GUIA: SANBLA SECCION INF. GRAL. PAG. 15 CABEZA: La ira de San Blas: 3 asesinos del doctor, a la hoguera Son casi las 10:30 de la manana y los sanblasenos comienzan a llegar en pequenos grupos hasta la carcel municipal. Poco a poco el numero aumenta hasta sumar mas de 400 personas que exigen justicia. Dentro de la celda sombria, sucia, maloliente, el autor material del homicidio se muestra incredulo de que cedan los gruesos barrotes de acero de la puerta y la ventana. Es Bernardino Ortega Pintle, de 25 anos de edad, regordete y altanero, segun cuentan sus vecinos de este lugar. Sus complices identificados son Fausto Altamirano Solis, de 20 anos, moreno claro de estatura regular, y Jose Manuel Patuchi, de 19 anos, blanco y de complexion regular. Tambien esta Jose Cruz Munoz o Sanchez quien se presume el es autor intelectual del crimen, segun revelo cuatro dias despues una publicacion de Salina Cruz, la que afirmo que esta detenido en una carcel de Oaxaca, la capital. Conforme transcurren los minutos el grupo de sanblasenos se multiplica y aumenta la presion, la inconformidad y el disgusto de hombres, mujeres, adolescentes y ancianos que apenas prestan atencion a dona Felipa Bautista, viuda del doctor Salud Lopez, que en zapoteco los llama a evitar un bano de sangre. "Que la pena que nos embarga por la muerte de mi esposo no se multiplique", decia a sus paisanos que airados habian ya tomado como templete el vehiculo del agente del Ministerio Publico, Jose Cain Gutierrez Jacinto, segun refiere el encargado de un comercio ubicado frente de la plaza municipal. En el primer piso del palacio de gobierno local, construccion antigua, con fachada verde, al centro un porton en arco que comunica al frente con la explanada trasera, asoman de vez en vez los policias municipales, unos ocho, quiza 10, nadie lo precisa, para todos, tehuanos y blasenos, el momento era confuso. Abajo, junto a su madre, el tambien medico Francisco Salud Bautista pedia controlar los animos cada vez mas exaltados del gentio. "No hagan nada, dejemos en manos de las autoridades el castigo a estos delincuentes; tenemos que confiar en que se hara justicia y no habra un crimen impune", les decia. Pero ya el rumor habia corrido, se decia que Jose Manuel Patuchi era hijo de un prospero empresario de Tuxtepec, municipio del que provenian los asaltantes. Se creia que podria quedar libre. La multitud insistia "Yuu ahini gushana gavia" -si mataron que mueran-. Era casi el medio dia y el panico se hacia mas evidente en los homicidas a cada arremetida del gentio contra la puerta y la ventana de la carcel municipal. Cada intento frustrado por desprender los barrotes de la ventana o abrir el candado de la puerta aumentaba la inconformidad de la muchedumbre -cuentan algunos testigos que, al igual que los blasenos, rehusan recordar esa manana. Una segueta con arco llega en manos de alguien hasta la puerta de la celda, lentamente comienza a cortar el candado, mientras que en la Agencia del Ministerio Publico se multiplican los llamados a otras policias para que lleguen refuerzos. Entre las uniones de los ladrillos rojos desgastadas por el paso del tiempo y la caida del aplanado, se prenden los dedos de varios que buscan alcanzar la ventana para quitar los barrotes. El desgastado escalon de piedra que lleva al pasillo por el que se llega a las escaleras para subir al primer nivel del inmueble municipal, se cimbra con el peso del gentio apostado a la puerta de la celda. Airado, el gentio se percato de pronto que eran filmados por un vecino de la region, el que al ser descubierto fue despojado de su camara para quitarle la cinta. Al pretender dejar la zona en su automovil solo consiguio que le rompieran el parabrisas de su vehiculo. La cosa paro alli, aunque el susto no. Hay quien dice que salio de viaje y otros que ni siquiera era de la zona. Todos coinciden, no obstante, que la nobleza es caracteristica de los sanblasenos. Tambien la unidad que mantienen los distingue. Es gente trabajadora que sobresale en la produccion agricola, que en gran medida satisface la demanda de los tehuanos, municipio del que alguna vez fuera villa. Eso si, admiten los vecinos de Tehuantepec que son entrevistados: es gente buena, pero ca...nija, con nadie se meten y solo eso piden tambien. Quien los busca los encuentra, especialmente quien ignora que en San Blas Atempa es un municipio independiente que se jacta de ello. Tambien es un pueblo orgulloso de si, considerado de los mas trabajadores de la region. No hay mucha riqueza, pero tampoco pobreza. Si las familias no tienen pique entre si ellas se ayudan en todas las formas pero bien se sabe que cuando es al contrario ni meterse, platica recargado sobre su puesto de tacos un vecino de Tehuantepec. Tambien el taxista advierte que son una cosa seria. "Por las noches entrar mas alla del parque municipal, frente al palacio, es temerario porque pueden salir al paso del carro para hacer la cooperacha y comprar una cerveza", dice. "En las fiestas del pueblo los agarrones siempre son a balazos, pero siempre es entre ellos, nadie se mete, porque de lo contrario las rencillas se dejan para despues y todo el pueblo se une en una causa comun, es mejor dejarlos tranquilos", cuenta un tendero de "tehua". Solo asi, con estos rasgos puede explicarse la reaccion de los sanblasenos, quienes tenian en el doctor Salud Lopez no solo un benefactor, sino un consejero. Era quien siempre estaba dispuesto a ayudar a sus paisanos. Lo mismo daba la consulta gratuita a quien no tenia, que el que regalaba las medicinas, o prestaba los 20, 30, 40 mil pesos o mas para subsanar cualquier urgencia de algun sanblaseno apurado. Nadie ignoraba que en su consultorio guardaba dinero y alhajas que en prenda lo dejaba la comunidad. Tampoco lo ignoraba Jose Cruz Munoz o Lopez, quien se dice fue agente judicial y sabia de los movimientos del doctor Salud Lopez. Incluso se dice que el martes 16 de febrero se quedo afuera del consultorio mientras sus complices cometian el asalto y de esa manera evitar que lo identificaran. Son muchos rumores y versiones las que todavia se cuentan en Tehua y San Blas Atempa sobre lo ocurrido, pero hay una coincidencia; era un crimen que no podia quedar impune. Ese martes, al filo de las 10:15 horas, llegaron Bernardino, Fausto, Jose Manuel y Jose -dicen que con alguien mas-, para cometer el asalto contra el consultorio del doctor Salud Lopez. Viajaban en un automovil Ford Topaz blanco, sin placas de circulacion y con un permiso provisional para circular, pegado en el medallon trasero. La casa del galeno se ubica en la calle Juarez. Es una construccion de un solo piso y cerca de 40 metros de largo, pintada con una franja verde de metro y medio, ventanas negras y el resto de la fachada de color amarillo. En frente queda la casa de su hijo, el tambien medico Francisco Salud. El mismo domicilio contenia el consultorio de Salud Lopez, en el que habia una antesala pequena, con muebles de madera claros, puerta negra de lamina que siempre estaba abierta y que sirvio a sus asaltantes y asesinos para entrar sin dificultad. Fue Bernardino y Fausto quienes irrumpieron en el consultorio y sorprendieron al medico, su esposa y su hijo, asi como a una paciente. Los amagaron con la pistola calibre 38 super que llevaba Bernardino, mientras su complice tomaba el millon 800 mil pesos que guardaba el doctor Salud Lopez en su escritorio. "Queremos mas, sabemos que tienes mas dinero", decian los asaltantes al galeno, quien les replicaba que habia tenido que realizar varios gastos muy temprano y no contaba con mas efectivo. Bernardino agresivo y molesto exigia mas dinero, mientras que dona Felipa tranquilizaba en idioma zapoteco a la paciente, hecho que propicio el desenlace fatal. Confiado todavia en que solo tomarian el dinero, el doctor Salud Lopez quiso dar la vuelta para dirigirse a la puerta. Una detonacion antecedio al desplome del medico, quien murio cuando la bala pego en su pecho. Una laguna se abre en el relato; los asaltantes dejaron el consultorio para darse a la fuga, apenas eran las 10:30 de la manana y de inmediato corrio la noticia de su asesinato. Los vecinos se abocaron a buscarlos. Todas las caracteristicas del vehiculo Topaz fueron dadas a la policia municipal de San Blas Atempa, de Tehuacan, de la Federal de Caminos, de la Judicial. Todos buscaron a los homicidas del medico benefactor, quien al morir tenia 67 anos, apenas los habia cumplido cinco dias antes, el once de febrero. Se habia jubilado como medico del ISSSSTE. Era un hombre recio de cara casi redonda, robusto y de barba cerrada pintada por canas al igual que su abundante cabello. Afuera de la carcel municipal de Tehua, el candado comienza a ceder. Son cientos de hombres con camisas de algodon, de manga corta, que quedan fuera de los pantalones, que al igual que sus camisas son de los mas variados colores. Unos con huaraches, otros con zapatos y los hay tambien con tenis, las senoras visten faldas hasta el tobillo de telas ligeras como el algodon. Los colores son vivos; los hay verdes, rojos, azules y amarillos. Estan ataviadas con arracadas y collares de oro finamente labrados y que caen sobre las blusas de grandes flores bordadas en tonos rosa, naranja, guinda. Tambien hay adolescentes de ambos sexos con vestimentas mas ocasionales que hacen juegos con los rebozos que rodean las munecas y cruzan por la espalda de las no menos indignadas senoras mayores. Gente recia de campo, de piel curtida por el sol quemante de la zona. Las manos delgadas, callosas pero fuertes al apreton que hace saltar sus venas. Los sombreros de palma y mimbre no ocultan el coraje que reflejan sus ojos. El gesto en verdad atemoriza. Muchos curiosos prefieren alejarse a las angostas aceras de las calles que rodean la plaza trasera de la alcaldia. El griterio de pronto es mas sonoro, el candado cae a los pies de los que arremolinados en la puerta esperaban ese momento para penetrar en la carcel y apoderarse de los tres asaltantes identificados .