SECCION: CULTURA PAGINA: 9 CINTILLO: MOONLIGHT, DE HAROLD PINTER CABEZA: EL REGRESO DE UN PRACTICO HOMBRE DE TEATRO SUMARIO: LA MAS RECIENTE OBRA TEATRAL DE ESTE ACTOR, DRAMATURGO, POETA Y NOVELISTA REFRENDA SU VUELTA AL CAMINO DE LA FAMA Y LA RIQUEZA CREDITO: Claire Armitstead OJO: (Primera parte) ue ha surgido en torno a mi persona, me dificulta enormemente la vida Pinter tiene motivos para sentirse alegre: las cosas van tomando para el un giro de lo mas favorable. La hace poco reanudada carrera de actor se ha ido desarrollando sin el menor tropiezo, al grado que en breve tendremos la oportunidad de verlo en el West End; proximamente habra de asumir la tarea de dirigir la mas reciente obra teatral de David Mamet para el Royal Court; ya dentro de poco el guion, que escribio con base en el Proceso de Kafka, saldra a luz junto con una pelicula de David Jones. Y, por si f uera poco, en su interior lleva guardado todavia algun otro secreto mas. Con timido orgullo que un futuro padre confiesa que precisamente acaba de concluir una pieza de teatro plenidimensional, la primera desde que publicara en 1978 la Betrayal. Dado que yo soy muy cautelosa y -conociendo sus puntos neuralgicos- trato de no insistir, pero ya el mismo acaba por revelarme todo el secreto. La obra en cuestion se titula Moonlight (Luz de la luna) y -aunque unico que dire es que esta obra me provoca una extrana excitacion Asi que a la edad de casi 63 anos Pinter vuelve al escenario, avergonzando a todos aquellos que se lamentaban acerca de un supuesto final de su talento como dramaturgo. No ofrendo, sin embargo, a su recien nacido hijo a ninguna de nuestrsa grandes instituciones nacionales, sino al Almeida, un pequeno teatro ubicado al norte de Londres, mismo al que en todo ese proceso le toco desempenar el papel de partera. Tampoco encomendo la direccion de la obra a ninguno de nuestros experimentados, titulados directores, sino a un joven David Leveaux, quien lleva ya anotados en su cuenta varios sonados exitos. Es precisamente Leveaux quien dirige a su actuacion en una puesta en escena de su propia obra No mans land (Tierra de nadie), la cual despues de un rotundo exito en el Almeida, esta a punto de entrar en el repertorio del Comedy Theatre. En esta obra plena de brutalidad y humor negro, Pinter hace el papel de Hirst, un afamado escritor, quien invita a su casa a un poeta de segunda, con quien tropieza casualmente en una cantina. En la primera puesta en escena, realizada por Peter Hall en Old Vic hace 18 anos, en este papel habia actuado Ralph Richardson. Varios actores, explica Pinter, acabaron por rechazar el ofrecimiento de trabajar en el espectaculo, en vista de que se sentian abrumados por la historia: por las grandes individualidades de Richardson y de John Gielgud. r necesidad de medirme en un duelo con la sombra de un gigante, sino mas bien dedicarme a una tarea concreta. Sentia poder crear aun personaje autentico, convincente. ¨Que si lo he logrado? no lo se; de todos modos esto no ha dejado de ser una sumamente interesante experiencia No es, segun el mismo afirma, una simple casualidad el hecho de que renaciera al mismo tiempo como actor y como dramaturgo: la labor sobre Moonlight el la habia iniciado en el transcurso de sus actuaciones en No mans land, en el Almeida. Para ilustrar de mejor manera los motivos del jubilo que lo embarga, saca de entre los libros colocados en un estante el texto de un discurso, que habia pronunciado durante una ceremonia, en la que le fue entregado el prestigiado Premio Shakespeare. Este acto tuvo lugar en Hamburgo en 1970, es decir, tambien en un periodo que coincidia con su ya prolongada crisis como creador. s, como una nueva vida se va generando entre mis dedos. Cuando uno se ve imposibilitado de escribir, le da la impresion de que hubiera sido condenado a un destierro interno Asi que eso era precisamente lo que habia estado sintiendo durante todos esos anos, cuando toda su labor se concentraba tan solo a escribir guiones, basados en las novelas de otros autores, cuando todo no era mas que una simple cuestion politica, cuando todo el mundo le endilgaba la etiqueta de bolchevique, o la de un viejo tipo enojon, quien descarga su agresion jugando criquet. No obstante, Pinter no da una muestra de amargura. Al hablar del proceso de creacion se muestra abierto, explica todo al menor detalle, aunque con cuidado selecciona las palabras: lo que quiere es que se entienda bien lo que dice. Habia estando creando Moonlight con base en tres sucesivos bosquejos los cuales fue presentando -cosa que por lo regular no acostumbra hacer- a su esposa, lady Antonia Fraser, para su respectiva evolucion. Ahora que la obra ya queda lista, no prevee introducir mas cambios, con excepcion de una sola linea, la cual, segun afirma, puede quedar tachada en su totalidad. Los editores ya han logrado acostumbrarse a sus continuos telefonemas, referentes por ejemplo a los detalles en materia de puntuacion. Con la misma escrupulosidad es con que trata tambien Pinter la labor escenica. (...) Su lugar de trabajo es una pequena casa de un solo piso, situada a unos pasos de su residencia en Holland Park. En la planta alta es donde se encuentra su escritorio, junto al cual escribe; en la planta baja: una oficina, administrada por su asistente. Pegados a las paredes se ven instalados estantes repletos -hasta el borde- de libros, tanto de aquellos escritos por el como tambien de los que hablan acerca de el: un testimonio de la existencia de una industria mundial pinteriana. Ademas de las obras teatrales, Pinter publica tambien poesia y prosa. The Dwarfe (Los enanos), una novela escrita en los anos 50, pero publicada apenas hace cuatro anos, alcanzo un notable exito en el mercado editorial britanico. El refugio londinense de Pinter causa la impresion de ser un sitio tanto privado como publico a la vez, mismo que tiene que ser mantenido con plena disposicion a una inesperada inspeccion, ya que en cualquier momento puede ser invadido por la visita de una horda de cientificos curiosos. A pesar de que Pinter trata de contener el creciente diluvio de preguntas, que lo inunda, y se niega, cada vez que esto sea posible, a conceder entrevistas, comprende sin embargo lo que significa ser una persona publica. Est a perfectamente consciente de que cada palabra suya puede ser sometida bajo lupa, cada anecdota, desarmada en partes, en busca de significados mas profundos. Hasta la fecha sigue arrepentido, por ejemplo, de que en cierta ocasion impaciente y exasperado por preguntas inoportunas replicara agresivamente para tida tergiversacion. Hay quienes consideran que su de todos conocida aversion a pronunciarse acerca de su propia creacion, ha contribuido en gran medida a convertir a los comentaristas que escriben acerca de dicha creacion, en cornejas que se alimentan de migajas de una conversacion, llevada en torno a la mesa. Pinter tiene al respecto su propia opinion: una o tal cosa en el texto, mas nunca he considerado que mi opinion sea sagrada e irrevocable. Traduccion de Aleksander Bugajski Tomado de Forum, No. 10 .