SECCION INF. GRAL. PAG. 6 BALAZO: RAZONES CABEZA: TABASCO: A CONSULTA POPULAR CREDITO: Jorge Fernandez Menendez Ahora que esta de moda hablar de los acuerdos de la Moncloa, como referente historico del llamado Acuerdo de Los Pinos, es conveniente recordar que una de las medidas mas trascendentes que adopto la naciente democracia espanola, una vez concluido dicho pacto, fue la de la consulta popular para dilucidar problemas tan importantes para el pais como el ingreso o no la OTAN, que fue motivo de un referendum nacional, asi como el establecimiento de consultas populares en las provincias para resolver problemas par ticularmente sensibles, especialmente a la hora de resolver los llamados estatutos autonomos o sea el tipo de relacion de diversas provincias que reclamaban autonomia administrativa respecto al Estado. A partir de alli se decidio, en varios casos, la decision de aplicar consultas populares que permitieron el establecimiento de gobiernos autonomos para varias de esas provincias volviendo (y superando) formas de la Republica que habian sido aniquiladas por el ferreo centralismo franquista. El tema viene a cuento porque en el marco de las negociaciones que se estan realizando en Tabasco, el gobierno local y el PRI (y alli se nota, evidentemente, la mano de Luis F. Aguilar que ha estudiado y mucho estos temas) han decidido impulsar la propuesta de realizar una consulta popular para definir si se convoca o no a nuevas elecciones, para saber, en definitiva, si continua Roberto Madrazo como gobernador o no. Se habla de consulta popular porque sin duda seria distinto de un referendum o plebiscito p orque estos suelen aplicarse para la aprobacion o el rechazo de normas juridicas. La propuesta es interesante por partida doble: primero, porque sienta un antecedente en el ambito nacional respecto a un punto que en el pasado fue rechazado vigorosamente: desde el inicio de la reforma politica en 1979, se prefirio que los acuerdos sean por arriba, en la superestructura de la sociedad politica mas que en sus bases. Ello tuvo, en su momento, una logica: dificilmente se hubiera podido llegar a acuerdos de trascendencia y se hubiera logrado democratizar el sistema politico, si no se realizaba n una serie de reformas que literalmente abrieran el juego politico a fuerzas de la oposicion que estaban fuera de el. Y no nos enganemos: siguen siendo imprescindibles los acuerdos entre las superestructuras politicas para avanzar en la reforma del poder y la mejor demostracion de ello la tenemos en los recientes acuerdos de Los Pinos. La diferencia, es que, como deciamos la semana pasada, el momento exige que esa reforma, ademas de impulsarse desde la cupula debe ser puesta de cabeza y comenzar a aplicarse desde abajo, como una forma de romper con los sectores de poder (que, insistimos, pertenecen tanto al oficialismo com o a la oposicion) que intentan boicotear la reforma. Y en este sentido, sin duda, la decision de comenzar a recurrir a la consulta popular para destrabar decisiones politicas en las que no se puede alcanzar el consenso, puede ser una herramienta especialmente util. En segundo termino, porque en el caso especifico de Tabasco la salida de la consulta popular es practicamente la unica mediante la cual todos los actores pueden sentir que se respetaron sus derechos. El gobierno local no puede renunciar por una decision del centro, ni el gobierno federal puede exigirselo, menos aun en un momento en que otra cara de la estrategia reformista es delegar en forma creciente derechos y responsabilidades del centro hacia los estados y municipios. El PRI considera que gano con just icia la eleccion y que la diferencia de votos fue lo suficientemente amplia como para que esa eleccion sea legal y legitima: en su caso, pedirle a traves de un acuerdo "por arriba" que resigne sus posiciones de poder no solo resultaria peligroso (y ahi tenemos la reaccion del priismo tabasqueno los dias pasados), sino que tambien terminaria fortaleciendo, aunque suene paradojico para algunos, a los sectores mas duros, a los partidarios de frenar cualquier reforma que abra definitivamente los espacios democr atizadores. Para el PRD las elecciones del estado no fueron legitimas: si bien ha presentado una larga lista de supuestas irregularidades, lo cierto es que la gran mayoria de estas no se apoyan en su validez legal: preguntemonos como se podria anular una eleccion si no existen argumentos legales para hacerlo. Por eso, en el caso perredista lo que esta (o lo que deberia estar) a debate, mas que la legalidad es la legitimidad del proceso electoral tabasqueno. En este sentido, incluso si se concordara plenamen te con las posiciones perredistas, la unica salida coherente es consultar abierta, publicamente, a la sociedad respecto a la legitimidad electoral del nuevo gobierno estatal. Si la sociedad considera ilegitimo ese gobierno debera haber en plazo perentorio nuevas elecciones, si no este recuperara por la via electoral la legitimidad cuestionada. Por supuesto que esta propuesta seria inutil si no se parte de abolir las bases del debate sobre la ilegitimidad, que no es otra que la participacion del gobierno en los organos electorales, lo que puede redundar en mecanismos que impongan igualdad juridica, pero poca equidad politica a los contendientes. Por eso la propuesta se debe complementar con la realizacion de una acelerada reforma electoral estatal, basada, sobre todo, en la plena ciudadanizacion de los organismos electorales en el estado, para que sea ese organismo ciudadanizado el que convoque a la consulta popular, la organice y la controle. Al mismo tiempo, esa decision correra amparada en el gran paraguas que debera ser la reforma politica global que buscara esos mismos objetivos (y muchos otros) en el ambito nacional. Los sectores perredistas que siguen prefiriendo que el acuerdo para Tabasco se de solo en la mesa de negociaciones no toman en cuenta que, primero, esa es una posicion politica destinada al fracaso, porque no se alcanzara el consenso; segundo, que esa posicion de buscar salidas solamente cupulares sera interpretada por la sociedad como lo que aparentemente es: la expresion de viejas y rebasadas formas de hacer politica que encuentran su respuesta y paralelo en el jurassic park priista; tercero , que la formula de la consulta popular que tan presente estuvo durante anos en las fuerzas de izquierda de las que mucho se ha nutrido el perredismo puede ser un instrumento muy util para el conjunto de las fuerzas democraticas y reformistas en el futuro. Sobre todo para saldar conflictos en el cual las diferencias no se dan en forma vertical, sino, como ahora ocurre, en forma horizontal, o sea para derimir posiciones que tienen puntos de vista distintos aun dentro de los mismos partidos, sin poner a est os al borde de la ruptura en cada decision de ese tipo. Y esa, para quien le interese, es otra de las lecciones de la transicion espanola. .