SECCION: ESPECTACULOS PAG. 17 CINTILLO: CABEZA: CREDITO: Cierta vez, cuando la extinta CBS contrato a una rockera con fama de irreductible, varios ejecutivos se ufanaban de su destino inminente: la domesticacion. La pregunta de propios y extranos era la misma: ¨como harian los ejecutivos para domesticar a una mujer que sobre el escenario era capaz de hacer ver a la misma Isela Vega como embajadora del mundo Hello Kitty? Uno de los ejecutivos se limito entonces a soltar un guino complice y augurar: "Espera y veras". La rockera en cuestion era Cecilia Toussaint. ¨Que es lo que el ejecutivo sabia y los demas ignoraban? Leyes muy simples, segun las cuales basta con un par de buenos cheques para volver de un irreductible un obediente. Si Cecilia efectivamente obedecio es cosa que solo ella puede saber, pero el punto aqui no son los derroteros que haya seguido la Viuda Negra en su carrera, sino la insoportable seguridad con la que ciertos ejecutivos se conducen: estos senores de los cuales las companias disqueras de todo el mundo estan repletas, son los mas temibles en emigos de la creacion, y en una mayoria de casos lo son tambien de la prosperidad de su compania: desprovistos de la mas elemental sensibilidad, presuntuosamente ajenos al sentido comun, ejercen desde su escritorio una indignante funcion reduccionista: se trata de reducirlos a todos, musicos y melomanos, a su mediocridad. Lo que esta clase de ejcutivo entiende o cree entender por musica es lo que el resto debera interpretar y escuchar. Su trabajo es comprar sementales, e inmediatamente castrarlos. Si los bu enos musicos fuesen tambien buenos conformistas, todos viviriamos escuchando musica para eunucos. Una de las principales herencias de Frank Zappa es precisamente la obligacion moral de ser desobediente, pero desde la mas impenitente autoridad. Los ejecutivos contratan a musicos con la esperanza firme de ser obedecidos, y al momento de la firma del contrato nada parece contradecir sus anhelos. A partir de entonces, comienza una lucha de poderes que, en el caso de los buenos musicos, solo podra terminar con la cancelacion del papelito. Tal como estan estructuradas las companias disqueras, su funcion solo puede ser la de enemigas del artista... y tutoras del conformista. La desobediencia, sin embargo, da frutos desde temprano: podemos ver a los conformistas haciendo antesala para ver al ejecutivo, mientras este se acaba el higado luchando por que los desobedientes le contesten sus llamadas. El trabajo de un ejecutivo disquero no es orientar a los artistas -puesto que, de un modo u otro, este senor nada tiene que ensenarle a un artista genuino- sino sopor-tar-los, y ser querubicamente flexible. No es un trabajo sencillo, pero hay millones de tipos que pueden hacerlo. Muchos ejecutivos, pocos verdaderos artistas: ya podemos ir suponiendo quien debe obedecer a quien. Estamos atascados de musica pesima, revistas pesimas, espectaculos pesimos. Tal vez convendria detenernos en el nauseabundo paisaje, pelar los ojos y distinguir que justo en el centro de tanta inmundicia se hallan numerosos ejecutivos disqueros, siempre capaces de convocar a una legion de oportunistas, cuya ineptitud los deja condenados a sobrevivir como lambiscones corporativos. Musicos que no entienden de musica y dependen al cien por iento de la promocion, revistas urgidas de anunciantes y dispuestas a poner el contenido editorial a su servicio, teatros rentados de acuerdo al criterio de gente que suena con manejar al grupo Garibaldi... Si todo esto no parece suficiente, hay que acreditar la existencia de peores lacras: reporteros mal comidos y peor instruidos, intermediarios que se las arreglan para vivir parasitando a los que si trabajan, conductores televisivos y radiofonicos desdenosos de toda inteligencia: todos ellos entrenados en el dudoso arte de evejecer. Solamente un artista -es decir, aquel que antepone la necesidad de crear a la exigencia de asentir- pueden salvarnos de cohabitar en este Reino de La idiotez. "Haganme caso, muchachos! Primero saquen un disco de canciones cortas, muy pop, dejen la flauta en paz y vistanse decentemente... luego vendran los viajes y las limuosines...", aconsejaba un ejecutivo disquero al difunto grupo progresivo Chan Mool, cuyos primeros discos hanian tenido un exito mas o menos aceptable. Una vez que salio el nuevo disco -Caricia digital, un album cuyo solo recuerdo invita a la risa- el fracaso resono en todo el desierto rockero nacional, con la consiguiente desbandada de Chac Moo l ¨Cual fue el pecado de los musicos? Solamente la obediencia. Hoy dia, mas de una decada despues, la peor musica que padecemos es fruto de personas obedientes. En cuanto a Chac Mool, dos de sus musicos aprendieron que solamente la desobediencia podia llevarlos por caminos seguros: Carlos Alvarado y Jorge Reyes todavia no viajan en limousine, pero uno ya ha parido musica memorable -bajo los nombres de Via Lactea y Vector Escoplo- mientras que el otro es famoso en todo Mexico y legendario en Espana. Ninguno de los dos ha necesitado de los oficios de una gran compania disquera. El ejecutivo disquero dice asumir riesgos, y tiene razon: todo aquel que maneja productos cuya naturaleza no comprende se esta jugando el pellejo. Por eso el ejecutivo siempre hara mejor si quita las manos de donde no tiene derecho a ponerlas. Nadie toma tantos riesgos como un buen musico, pero nadie mas es capaz de resolverlos felizmente. El buen musico no tiene por que hacer caso a los ejecutivos, ni a los criticos, sino unicamente a su intuicion: solo ella le puede cambiar la vida. El rock en Mexico no h a sido hecho por obedientes: por eso las revistas nada tiene que reclamar, y los ejecutivos no tienen por que recibir aplausos. La semana proxima, su amigo y humilde narrador intentara inventariar a lo desobedientes del rock en Mexico: pura gente con las yemas muy bien puestas. .