SECCION CULTURA PAGINA 35 BALAZO: CABEZA: Tres tristes tigres y la batalla contra el tedio CREDITO: JUAN GOYTISOLO Hay que someter las novelas, las novelas que una vez nos gustaron, a la prueba de la relectura. Dejarlas cumplir anos y repasarlas para comprobar si han envejecido o conservan intactos los elementos y rasgos que en su tiempo nos cautivaron. Del dicho al hecho: para Tres tristes tigres (TTT) no pasan dias. La obra maestra de Cabrera Infante pasa, muy al reves, de ellos y, mas joven, sabrosa e insolente que nunca, avejenta de golpe a las que presumen de modernas porque apenas acaban de nacer, esto es, de asomarse a los escaparates de las librerias. La reedicion sin cortes de TTT muestra a contrarios la endeblez, colorete e hilaza de mucho de lo que se vende por nuevo. Leamosla mano a mano con cualquier novedad del momento y esta sufrira de una senectud galopante, como la pobre esposa del conde Dracula cuando el marido ejemplar no alcanzaba a procurarle a tiempo la sangre regeneradora, pero de efectos pasajeros, de una virgen raptada al pie del altar. Hace mas de 20 anos, en uno de mis cursillos de la New York University consagrado a Lezama Lima, Cabrera Infante y Severo Sarduy, me esforce en subrayar la originalidad y riqueza de TTT: fruto de mis clases fue el ensayo titulado eccion del Quijote: los episodios y lances que Cabrera Infante presenta de manera fragmentaria y deshilvanada, pueden ser reconstruidos poco a poco, con paciencia, a condicion de que sigamos, como detectives, las pistas que siembra. Nuestra lectura es asi una lectura activa. Nos corresponde a nosotros, los lectores, juntar las piezas dispersas del rompecabezas. Cabrera Infante tiene la cortesia de permitirnos colaborar, con nuestra sensibilidad e ingenio, en la reconstruccion del libro. De ello hable extensamente y no volvere a insistir. En la nueva aproximacion a TTT lo que mas me ha seducido de nuevo es su En mis muy pocos academicos cursos de la New York University, invite a algunos estudiantes y estudiantas cubanas a que leyeran con acento reyoyo y sin inhibicion alguna diversos pasajes del prologo y de vetusto edificio universitario contiguo a Washington Square en un teatro popular habanero durante un show o lectura protagonizados por emulos de Beny More o de La Lupe. Con un semblante de seriedad profesoral al comienzo, aguantando la risa como podia, acabe arrastrado por la de mis estudiantes, presa de una hilaridad general que nos dejo al cabo exhaustos pero felices. Recuerdo que un compatriota de mente mas estrenida que estrecha, miembro del claustro de profesores por mas senas, asomo la cabeza al aula alarmado por el alboroto y la retiro a punto con un rictus esquinado de desaprobacion. Veinte anos despues al repetir la experiencia a solas y sotto voce, me acometio tambien un pujo incontenible de risa al extremo de tener que cerrar el libro para recobrar el aliento, temeroso de que tal agitacion me desbaratara el sueno (asi ocurrio, en efecto, y tuve que aumentar mi dosis de La fineza de oido de Cabrera Infante escenifica, segun advierto ahora, las no menos agudas observaciones de otro cubano o cubano espanol apasionado como el del cine: Nestor Almendros. El desaparecido camarografo y autor de Cinemania, fue asimismo, aunque casi nadie lo sepa, un fonetista notable que, en un ensayo publicado en 1958 en el Boletin de la Academia Cubana de la Lengua, toca el tema del espanol hablado en la isla con un rigor y nitidez ejemplares. A Cabrera Infante y Nestor Almendros les conoci en La Habana a fines del 61: entonces yo formaba parte tambien de Pero La Habana nocturna de 1957 y 58, ese eden de noctambulos y noctivagos que es el protagonista real de la novela estaba ya, cuando me asome a ella, en vias de extincion. Pude ver y escuchar a Beny More interpretando Santa Isabel de las Lajas y platique en gaba como un fantasma, trazando su nombre con tiza en todos los pilares de las arcadas del Malecon y La Habana Vieja. El mundo de los rothers, los barecitos de Jesus Maria) al leer despues el libro, comprendi que, bajo la mascara del humor y la risa, Cabrera Infante habia escrito una novela infinitamente triste. TTT o la ciudad alegre y confiada en visperas del apocalipsis: sus ultimas noches pompeyanas. Mas que la proeza de ingenieria literaria de la novela y su polifonia esplendida, es ese dolor soterrado, tanto mas acuciante cuanto nunca expuesto, el que vertebra y da su grandeza al libro. Las secciones consagradas a la Estrella Fredy, cuya version de fabricado del feeling Celebremos La Habana difunta, La Habana inmortal resucitada por Cabrera Infante con humor, carino, ternura e impregnadora nostalgia, creacion a la vez literaria y humana que nos arranca el muermo de tanta prosa inerte y nos devuelve a traves de los cinco sentidos al nodulo y simiente de la vida: la palabra! .