2 SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: El Pacto de Los Pinos CREDITO: CIRO MAYEN* Quiza las dificultades hayan hecho considerar al gobierno zedillista que la mejor manera de preservar la estabilidad social y politica del pais es a traves de una mayor y rapida apertura politica. Al parecer, el presidente Zedillo tiene claro que sin una pacificacion firme, cualquier estrategia de estabilizacion economica ira al fracaso, por ello intenta un nuevo acuerdo politico con la oposicion, principalmente la ubicada en la izquierda. Eso motivo el dialogo con la dirigencia perredista y la firma del llamado "Pacto de Los Pinos". Los compromisos para un Acuerdo Politico Nacional son un notable avance en la normalizacion de las relaciones entre las diversas fuerzas politicas del pais. Al mismo tiempo constituyen un dique para las fuerzas que propugnan por salidas violentas o para quienes apuestan al desmoronamiento de las instituciones de la Republica. Se trata de un nuevo esfuerzo para completar el proceso de reforma democratica ya iniciado, que estimulo cambios fundamentales en nuestra vida politica en los ultimos anos y que ahora requiere de un nuevo impulso. Como se ha reconocido en reiteradas ocasiones, sin una reforma electoral que deje satisfechos a los principales partidos politicos nacionales no es posible salir del permanente conflicto poselectoral. Los compromisos aun cuando son solo el comienzo de un largo proceso de intercambios y deliberaciones tetrapartidista enfrenta importantes obstaculos. Los mas claros son la resistencia por parte de los sectores mas radicales del partido del sol azteca, incluido su dirigente principal, Cuauhtemoc Cardenas y los sectores priistas identificados como "duros", asi lo han mostrado los mas recientes acontecimientos en Tabasco. Recordemos que en enero del ano pasado un acuerdo avalado por la dirigencia perredista fue abiertamente descalificado por Cuauhtemoc Cardenas y por el nucleo mas radical de ese partido. A decir verdad, la posibilidad de que dicho acuerdo se materialice no esta garantizada y no tanto por la ausencia de instrumentos que le den viabilidad, sino porque es previsible que el Presidente habra de enfrentar una furiosa reaccion de los sectores duros del regimen, que ven en este tipo de acuerdos un atentado a sus privilegios. Aunque se que a algunos les puede parecer una evocacion al pasado, pienso que la mejor forma de resistir esos embates dependera de la conformacion de una coalicion, formada por los sectores modernizadores del gobierno, las corrientes moderadas de las oposiciones de izquierda y derecha y los grupos democraticos de la sociedad civil que sea capaz de establecer la agenda viable para la modernizacion de nuestras instituciones politicas. A las presiones internas que realizan los duros se suman las condiciones del gobierno y del Congreso norteamericano para autorizar el paquete crediticio y que tienen que ver fundamentalmente con las desproporcionadas garantias exigidas a Mexico. Lo cierto es que lo que suceda en Washington afectara las posibilidades de materializar el Pacto de Los Pinos. El exito de los acuerdos en materia politica estan ligados a la estabilizacion de la economia, pues de lo contrario seria mas dificil amortiguar las presiones sociales para solucionar el problema del deterioro de la calidad de vida de la mayoria de los mexicanos. Lo mas preocupante en este momento, fuera de las enormes dificultades economicas, es la crisis de confianza que ha cobrado proporciones insospechadas. Se requieren cambios radicales para recuperar la credibilidad ciudadana, porque es la credibilidad uno de los factores fundamentales en los que sustenta la legitimidad de los sistemas politicos modernos. Ya no sera suficiente profundizar la reforma economica, ni poner en marcha una reforma exclusivamente electoral. Entendamoslo, los mecanismos del sistema tradicional se han desgastado, ahora requerimos de nuevos arreglos institucionales consensados. Sin embargo, el conflicto tabasqueno y tambien de alguna manera el chiapaneco han mostrado que el avance de los compromisos alcanzados en Los Pinos puede interrumpirse si no se resuelve el modo adecuado mediante el cual deberan promoverse las reformas politicas democraticas en el nivel local, sin lastimar la soberania de los estados y sin reproducir la formula salinista de los interinatos y las concertaciones extralegales. Fortalecer a los grupos moderados de los partidos opositores, para allanar el camino a los acuerdos politicos y debilitar a los sectores radicales pasando por alto la legalidad puede resultar posteriormente contraproducente para todos los actores. La apuesta por la democracia elevara las probabilidades para hacer gobernable al pais en el corto y mediano plazo, pero si el gobierno de Zedillo quiere tener exito contra las tendencias inmovilistas de su propio partido y las tendencias intransigentes de la oposicion de izquierda debera apoyarse en un bloque democratico para vigorizar la vida politica de nuestro pais. Quizas este sea uno de los momentos mas propicios para repensar la actividad politica, como un ejercicio permanente de dialogo y compromisos. *Economista, Profesor del IPN .