SECCION CIUDAD PAGINA 18 BALAZO: CABEZA: El que por su gusto muere... CREDITO: Javier Gonzalez Batta* Ni en tiempos de Hitler, en el Colegio Aleman, de Tacubaya, dejabamos de rendirles honores a la Bandera y al Himno Nacional, con todo y que algun maestro de corte fascistoide nos hacia recitar el Deutches Alles. Era, como es aun para los ninos actuales, emocion indescriptible entonar todos los lunes el Himno, brazo en escuadra al pecho, muy derechitos y siguiendo sin pestanear el ondear de la Bandera y cantando con brio y sin apuntador todas las estrofas del salmo, hasta aquella de "Patria, Patria, tus hijos de juran..." Asi iniciabamos la semana bajo el amparo del nacionalismo moderado al cual ninguna modernidad, jamas, debera hacerle sombra. Las clases de canto con la maestra Sosa, por otra parte, eran fiestas para el espiritu que, aparte de joyas de Tata Nacho, Ponce y Barcelata, entre otros, nos ponia piezas de corte epico: Bandera mexicana, bandera tricolor, que ondulas arrogante por toda la nacion... Y no se diga quienes alguna vez tuvimos oportunidad de ir un 24 de febrero al Zocalo, a celebrar en su dia, a nuestra mayor insignia. Se ponia chinito el cuero al reunirse miles de voces para saludarla y cantarle suerte de Mananitas. De grandes, vinieron los demagogos, populistas a favor y monetaristas en contra del nacionalismo. Y aun cuando, repito, se sigue honrando a nuestros simbolos en las escuelas, ya aparecio por ahi una intencion muy definida para socavar tan bella practica. Pertenecen a los Testigos de Jehova, lo cual no importa, igual podrian haber sido testigos del ataque de celos por lo que Hipolito mato a Rosita Alvirez. Lo que si tiene mucho que ver es que, como todos sabemos y cada vez se hace mas ostensible la actitud, entre sus predicas y ejercicios esta el prohibirles a sus feligreses que le rindan culto a los simbolos patrios, supuestamente que a nadie deben reconocer al igual o por encima de su version de Dios. Y mucho me temo que en esto hay gato y no deidad encerrada, porque ya vera el lector como, al tiempo, esos ninos a los cuales se les prohibe ahora cantar el Himno, seran proclives denostadores de nuestras tradiciones para loar, como ya tambien se ha extendido la tendencia, al imperialismo avasallador, subliminidad y/o fusil de por medio. Las muestras se siguen multiplicando como sarampion en las escuelas capitalinas, y si a eso le anadimos que al tal Coque Muniz se le olvida ante millones de ninos mexicanos que lo ven por teve, las elementales estrofas del Himno Nacional, y que lejos de apenarse ha hecho de ese ofensivo acto un motivo mas de cuchufleta, pues, ahi si que la acabamos de amolar. Y no quiero llegar a la crueldad de suponer que en el pecado llevan la penitencia tales Testigos, por aquello de que como tampoco admiten transfusiones de sangre, se estan muriendo muy seguido, segun se sabe, en los hospitales metropolitanos. Lo que deseo remarcar es que, a mi modo de ver, esta creencia resulta tan torpe como la otra, pero, al menos, en este segundo caso, solo ellos se siguen el perjuicio y dice el dicho que el que por su gusto muere... hasta la muerte le sabe. *Periodista .