seccion inf. gral. Pag.1-1 cabeza: El EZLN y el derecho a la informacion credito: Reglamentar el derecho a la informacion es el vigesimo de los compromisos para la democracia que han avalado ya los candidatos presidenciales de varios partidos politicos. Se trata de una preocupacion que ha surgido una y otra vez dentro de algunos sectores de la sociedad mexicana, que se ha debatido publicamente en varias ocasiones y que en el pasado ha encontrado tambien opositores, atrincherados en el argumento de que toda reglamentacion limitaria de hecho el libre acceso a la informacion. Sin embargo, bajo el supuesto de que se trata de un reclamo legitimo, seria pertinente reflexionar sobre los principios que deberian orientar esa normatividad y sobre los obstaculos que hasta ahora ha encontrado el derecho a la informacion en nuestro pais. Al margen de ingenuas hipotesis conspiratorias que identifican a entidades gubernamentales y a una cadena de television privada como las unicas instancias que han llegado a atentar contra ese derecho -y sin que esto implique negar a priori acusaciones de ocultismo, censura o autocensura-, es preciso tener en cuenta que muchas situaciones de flagrante violacion de ese derecho ha sido producto del sectarismo moral, religioso o politico de quienes parecen creer que la libertad de informacion es su libertad para decidir lo que es y lo que no es informacion objetiva y valiosa y, por ende, para prohibir o limitar la difusion de datos o puntos de vista contrarios a sus ideas y valores. Desde hace decadas, las instituciones y personas interesadas en difundir conocimientos acerca de la vida sexual, la anticoncepcion, el aborto y las enfermedades sexualmente transmisibles han tenido que luchar tenazmente contra las presiones de grupos retrogrados que muchas veces han salido triunfantes en su empeno por prohibir las expresiones que consideran "inmorales" o "procaces", asi se trate de datos elementales para prevenir el sindrome de inmunodeficiencia adquirida, o para evitar los abortos o los embarazos no deseados mediante el uso de anticonceptivos. En esos casos, se ha violado el derecho a la informacion con consecuencias muy graves para la salud y el bienestar de amplios sectores de la sociedad mexicana; sea por complacencia, por debilidad o espiritu de conciliacion, las autoridades han cedido a las presiones inquisitoriales de grupusculos politicos-religiosos, cuando no son ellas mismas quienes, llevadas por un prurito moralizador, procuran la no informacion en el ambito de la sexualidad. Por su parte, el conflicto de los Altos de Chiapas nos muestra que el sectarismo politico -no importa que tan "revolucionaria" sea su apariencia- puede obstaculizar el derecho a la informacion y a la libre expresion. En su mas reciente comunicado -fechado el 29 de enero- el EZLN anuncia su intencion de veter la asistencia de Televisa y Television Azteca a las negociaciones de paz, aduciendo, en el primer caso, que "No necesita buscar noticias pues la inventa y maquilla a su gusto y conveniencia" y, en el segundo, que "sus reporteros han demostrado falta de profesionalismo al ofrecer dinero a nuestros combatientes para que hagan declaraciones" (dicho sea de paso, de acuerdo con la nota de Juan Manuel Alvarado, publicada el 2 de febrero en Reforma los "zapatistas" han estado cobrando un creciente "impuesto de guerra" a reporteros y fotografos, sin expedir recibos y sin prescindir del regateo). En ese mismo comunicado, el EZLN senala la obligacion de los medios de comunicacion de ser "objetivos" y afirma: "Sabemos que su trabajo de ustedes es informar al pueblo de Mexico y al mundo de lo que ocurra en esta etapa de la justa guerra de nuestro EZLN contra la opresion, la injusticia y la mentira" (Notese que la descripcion que el EZLN hace del trabajo de los medios de comunicacion es absolutamente objetiva e imparcial). Nuevamente, se atenta contra el derecho que todos deberiamos tener, de acceder a la informacion que generan diferentes fuentes, tanto gubernamentales como privadas, acerca de un asunto que es de vital interes para nuestra nacion. Igual que los fundamentalistas religiosos, los dirigentes del EZLN alegan en el fondo, que ellos pueden asumir, a la vez, los papeles de juez y parte, que pueden decidir -en beneficio de una sociedad a la que no otorgan el derecho a juzgar por si misma- a que informacion y a que puntos de vista le conviene acceder, por ser "objetivos" e "imparciales", y cuales no vale la pena difundir, por ser ficciones perjudiciales. No se trata aqui de defender la calidad de los servicios informativos de las mencionadas cadenas de television, ni de saber si la mayoria de las personas creen o no en su "objetividad" e "imparcialidad", sino de argumentar en favor de la tolerancia, del respeto a la diversidad, como un supuesto fundamental del derecho a la informacion. Si dejamos a un lado el positivismo decimononico que al parecer profesan algunos dirigentes del EZLN, hemos de aceptar que la objetividad profesan y la imparcialidad son nociones muy relativas, sobre todo si se quieren aplicar a un fenomeno tan complejo y tan cargado de valores como es una guerra. Ciertamente, dichas cadenas televisivas no han sido totalmente objetivas e imparciales, pero ningun medio lo ha sido, comenzando por aquellos que han demostrado mayor simpatia hacia el EZLN y donde frecuentemente podemos leer ya no articulos sino pretendidas notas informativas imbuidas de una vision unilateral de los hechos. Por cierto, siguiendo el mismo camino del radicalismo y de la intolerancia del EZLN pero obedeciendo a una ideologia de signo opuesto, un autodenominado "Frente Anticomunista Mexicano" lanzaria hace unos dias cobardes ataques verbales y amenazas contra La Jornada identificandola como "apologista del vituperio rojo". Contrariamente a lo que piensan los miembros del EZLN y los del "Frente Anticomunista Mexicano", el derecho a la informacion no es su derecho a poner una mordaza a quienes no comparten sus respectivas ideas. Que bueno que tanto La Jornada y el Financiero como Televisa, Television Azteca y todos los demas medios de comunicacion puedan presentar diferentes puntos de vista sobre los problemas nacionales; es esa diversidad la que ofrece la posibilidad de formarse una imagen mas "objetiva" e "imparcial" de nuestra realidad, y cabe recordar que a nadie se obliga a leer un determinado periodico o a ver cierto canal de television. Esos sectarismos intransigentes amenazan el derecho a la informacion cuestionando su caracter universal y queriendo imponer mecanismos de censura, bien sea que esta se justifique en la salvaguarda de las buenas costumbres, en la ortodoxia religiosa o en la "lucha por la justicia/. Mal empezarian los candidatos de los diferentes partidos a cumplir su compromiso con la democracia si tacita o expresamente apoyan la actitud inquisitorial del EZLN frente a las dos cadenas de television so con la democracia si tacita o expresamente apoyan la actitud inquisitorial del EZLN .