PAG. 11 SECCION: Cultura CINTILLO: JARABE DE PATO CABEZA: Kazuo Ishiguro/II CREDITO: Alvaro Enrigue Dijimos en la colaboracion anterior de la novela The Remains of the Day, de Kazuo Ishiguro, que es una de esas raras obras en las que se tiene la impresion, mientras se lee, de que se esta contemplando el nacimiento de un trabajo literario que sera signo futuro de nuestra epoca. Esto se debe pienso a tres factores: el virtuosismo de Ishiguro frente a la maquina de escribir, una estructura novelistica perfecta y un inquietante conocimiento por parte del autor de la sensibilidad social cont emporanea. The Remains of the Day puede ser vista como un despliegue equilibrado de virtuosismo sensible y disciplina formal. Desplegar: vaciar ciertas creencias, todo un mundo axiologico y las particularidades comunes a ciertos tipos de caracteres en un molde complejo. Desplegar equilibradamente: formar una estructura en la que cada fraseo es eco de voces anteriores y posteriores. Como dijimos desde la colaboracion anterior, el personaje principal de la obra, Mr. Stevens, el mayordomo ingles, descubre al final de su vida que su universo de servicio es infinitamente minusculo e inutil. El que lee The Remains of the Day mira, por supuesto, a Mr. Stevens y sus conmovedoras implenitudes, pero tambien ve un bordado estructural finisimo que le permite descubrir lo que el mayordomo vera unas paginas mas adelante. Explicamos: la obra esta planteada como el diario de viaje de ese tragi co que al salir por primera vez en su vida de vacaciones descubre que habia un mundo inmenso fuera de la mansion en la que servia. La idea de Ishiguro supongo era recrear la toma de conciencia que implicaba para el viajero el proceso de escritura. Asi, Mr. Stevens viaja de dia por la campina inglesa y de noche viaja por su pasado al evaluar la forma en que ha desperdiciado su vida. Mientras el mayordomo escribe, las ideas que al parecer han navegado por su mente a partir de la entrada en decadencia de l a nobleza britanica despues de la Segunda Guerra Mundial, comienzan a tomar forma: el discurso las realiza. Es una tragedia en camara lenta: el lector presencia los hechos sobre los que el personaje va a tomar conciencia mientras los escribe, y adivina los nefastos resultados que tendra su evaluacion. Ahora bien, una novela sin sorpresa no es una novela: Mr. Stevens, segun parece a lo largo de todo el texto, siempre evalua erroneamente los hechos descritos en su cuadernos: el noble para quien trabajaba era mas que evidentemente pro-nazi, pero el se niega a aceptarlo; el ama de llaves estaba enamorada de el, y lo hubiera podido hacer feliz, pero el se niega a aceptarlo. En el capitulo final, mas aun, en la ultima pagina, el lector descubre que sus conclusiones no eran ciertas, que Mr. Stevens aceptaba tod o, pero que a un mayordomo hijo y nieto de mayordomo no se le puede exigir mas que excelencia en el servicio; lo demas, los sentimientos o la conciencia politica, por ejemplo, no vienen incluidos en el paquete. Una alegoria implacable sobre el papel que juega hoy en dia la gente de los paises en los que la izquierda fue aspiracional, los paises de gente no-marcada por el terrorismo de Estado de los gobiernos comunistas: sabemos como deberian de ser las cosas y como no, pero no contamos mas que con un sistema de referencias con una utopia social con lenguaje propio que nos permita enunciar el descontento sin sonar retrogradas. Stevens sabia lo que queria, pero no lo podia decir porque en su mundillo nuestro mund illo de triste derecha solitaria no existia mas lenguaje que el del servicio. El resultado es una novela conmovedora Doris Lessing dice que es la mas triste que ha leido en su vida pero sobre todo: una obra impecable, critica de la realidad completa como pocas, y disfrutable de principio a fin en los terminos que sea. Paul Eluard pensaba que gedias. .