seccion inf. gral. Pag. 1-1 cabeza: Polemica sumario: Perfil mestizo ¨Fundamentalismo indigena? credito: Ruben Alvarez En los circulos politicos, en los corrillos de la Camara de Diputados y aun entre las altas esferas gubernamentales se ha comenzado a hablar de la posibilidad de modificar el articulo cuarto constitucional que se refiere a la naturaleza de la nacion mexicana. En este se establece la composicion pluricultural, originalmente sustentada en sus pueblos indigenas, y garantiza el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos y formas especificas de organizacion social. Sin embargo establece una condicion integradora de la nacion. A la letra, nuestra Carta Magna dice que: "garantizara a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdiccion del Estado". Todo esto se traduce en un reconocimiento a nuestra raiz indigena, pero implicitamente tambien advierte nuestra naturaleza mestiza. ¨En que sentido se podria dar un cambio en nuestra Carta Fundamental? Ahora, a la sombra del conflicto chiapaneco se ha comenzado a hablar de cambiar en la Constitucion el caracter de nacion mestiza por el de nacion indigena. No se trata de una cuestion solo de forma, o de terminos exclusivamente. El asunto tiene implicaciones de fondo, sobre las que se deben reflexionar. En relacion a lo primero (la forma) el cambio podria dar lugar a la reconsideracion del nombre del pais y el reconocimiento de una o mas lenguas indigenas como idiomas oficiales. Esto es lo de menos. El problema de fondo radica en que, junto con el reconocimiento de nacion indigena se pretende tambien el reconocimiento de las etnias como naciones autonomas. De esta posicion a exigir su reconocimiento como Estados soberanos independientes solo hay un paso. Se trata desde luego de una postura por lo menos irresponsable, que tiende a desestabilizar a la unidad nacional de los estados federados. Hay antecedentes historicos que marcan esas tendencias y que seguramente se encuentran presentes en algunos espiritus insurgentes, lo cual representa un dificil problema ideologico. En el pasado Yucatan, Campeche y Chiapas en el sur, y Chihuahua en el Norte han tenido manifestaciones separatistas. En Chiapas, el ingrediente indigena configura hoy un coctel explosivo de corte fundamentalista. Se trata un porcentaje minoritario de la poblacion (en el orden del 10 por ciento de la poblacion del pais, es indigena; la chiapaneca, representa aproximadamente un tres por ciento), que esta ineludiblemente en todos los aspectos de la vida del pais, que son uno de los componentes del tronco original del que se deriva el mestizaje que configura a la actual nacion mexicana. Sin embargo este conjunto de etnias, que imprimen su sello a nuestra identidad nacional, no es el que define el perfil actual. El fundamentalismo indigena podria convertirse en un detonante que dividiera al pais. En el pasado, un conflicto generado artificialmente por intereses foraneos fracciono al Mexico independiente mutilandole todo el territorio centroamericano. Luego, la propia Centroamerica fue dividida mediante nuevos artificios por esos mismos intereses extranjeros. De alimentarse esta tendencia con medidas dictadas mas por el sentimentalismo que por la razon, pronto podriamos encontrarnos en un proceso de baicanizacion mexicano. La lucha entre mestizos e indigenas; entre una etnia y otra pondria en gran peligro nuestro desarrollo como pais. Sin pretender desautorizar los aspectos legitimos de la lucha de los indigenas chiapanecos, no podemos dejar de advertir del peligro de sobredimensionar la naturaleza de las concesiones que se deben otorgar para la solucion del problema. Seguramente el comisionado para la paz y la reconciliacion, Manuel Camacho Solis ya ha advertido que buscar la solucion por la via del dialogo no es ceder a todas las pretensiones de los insurgentes y los grupos indigenas que se le acerquen. Hacerlo equivaldria a implantar una politica populista que resolveria el problema momentaneamente, pero nos conduciria mas tarde a una crisis mayor.