PAG. 15 SECCION: CULTURA CINTILLO: CABALAS, PRESAGIOS Y HASTA SUSPIROS CABEZA: IDA Y REVERSA DEL LUBERO HACIA BELEN CREDITO: Alfonso Simon Pelegri Tal parece que, como ya se venia gestando en la epoca de la aparicion del citado texto, se ha venido reverdeciendo, pero en sentido inverso, la vieja historia de los santos Reyes Magos que marchaban guiados por una estrella, tras de su brillo, desde los lejanos lugares donde se pone el sol. Con arreglo al testimonio de uno de los evangelios apocrifos, El Protoevangelio de Santiago, estos personajes eran solamente magos o sabios, sin ninguna realeza. Igualmente abunda en este criterio la moderna exegesis cristiana, que los baja de reyes y hasta de magos, y los pone en su sitio afirmando que estos no eran sino astrologos que, en su oficio de rastrear el cielo buscando augurios y profecias, o simplemente el asombro, encontraron en este ultimo y bajo la forma de una peregrina estrella mensajera la confirmacion de una serie de rumores. Estos tales, como es bien sabido, consistian en una serie de cabalas, presagios, y hasta suspiros, en los que era el anuncio del nacimiento de un nino divino que habria de traer la Edad de Oro a la tierra con arreglo al testimonio poetico de Ovidio, y mas seguramente con el biblico de los profetas israelitas que aseguraban el nacimiento en Belen del esperado Mesias, el cual habria de pertenecer a la real familia de David. Todo esto vino a cumplirse con arreglo al testimonio del evangelio de San Mateo, en donde se da fe de este hecho, y se pormenoriza que los susodichos astrologos ofrecieron a aquel nino tan desconcertante que reposaba en un pesebre, sonreia a todos los presentes, y tenia suspendida sobre su cabeza la misma estrella que los habia guiado hasta Belen, oro, incienso y mirra: oro como a rey, incienso como a Dios, y mirra como a hombre mortal, prefigurando asi las prerrogativas y servidumbres de su triple investid ura. Aparte de la historicidad, o la fe, que atestige este pueril y divino episodio, es de considerar otro hecho historico evidente que se inicia en este misterioso retablo: un acercamiento entre dos mundos, Oriente y Occidente. Este primer conato de aproximacion, un tanto de retablo y milagreria, se va diluyendo con algun episodico fervor a lo largo de 20 siglos; pero es ahora, en nuestra contemporaneidad, cuando ha comenzando a manifestarse. No solo a modo de curiosidad exotica, sino con interes y hasta una s uerte de devocion. Sin embargo, para el hombre comun occidental, los pueblos que integran esta lejana y dilatada region -la India, Japon y China- se consideran equivocadamente como un bloque etnico y cultural. Obviamente, lejos de ser asi a estos pueblos los separan profundas diferencias. Pierre Teilhard senala que en estos pueblos, lo que el denomina modalidades espirituales, presentan caracteristicas muy diversas. Asi, con respecto a la India, considera como nota primordial una concepcion muy particlar de la Unidad en su metafisica religiosa, la cual, frente a la multiple turbacion del mundo, busca llegar a una simplicidad beatificante mediante la negacion y el silencio ante los reclamos exteriores; enfrente de la turbacion de lo plural, el ensimismamiento. Solamente asi, descenso por debajo de cualquier determinacion concebible comprobareis que alli hay una esencia universal, subyacente a todo, que solo aguarda vuestro regreso para absorberos e identificaros consigo. Un dios-sustrato, de inmovilidad, aspira el mistico a confundirse con el, a identificarse, en una actitud que para el teologo frances no conlleva un amor genuino en tanto que no se trata de union; se avoca a una identificacion, en el sentido de anulacion de la persona. Frente a la India, empapada de divinidad, China se centra en su hominizacion; en el gusto por el hombre mas que en la fe en el mismo. Ajena al exterior, de ella afirma De Chardin que ni el impetu de Prometeo ni la inquietud por la accion han turbado el alma de sus grandes maestros Confuncio o Lao-Tse; pueblo cerrado a toda salida al futuro, estaba bloqueado de igual manera a cualquier ascenso hacia lo trascendente. En cuanto al Japon, este pais constituye para Teilhard una nacion conformada en el marco angosto de su reza y espiritu. Dinamico y con vocacion y disponibilidad de conquista, le ha faltado un sistema -Las Direcciones del porvenir data de 1973- para canalizar la savia de su raza: En este punto de su discurso, despues de analizar separadamente la valoracion que estas culturas hacen de Dios, el mundo, la persona y la humanidad, De Chardin estima que todas o las mas de estas cuestiones han sido estudiadas con acierto por Oriente. Sin embargo, desafortunadamente han desembocado en un conjunto de soluciones tan particulares como irreconciliables. Esta incompatibilidad, entiendo, las invalida el fragmentarlas a la manera de un espejo roto que distorsiona y multiplica en retazos inconexos la que fuera imagen nitida y trascendente. Y es de aqui y por esto, a causa de esta enganosa pluralidad desvertebrada y esteril, por lo que Teilhard se pregunta si no seria bueno volver la mirada a Occidente al reves de los Reyes Magos -ademas es donde nosotros estamos- para preguntarnos si es aqui, en donde somos, el lugar en donde nos ha de sorprender el sol con su primera luz. Para acometer semejante empresa estima De Chardin que el europeo, juntamente con un estilo dinamico y pragmatico de la vida, comporta en si el germen de una espiritualidad que ha configurado todo un cuerpo de doctrina mistica. Esta mistica, contrariamente a la hindu que se ejercita en solo una negacion, conduce al mistico de una manera activa por medio de una nueva praxis. En la segunda mitad del texto de referencia, su autor nos indica no ya la posibilidad, sino la certeza, de una suerte de integracion de los dos grandes nucleos de espiritualidad del mundo, Oriente y Occidente. Pero esta se efectuara, sugiere, no a la manera de dos bloques opuestos; para Tailhard de Chardin semejante acontecimiento se producira de una manera (...) Del fin de este proceso, de este hecho, espera no solamente un enriquecimiento cuantitativo. Tambien, y mas que eso, un engrandecimiento que se dara por el mestizaje de toda una psicologia y una praxis de vida y espiritualidad. A 20 anos de la aparicion de este libro, parece que este acercamiento de Occidente a un Lejano Oriente, cada dia mas proximo, se va pronunciando como mas inmediato. Asistimos a una epoca de desmoronamiento de grandes bloques economicos y sociopoliticos. De transformaciones y cambios. Pero sigue siendo una y definitiva la misma angustia y soledad del hombre. Un hombre que en ascetica occidental experimenta la angustia de procurar curarse con desasimientos de su muerte. Solo asi el Pero es que a fin de cuentas -y hasta antes, y de tejas para abajo- solo aquello a lo que renunciemos no nos sera arrebatado. .