2 SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: POLITICA DESDE EL PULPITO CREDITO: Gilberto Guevara Niebla El domingo pasado, en la misa de las 13:30 que se celebraba en la iglesia San Agustin de las Cuevas, en Tlalpan, el sacerdote oficiante sorprendio a los feligreses cuando durante la homilia hizo esta afirmacion: "Cristo no era politico, pero su obra afecta todas las esferas de la vida, la economica, la politica, la cultural. Por lo tanto, vamos a hablar de politica". El representante de Dios inicio enseguida un discurso hablando sobre el conflicto de Chiapas en terminos inconfundibles: "El dia primero de enero de 1994 se expreso el descontento de los indigenas y se revelo una realidad que los medios de comunicacion y el gobienro han tratado de silenciar: la explotacion que durante siglos ha sufrido esa parte del pueblo. Mexico es un pais inmensamente rico en recursos naturales, ¨porque, entonces hay tanta miseria? Porque una minoria detenta la riqueza y la mayoria es explotada por la minoria plutocratica. ¨De quien es la culpa? Del gobierno y su partido, el partido oficial". El discurso del ministro de la Iglesia no ofrecio informacion ni cito evidencia alguna; fue, en cambio, una exhortacion sentimental, emotiva, encaminada a excitar el malestar y el resentimiento de la gente. Dominada por el voluntarismo y la vehemencia del orador, la alocucion se encerro en los estrechos limites de una ideologia contestataria sustentada en los mas divulgados prejuicios y lugares comunes que enarbola la oposicion para denostar al regimen. El templo de Dios, semejo de repente una arena ocupada por ideologizados militantes del PRD. Que un ministro de la Iglesia asuma una posicion categorica ante hechos politicos que han provocado muerte y zozobra y han dividido la opinion de los mexicanos, no deja, por lo menos, de suscitar preocupacion y alarma. Dejemos de lado el asunto de si el cura, con ese tipo de intervencion, esta quebrantando alguna regla eclesiastica; yo lo ignoro. No hay duda, en cambio, que al asumir desde el pulpito una posicion politica particular el sacerdote de marras, por lo menos, esta incurriendo en un abuso de su investidura y su posicion al mismo tiempo que ofendia a los creyentes que no compartian la opinion por el expresada. Estos, por su parte, no podian sino guardar silencio pues, consideraron, con razon, que interpelar o solicitar la palabra para replicar sus ideas, no podia hacerse sin faltar al respeto al recinto de Dios aunque la actitud del cura era, sin ambajes, una invitacion a hacer de la misa una asamblea politica. Nadie puede, desde luego, poner en duda que vivimos en una sociedad dolorosamente agraviada por la pobreza y el olvido de millones de seres humanos indigenas y no indigenas y que urge tomar medidas, no solo de gobierno, sino de todo tipo para combatir esa lacra que nos avergenza. El problema, sin embargo, es la definicion de los medios que se han de utilizar. Sorprende que ministros de una religion que ha edificado su doctrina sobre el principio del amor, se ostenten como defensores de la lucha armada co mo medio para alcanzar la justicia sobre la tierra. El mencionado sacerdote dijo que la gente deberia luchar por sus derechos "no dejarse" utilizando medios pacificos; pero en otra parte de su discurso manifesto tacitamente lo contrario al aseverar: "Cristo vino a la tierra a dar su sangre por nosotros. En cambio, ¨cuantos de ustedes harian algo semejante por la gente sufriente de nuestro pais?". La intervencion politica de los sacerdotes plantea problemas de distinta indole. Dejando de lado los aspectos juridicos y morales del asunto, yo pondria en duda su autoridad politica, ¨Que experiencia y capacidad tienen ellos para elaborar juicios politicos y "dar linea politica" a los creyentes que asisten a sus parroquias? ¨De donde han obtenido sabiduria para juzgar, por ejemplo, las implicaciones de un movimiento guerrillero como el que representa el EZLN? La politica a favor del cambio social, lamentablemente, no es materia facil y en este campo las buenas intenciones no bastan para obtener buenos resultados. Yo veo, con angustia, que algunos sacerdotes y laicos activistas pro-EZLN ligados a la Iglesia repiten puntualmente algunos errores de concepcion que cometieron las fuerzas de izquierda en un remoto pasado. El determinismo economico, la mistificacion de las armas, el culto a la espontaneidad de las masas, el antiintelectualismo, el rechazo a la democracia representativa y el mito de la democracia directa, todos estos errores, como muertos que salen de sus tumbas, han vuelto a cobrar vida entre los simpatizantes del EZLN. Parece que la historia recomienza; olvidamos la larga historia de dolor, sangre y muerte que dejo en Mexico la lucha de la izquierda en favor de los pobres. Por otro lado, yo no se hasta que punto la opinion de este sacerdote representa una postura oficial de la Iglesia. Me alarmaria que lo fuera. La historia de Mexico esta plagada de ejemplos de las desafortunadas incursiones de esta en el campo de la politica, incursiones que con frecuencia tuvieron secuelas sangrientas que dividieron a la nacion. De acuerdo que esa institucion se interese en combatir la pobreza; lo que no esta bien de ninguna manera es que para ello adopte una politica de partido y que los sacerdotes utilicen el pulpito como tribuna para agitar en favor de una causa partidaria como lo hizo el sacerdote de Tlalpan el domingo 1 de enero de 1995. *Politologo .