SECCION CULTURA PAGINA 35 CABEZA: CRISIS: NUEVAS OPORTUNIDADES CREDITO: su aliado, convertian en factor de orden, o desviaban espacios inofensivos. Muerte, conflicto, enfermedad y violencia, eran transmutados mediante el rito, juego, transgresion ( Pero llego la ciencia, rechazo rituales, religion y magia, y mas temprano que tarde proclamo triunfante: e vuelve mas incierta. Esa razon que despierta, bruscamente, de su sueno de omnipotencia y se va quedando muda, sin respuesta frente a las interrogantes que aumentan. Hay que proclamar el fin de la historia y el fracaso del pensamiento, quien cuestiona la consistencia del sujeto; el posmodernismo habla de simulaciones y deconstruccion. El caos parece imponerse progresivamente como un nuevo orden de cosas; aquello que nos desconcierta le gana terreno a nuestras fragiles certezas. La realidad quiere obligarnos a aceptar que mientras mas conocimientos tenemos, menos comprendemos y mas vulnerables somos. Perdemos direccion y valores, de todo sospechamos y los sistemas explicativos se desmoronan. Si de politica hablamos, hemos visto como el poder dejo de ser guardian del sentido ligado como esta a un orden simbolico relativamente estable y ya nadie confia en el funcionario publico; si de ciencia, su saber se nos antoja cada vez mas insuficiente. El tiempo se acelera y nuestra percepcion de el en virtud de los viajes al espacio, la computadora y la television ya no es lineal sino simultanea. El espacio ur bano se encuentra en permanente riesgo de catastrofe. Vivimos una realidad fragmentada. Hay inestabilidad y prevalece lo efimero. La duda es pan cotidiano. Pero a pesar de esta sensacion de absurdo o sin sentido, de inevitable riesgo, la irrupcion de lo inedito fascina, la complejidad encanta. Y es que todo tiempo de desorden es tambien uno de nuevos comienzos. En la antigua China habia una expresion muy justa para hablar de crisis: wei-chi, que es una combinacion de wei: peligro y chi: oportunidad. Una crisis puede ser considerada entonces como catastrofe, algo terrible que hay que evitar a cualquier precio, o bien como un momento decisiv o, como la posibilidad de que algo nuevo suceda, una valiosa oportunidad de cambio. Las crisis son inevitables, pensemos que tambien pueden ser fecundas y creadoras, que podemos fortalecernos de ellas, hacer que resulten en un orden superior. Pensemos que toda ruptura (pienso igual en amores y duelos) tiene un lado luminoso. Trae consigo aires frescos y renacimientos, promesas nuevas. Nos sacude a imaginar, inventar. Podemos padecer la crisis, sufrirla, lamentarla. O podemos asumir la posibilidad que nos ofrece de movimiento y cambios radicales, permitir que nos temple y con audacia pensar en las transformaciones que anhelamos, luchar por ellas. No digo que sea facil, digo que debemos aceptar rupturas, y asumir esas oportunidades de cambio que solo las crisis profundas brindan. Son inevitables, veamos pues su aspecto alentador, sin duda lo tiene. Hay cosas que solo durante las crisis somos capaces de advertir; rumbos que solo en momentos como este podemos corregir. Social e individualmente. *Psicoanalista y escritora. .