SECCION CULTURA PAGINA 37 CABEZA: CREDITO: ENESIMO NEMO De su talento, su consistente informacion y formacion musical, de su precocidad y su energia creativa se ha hablado ya extensamente, y con sobrada autoridad lo han hehco condiscipulos y amigos suyos de tambien gran talento, como el compositor Mario Lavista, que convivio con el en la catedra del maestro Carlos Chavez, en los anos juveniles. Pero aunque dedico principalmente sus esfuerzos a la direccion de conjuntos orquestales, y muy especialmente a la difusion de la musica contemporanea de Mexico y de otros paises, tambien se ocupo tempranamente de la opera: ya en 1964, a los 22 anos de edad, dirigia una primera Aida en el Palacio de Bellas Artes, y desde 1966, en el Teatro Iris, una Carmen (con jovenes cantantes mexicanos: Belen Amparan, Salvador Novoa, Roberto Banuelas, Hortensia Cervantes) y en el Teatro Degollado de Guadalaj ara (cuya orquesta estaba a su cargo), destacadas funciones de Lucia, en las que Placido Domingo, a punto de convertirse en grande estrella, actuaba junto al baritono Sherrill Milnes y la soprano Ernestina Garfias, que tambien cantaron con el en un Barbero de Rossini, montado el 16 de septiembre del mismo ano, bajo la direccion de escena de Carlos Diaz Du-Pond. Volvio al teatro de Bellas Artes en 1971 para dirigir unos Cuentos de Hoffmann, como despues, en 1981, El castillo de barba azul, de Bartok y el estreno en Mexico de Il prigionero, de Luigi Dallapicola. Algun comentarista recogia las declaraciones hechas por Mata (con motivo de su ingreso al Colegio Nacional en 1984) contra los flancos servicios hechos por los medios, y especialmente por la TV, a la musica clasica y a la musica moderna de gran calidad, transmitiendo musica ramplona, degradando incluso a los valores vernaculos y confundiendolo todo en un discurso comercial caotico, mediocre y sin sentido. Pero peor que nunca anda la television en estos anos (y es oportuno advertirlo ahora) porque ni siquiera los dos canales cultos que nos quedan (el casi invisible 22, de escasa audiencia popular) y el canal 11, de cobertura tambien limitada en el pais, se ocupan de difundir las grabaciones consumadas en el Palacio de Bellas Artes y en otros foros, y mucho menos las numerosas grabaciones en video (y en audio) que se han hecho de la opera. Suelen transmitirse por el 22, y por el 11 (fragmentariamente en los ultimos tiempos), videos y discos laser por los que se cubre a las empresas productoras la necesaria cuota de algunos miles de dolares, pero nadie se ocupa de transmitir nuestros propios videos, entre los que cuentan muchos dignos de ser difundidos (aunque habria que difundirlos todos). La audiencia potencial de los aficionados a la opera es grande en el campo de la TV, y si no se transmiten las producciones locales, jamas se conseguiran patrocinios, ni se promovera la imagen de nuestros musicos y artistas, ni se obtendran recursos economicos para retribuirlos en su momento con las regalias a las que se tiene derecho y las que con ellos se pacten. En todo el mundo, la transmision de los espectaculos a traves de las redes abiertas de TV, incluidos los sistemas que se apoyan en senales de satelites, han beneficiado a la muscia y a los artistas. ¨Por que no se transmiten por la TV tantas recientes dignas, brillantes a veces producciones como Moctezuma, La Clemenza di Tito, El Holandes Errante, Cosi Fan tutte, Fausto (el ultimo con De la Mora y Justino Diaz), Elektra, Salome, Ariadna en Nexos, etcetera, etcetera, que ya estan subtituladas? De las funciones dirigidas por Eduardo Mata, muchas de ellas se transmitieron por television en varias ocasiones, como la propia opera de Dallapicola, la de Bartok, el Fidelio de Beethoven en dos distintas versiones de 1982 y 1983, o el notable Falstaff con Guillermo Sarabia (del mismo ano 83), que con tanto entusiasmo vimos montar a Mata en el foro del Palacio de Bellas Artes, como el escenicamente desafortunado Don Giovanni. Bien esta despedir a nuestros artistas y musicos en el honroso gran velatorio de nuestro teatro nacional, pero mejor sera ocuparse de difundir sistematicamente la obra impresa y grabada que nos heredan. .