienza un proceso que culminaria en el establecimiento de relaciones diplomaticas con Israel. Entre estos dos momentos se vivieron tiempos dificiles como aquel en donde las monjas carmelitas construyeron un convento en el antiguo campo de exterminio de Auschwitz, lo que creo un problema entre las comunidades judias y el Vaticano, tanto por las diferencias teologicas de ambas religiones, como por las afirmaciones francamente antisemitas del cardenal polaco Josef Glemp, desautorizadas totalmente por Juan Pablo II. El encuentro entre el Gran Rabino de Israel, Ysrael Lau, y el Papa, en septiembre de 1993, puso fin a siglos de prejuicios e intolerancia, y abrio la puerta para el establecimiento de relaciones diplomaticas entre el Vaticano y el Estado judio bajo el principio de un mutuo respeto, independientemente de sus diferencias en torno a la solucion del conflicto arabe-israeli, y garantizando la libre expresion del cristianismo dentro de Israel, sin violar la ley que limita el proselitismo en este Estado. Un buen acuerdo y un buen comienzo en una epoca en donde la tolerancia no abunda en el planeta l proselitismo en este Estado .