seccion inf. gral. Pag. 1-1 balazo: Debate cabeza: Todos (o casi) por la politica credito: Renward Garcia Medrano Con la firma del "compromiso por la paz, la democracia y la justicia", se rompe la linea del rechazo sistematico a toda negociacion -a menos publica- del PRD con el PRI y el gobierno. Pero mas que el giro drastico de la estrategia anti-dialogo, sobre todo en materia electoral, el documento interpartidario es valioso porque refleja el reconocimiento, de todas las partes, de que el sistema de partidos fue rebasado por la realidad en Chiapas y que ese divorcio podria haber sido catastrofico si los partidos no hubieran actuado a tiempo. La materia del consenso es sencilla, como observa Leon Garcia Soler: "actuar conforme al dictado de la ley". Sin embargo, en nuestro medio es un enorme avance haber logrado el consenso de ocho de los nueve partidos nacionales y sus respectivos candidatos presidenciales, y en especial de los tres mas representativos. Lo esencial es la opcion de todas las fuerzas, incluso de las mas radicales, por la polica, las instituciones y la ley en vez de la violencia; el reconocimiento de que el sistema de partidos permite el debate de los grandes problemas y soluciones nacionales, por lo que los firmantes hicieron una expresa exhortacion a que "quienes hayan optado por el enfrentamiento, se sumen al proceso de transformacion de la vida politica de nuestro pais que nos comprometemos a impulsar". En seguida, destaca el consenso de los firmantes en el vinculo indisoluble entre la paz, la democracia y la justicia: para que haya paz es preciso que prevalezca la justicia, tanto en la distribucion del ingreso y los beneficios del desarrollo, como en su procuracion y administracion en el ambito del derecho. Y el punto de partida para ambas es la democracia, es decir, la expresion libre de la voluntad popular y su respeto como la unica fuente legitima del poder. Para quienes la asumieron, la interacion democracia -justicia- paz entrana un concepto y una practica mas avanzados de la politica, el derecho y el poder. La politica, como el espacio donde se confrontan ideas y proyectos distintos y a menudo excluyentes, donde los politicos y los partidos intentan interpretar las necesidades e inclinaciones de la sociedad para convertirlas en propuestas viables y dignas de recibir el voto mayoritario. El derecho, como el conjunto de acotaciones y limites que deben ser observados para que el debate politico sea creativo, civilizado, propositivo, para que no sea un preambulo de la violencia, sino un paso hacia la solucion democratica de los problemas. El poder, como responsabilidad y servicio a la sociedad; como la capacidad para ejecutar los mandatos que ha hecho esta en el proceso electoral y cumplir y hacer cumplir la Constitucion y las leyes. De esta suerte, la interaccion democracia-justicia-paz obliga a los politicos frente a la sociedad y reconoce el valor supremo de la voluntad popular sobre todo interes particular o de grupo. Ese vinculo es mucho mas amplio, trascendente y comprehensivo que la falsa relacion de causa efecto democracia-paz, pues esta ultima lleva implicita una amenaza: "o hay democracia o se desata la violencia". Y si se parte, como ha sido el caso, de negar la legitimidad de la autoridad electoral, entonces el juicio sobre la existencia o no de la democracia se desplaza hacia las partes en pugna, hacia los partidos, y cualquiera de ellos puede interpretar que solo existe democracia si obtiene el triunfo electoral. En consecuencia, la relacion directa democracia-paz dentro o fuera del derecho, es esencialmente falsa y puede degenerar en formulas profundamente autoritarias de ejercicio del poder. Imparcialidad de las autoridades electorales, auditoria externa del padron electoraal y acceso de todos los partidos a la base de datos e imagenes -espero que con responsabilidad penal para aquel que haga cualquier alteracion-, presencia equitativa en los medios de comunicacion, penalizacion al uso de recursos publicos a favor de un candidato o partido, revision del sistema de financiamiento de los partidos politicos, revision del Codigo Penal para evitar restricciones al ejercicio de los derechos politicos fundamentales, posibilidad de crear una fiscalia electoral y, en caso necesario, hacer adecuaciones legales. Esos son, enunciados, los ocho "compromisos" que asumieron los partidos y sus candidatos presidenciales. Uno de sus propositos expresos es lograr, en agosto proximo, "una eleccion legal y creible, que garantice una eleccion legal y creible, que genere plena legitimidad para las instituciones de la Republica. Esa credibilidad que con tanto ahinco se ha buscado desde el gobierno y la mayor parte de las fuerzas politicas organizadas, se veria frustrada si, despues de los acuerdos y compromisos de los partidos y sus candidatos, cualquiera de los actores politicos incumple o se dispone a incumplir lo firmado, o si se persiste en la estrategia del anuncio anticipado de fraudes y el rechazo a las leyes, sistemas y autoridades electorales. La sociedad esta, entonces, ante la oportunidad de tener unas elecciones limpias y creibles en agosto y, con ello, rescatar el prestigio del sistema electoral, tan necesario para fortalecer la democracia. ¨Fueron todos esos cambios forzados por la situacion que se vive en Chiapas? ¨se habrian producido en ausencia de ese conflicto? Esas preguntas habria que hacerlas a los candidatos y dirigentes de los partidos, pero desde fuera, queda la impresion de que el problema chiapaneco los puso a todos ellos -a todos, incluyendo a las oposiciones mas representativas- en alerta sobre su creciente distanciamiento de realidades politicas como la que estallo en Chiapas al margen del sistema de partidos. Por eso entendieron que era mejor dejar atras resentimientos, desconfianzas y rencores, abandonar el peligroso discurso del fraude anticipado, para alcanzar consensos a favor del sistema electoral en su conjunto. Porque de lo contrario, la politica acabaria por ser arrollada por la violencia y esa es la peor de las opciones para todos. Sin embargo, en mas de un sentido, el "compromiso por la paz, la democracia y la justicia", es una consecuencia logica del largo proceso de cambio en la legislacion electoral y la estructura institucional, que en el ultimo tercio de 1993 tuvo su mas reciente avance con las modificaciones la Cofipe. La celebracion de acuerdos y compromisos explicitos entre los partidos y candidatos habria sido, aun sin Chiapas, un paso mas en esa misma direccion, si no hubiese sido frenada por la renuencia del PRD a reconocer la legitimidad del gobierno y hacer una campana propositiva a cambio del discurso del fraude y la corrupcion, que parecia ofrecer altos dividendos electorales. Lo que mostro Chiapas, en todo caso, es que jugar con el fantasma de la violencia es mucho mas riesgoso de lo que se hubiera pensado y que, una vez desatada, es muy dificil, incierto y desgastante el restablecimiento de la paz de lo que se hub .