SECCION: ESPECTACULOS PAG. 22 CABEZA: Gutierrez Najera: intimidad melodica y elegiaca CREDITO: Arqueles Vela Manuel Gutierrez Najera contenia las primicias del modernismo: era un romantico, un elegiaco, un parnasiano. Sentia a la poesia como una musicalidad, como una realizacion formal, como una interpretacion coloristica de las sensaciones, como introspeccion emocional. Su poema Musa blanca tiene los mismos valores que la Sinfonia en Blanco Mayor, de Gautier. Su concepcion del arte en su Libro azul, es la de Victor Hugo: El arte es lo azul; la de Baudelaire: "Perfumes, colores y sonidos son terminos correlativos" ; la de Banville: "He encontrado palabras carmesies", tan formalmente expresada en sus poemas, Hada verde; Blanco, palido, negro. Sus tonos suaves, apacibles, eran una oposicion a la violencia del liberalismo. Cuando aparece Gutierrez Najera en el mundo de las letras mexicanas, el liberalismo estaba en su etapa triunfante. Su fervor espiritual provenia de la sacudida que sufria su educacion religiosa al chocar contra la realidad de las condiciones sociales. Sus anhelos de paz, de tranquilidad, significaban una protesta pasiva a lo dinamico social de su epoca. El murmullo interior que deja el estruendo del mundo es la realidad suprema del poeta. Ese estado interior indeciso ante el apremio de la realidad produce su verso indefinible, sin palabras capaces de darle expresion al sentimiento y revelar su profundidad y reconditez: se insinua tan solo en el tamiz de los sonidos. Su poesia es la intimidad melodica que no encuentra una resonancia en la sociedad. De ahi surgen sus tonalidades nostalgicas, vagarosas. De l aislamiento, sus refinamientos inconsutiles. La creacion artistica es una fuerza ajena al hombre, como la sociedad: Como la tuya es, Rosa, de los cielos mi ignorancia. Yo no escribo mis versos, ni los creo; viven dentro de mi. El halito funebre que se cierne sobre la literatura desde el romanticismo, como una manifestacion de la ruptura entre el hombre y la sociedad, aparece en Gutierrez Najera con una dolencia sensual. Esta aproximacion de la muerte era su presencia en la vida, la unica forma de exaltar los valores vitales. Su anhelo de muerte era una afirmacion de la vida. Su anhelo de desintegracion de la materia no le impedia palparla, gozar de la materia con lo mas intimo de su espiritu. La sociedad no contiene los impulsos suficientes para acrecentar los valores humanos. La muerte se convierte entonces en una fuerza propulsora de lo finito. Esa sombra de la vida que es la muerte hace mas intensa la claridad de la vida. la muerte que es una contradiccion de la vida, es su afirmacion. La vida se confunde con lo desconocido, con lo inevitable, con lo irremediable de la muerte. El acto mas insignificante, las cosas mas sencillas, el pensamiento mas futil, las sensaciones mas primigenias, se envuelven en una apariencia misteriosa. La poesia de la muerte se extiende a la poesia de la vida. Su pesimismo se nutre de esas dos fuerzas; la inquietud de la vida y de la muerte, absortas en la desesperanza: la inquietud moderna: En la sombra debajo de la tierra, donde nunca llego la mirada se deslizan en curso infinito silenciosas corrientes de agua. Gutierrez Najera es el poeta de una epoca precursora de la desolacion actual del hombre. Sentia y vivia la pesadumbre de las condiciones sociales como una atmosfera sofocante que estrujaba la materia y ensombrecia el espiritu. Su gracia lirica era tan solo el matiz aristocratico de su pesimismo: Ya no viene la blanca, la buena, ya no viene tampoco la roja la que en sangre teni, beso vivo al morder unos labios de rosa. Tomado del libro Evolucion historica de la literatura universal, de Arqueles Vela, Ediciones Fuente Cultural, Mexico, 1945. .