GUIA: TEXTO SECCION: CULTURA PAG. 9 CINTILLO: Reflexiones sobre pintura CABEZA: Un texto olvidado de Jaime Torres Bodet SUMARIO: "No es raro que hoy en dia salgan a la luz documentos desconocidos y olvidados de los Contemporaaneos", como el que el autor ofrece en este texto y que aborda el arte de Manuel Rodriguez Lozano CREDITO: Enrique Franco Calvo El 24 de marzo de 1992, en la Sala Alfonso Reyes de El Colegio de Mexico, tuve dos oportunidades: la primera, de orden personal, con-sistio en poder senalar ante un grupo colegiado mis -ideas acerca de uno de mis autores favoritos, Xavier Villaurrutia; la segunda oportunidad, personalmente ajena, fue la de escuchar una de las conferencias mas caoticas y sin fundamentos sobre la obra de Jaime Torres Bodet. Si bien Torres Bodet, debido a su poligrafia, no es un autor breve -cuantitativamente hablando-, lo ci erto es que no es tampoco uno dificil. La obra del autor de Tiempo de arena se lee facil, se deja entender docilmente. Aunque con esto no quiero decir de ningun modo que sea la suya una literatura gratuita, no. Muy por el contrario, su accesibilidad y su sencillez radican en el conocimiento y el estudio del idioma, en una busqueda por ser claro pese a que el tema que se aborde sea complejo. Asi, Torres Bodet, al igual que varios de sus companeros de gene-ra-cion, cuenta dentro de la historia de la cultura nacional con un papel preponderante, tanto por su presencia como servidor publico -recuerdese que fue secretario de Relaciones Exteriores y de Educacion Publica, entre otros multiples cargos-, como por su quehacer intelectual. Hoy dia, para acercarse a su obra hay cierta comodidad. Un buen numero de sus textos los podemos encontrar en sus Obras escogidas, o bien en volumenes sueltos donde se ha reunido poesia o alguns de sus escritos especificos de un genero. Por ejemplo, el ano pasado salio a la luz una compilacion que llevo a cabo Luis Mario Schneider y que edito El Colegio de Mexico: El juglar y la domadora y otros relatos desconocidos de Jaime Torres Bodet. En dicho libro se reunieron algunas narraciones que no fueron incluidas en la Narrativa completa que editara Rafael Solana quien, sin duda alguna, habia tenido la virtud de conjuntar casi toda la narrativa de Torres Bodet conocida hasta esos momentos. Ahora bien, retomando el asunto con que habia iniciado este texto, si bien no es raro que hoy en dia salgan a la luz documentos desconocidos u olvidados de los Contemporaneos, lo cierto es que quien se jacte de conocer a un autor no se puede atrever a comentar de manera irresponsable o dudosa su legado literario. Torres Bodet tuvo la cualidad de haberse preocupado por hacer volumen algunas de sus obras dispersas, con el fin -supongo- de poder ofrecer un panorama lo mas fiel posible de su quehacer: pretendie ndo con ello, antes que nada, ser fiel a si mismo. De tal forma que si aun no se han editado las ``obras completas'' de Torres Bodet esto no es motivo para que cualquiera se atreva a decir incoherencias acerca de su produccion y mucho menos es permitible que se lancen invectivas acerca de su vida. Se ha dicho, por ejemplo, que Torres Bodet no escribio sobre pintura mas que un libro sobre pintores venecianos. No es cierto. Si bien no le dedico gran tiempo ni tinta al tema de las artes plasticas, podemos afir mar que estas no le fueron ajenas. A mi con-si-de-ra-cion, lo que sucede es que -y como pasa con muchos de los textos de los Contemporaneos- aun hay mucho que estudiar, investigar y publicar acerca de sus obras, ineditas o, como es el siguiente caso, olvidadas. A continuacion transcribo un texto casi desconocido de Jaime Torres Bodet que viene a ser la confirmacion de que este humanista si escribio en su momento algo mas de lo que se ha citado de su critica sobre pintura. Por cierto, en el habla sobre la pintura de un autor mexicano cuya estetica y forma de ver la vida era muy cercana a la del grupo sin grupo. ``Manuel Rodriguez Lozano, por Jaime Torres Bodet.-Frente a las tendencias ilustrativas, por no decir anecdoticas, que el observador menos exigente puede comprobar en cier-ta porcion de la pintura mexicana contemporanea, el arte de Manuel Rodriguez Lozano realiza, esforzadamente, un ideal de rigor y de austeridad. ''En la obra de este pintor cuya juventud no fue escasa en aciertos de tonalidad y de ritmo -es decir, de musica- resulta curioso ver con que segura constancia va consiguiendo la edad una condensacion escultorica, sin balbuceos decorativos. Dominio de la lucidez sobre el sueno y de la razon sobre la sensualidad. Si, dominio, pero tan suave, que los suenos no se marchitan y los sentidos no se endurecen. Lo que ocurre con estos es que ninguno pretende ya tiranizar a los otros, sino ayudarlos, obedeciendo al a rtista y sirviendo al hombre. Todos vibran reunidos, en consonancia tan justa, que los valores individuales parecen ingresar a un segundo termino, como se pierden las notas -para el oido sin experiencia- en la sonoridad del acorde que las combina. ''En las antiguas telas de Rodriguez Lozano lo que atraia esencialmente al espectador era el `clima' de la pintura. Ahora, merced a un despojamiento deliberado de cuanto pudiera ser concebido como aportacion posterior de la inteligencia, el autor de silencio ha llegado a prescindir de las afinidades literarias que su vocacion juvenil no disimulaba. ''Desdenoso del episodio -a la descripcion de cuyas faciles incidencias se han consagrado tantos artistas- invierte el lo mas genuino de su talento, no en rodear de penumbra los temas en que se goza, sino, al contrario, en traducirlos para los ojos con una linea que acentua lo que dice, sin ignorar lo que calla. ''Para semejante equilibrio, necesitaba el pintor dominar, ante todo, los secretos del dibujante. Ello explica, en Rodriguez Lozano, el rigor con que cada linea obedece al designio profundo del cuadro entero, eludiendo lo temporal, lo fluente -que la poesia y la musica reproducen mucho mejor- y prefiriendo, a la tentacion del relato que desordena las formas, el respecto de los valores tactiles del asunto''. (Boletin Mensual Carta Blanca, ano IV, numero 7, septiembre de 1937) Nota: Como todos sabemos el Boletin Carta Blanca tuvo varias epocas, pero su auge se dio en la parte final de la decada de los anos 30, cuando escribieron en el casi todo el grupo de Contemporaneos y otros intelectuales de prestigio del momento. Jaime Torres Bodet no podia dejar pasar dicha oportunidad pues, como es sabido, siempre estuvo buscando como hacer su ``biografia''. Para los interesados, el colofon de uno delos boletines senala lo siguiente: ``Boletin mensual. Se publica los dias 1 de cada mes (al gunas veces fue bimestral), por la Cia. Comercial Distribuidora, 10a. del Cipres, 280. Mexico, D.F. Registrado como articulo de segunda clase en la Direccion General de Co-rreos de la Ciudad de Mexico, el 4 de junio de 1934''. .