SECCION: CULTURA PAG. 11 CINTILLO: CABEZA: Relato en la muchedumbre CREDITO: Alejandro de la Garza ngriento del Poder -del Cesar a Maquiavelo, de las cruzadas a las aventuras de conquista, de los programas a la tecnologia armamentista- reelabora constantemente la epica del heroismo aunado a la barbarie, de la sobrevivencia y el exterminio, de la guerra y el crimen. Relatos del mito y la magia, del amor y la entrega, de la violencia y la muerte alojados en la medula del saber occidental, en el inconsciente o el imaginario colectivo como pulsiones hondas que articulan nuestro proceder al otorgarle sentido. A ellos se suman los otros saberes no occidentales hoy redescubiertos o revalorados. Culturas y civilizaciones diversas con relatos multiples y diferenciados. Voces corales que hoy se levantan para relatar otra historia, otras historias de saberes profundos cuya excen tricidad es puesta en duda y reconsiderada al plantearse un centro siempre en movimiento, constantemente desplazado, o bien la existencia de diversos centros irradiadores de otros relatos. En el siglo de la tecnologia y la comunicacion instantanea y planetaria, se han incorporado nuevos relatos que multiplican y diversifican los saberes y las creencias, las actitudes y las costumbres, que crean nuevos mitos y dan curso a procederes novedosos. El relato de la literatura desde siempre transforma al hombre, lo trastoca nutriendolo, impulsando su exaltacion creativa. El relato del cine dio movimiento a las imagenes que la fotografia habia detenido, pasando asi del relato estatico y fijo al fluido relato que acciona desplazandose, imbuido de mecanica del movimiento. En primer lugar, iba tan ensimismado y distraido que no se percato de su cercania y casi choca de frente con ella, asi que cuando levanto la vista ahi estaba ella, a menos de un metro de distancia y con una sonrisa disimulada, como si se hubiera dado cuenta de su distraccion. Ademas de la autentica sorpresa, el impacto fue aun mayor porque ella se habia cortado el cabello, que antes le alcanzaba los hombros y ahora era diminuto, pegado al craneo, lo que hacia mas nitidos y claros los rasgos simetricos de su rostro y la calidez de su mirada abierta y risuena. Fue entonces cuando por primera vez se le ocurrio que debia hablar con ella, tal vez saludarla simplemente, despues de todo eran vecinos, penso, no tendria nada de extrano. Habian pasado siete meses, mas de 200 dias desde que šla conocia? y curiosamente, por conflictos y tareas personales, por exceso de trabajo y presiones, por animo misantropo y deseos de soledad, acaso incluso por no sentirse emocional y afectivamente preparado para ello o por llana timidez, jamas habia pensado en dirigirle la palabra. As i que reunio animos y se prometio que hablaria con ella la siguiente ocasion en que la encontrara de nuevo. Paso mas de un mes sin que volviera a aparecer. Parecia como si la suerte le hubiera jugado una mala pasada, como si algun dios cruel y jugueton se burlara de sus propositos y sus deseos. "Pero como no hable antes con ella", penso desconsolado, imaginando que se habria cambiado de casa, que vivia ya en otra ciudad o acaso en otro pais. La historia de su desencuentro parecia tejerse ahora con los hilos de un destino irremediable, incompleto y triste. La aparicion se habia tornado obsesion, y como todas ellas , conjuntaba los rasgos de la patologia y la idealizacion con los del enamoramiento y la frustracion. Se fue resignando al darse cuenta que habia sido tan solo una invencion creada por su propio deseo y sus intimas ambiciones, por sus ilusiones y suenos mas disparatados. Se supo entonces enamorado de un fantasma, de una aparicion, de un holograma amoroso. Se convencio a tal grado de este argumento que, el dia preciso en que ella regreso de sus vacaciones y se toparon de frente a media calle, el no pudo reco nocerla, no pudo verla porque ya amaba otra cosa que solo existia en su recuerdo y en su corazon. .