SECCION ESPECTACULOS PAG. 41 CABEZA: Estrategia de la comunicacion sexenal/ I CREDITOS: MARIO LOPEZ LAVIN Y ANGELICA LOPEZ Mucho tendra que hacer la actual administracion federal en materia de comunicacion colectiva. La desintegracion del aparto de difusion del Estado y su pobre articulacion con los pocos medios que le quedan para continuar legitimando los procampos, solidaridades y demas proyectos gubernamentales, hacen impostergable que ahora si la nacion cuente con una politica clara e inteligente en materia de comunicacion social. Hoy se hace necesario establecer toda una estrategia comunicacional que permita entrelazar los intereses y propositos del gobierno con las necesidades de informacion, entretenimiento y cultura de la poblacion mexicana. A pesar de que esta es una demanda que se plantea cada vez que se inicia un sexenio, hoy se ha convertido en una imperiosa necesidad, toda vez que los espacios de expresion en la que debe ser la era de la democracia son, aunque se diga lo contrario, muy limitados. Claro ejemplo de ello lo es la lista interminable de intelectuales, periodistas y productores que brincan de un medio de comunicacion a otro, ya sea porque se saltaron las trancas o porque la filosofia del medio es abaratar costos. Y aunque hoy se puedan escuchar o ver programas en radio y television en los que se abordan asuntos de caracter social, la inclusion de estos en los medios electronicos obedece mas a intereses de rating atrapar la atencion de un cada vez mayor publico que a un proposito de servir a la nacion al abrir esos espacios a la inteligencia. Un pais es tan desarrollado como lo es el nivel de vida de sus habitantes, y esto significa que Mexico no podra insertarse en el primer mundo si continuamos estancados en etapas educativas como las que reflejan los propios indicadores de la SEP y que no rebasan los primeros grados de ensenanza elemental. Los medios de comunicacion principalmente los eletronicos deberan cumplir un mayor compromiso de participar en la capacitacion de los jovenes en edad productiva, puesto que el sub y el desempleo son lacerantes. Los medios de comunicacion de la gobierno, para adecuarse a la modernidad que nos ha traido el neoliberalismo, tendran que aprender a ser autosuficientes, sin olvidar su compromiso social. Sin embargo, sigue vigente la interrogante acerca de como hacer que los programas de television o radio sean simplemente redituables en contenido y tambien financieramente, ¨o es que estamos condenados ad infinitum a encontrar en nuestros aparatos receptores solo mensajes retardatarios, reflejo del mas primitivo de los capitalismos? Hoy habra que pasar a una etapa superior de este sistema, donde todos, sin excepcion, encontremos cabida. Algunos podran decir que encontrar mensajes distintos se logra simplemente con cambiar de estacion o de canal, que existen opciones conforme a nuestras necesidades. Pero ¨esto realmente existe?, ¨hay alternativas?, ¨es suficiente con lo que intentan Canal 11 y su doble el 22, o lo que transmiten Radio Educacion y Radio UNAM? Las anteriores, y muchas mas colaterales, forman parte de una gama de preguntas a las que la administracion del licenciado Zedillo tendra que dar una respuesta inmediata y eficaz, y no esperar a que la sociedad civil la rebase o se pueda armar otro paquete de medios de comunicacion para vender a la IP; debera de tomar muy en cuenta que la comunicacion es mucho mas que simplemente publicidad. De esta forma, los instrumentos de difusion del Estado tendran que ser congruentes con los intereses de los diferentes grupos sociales que integran nuestro pais. Estos deberan ser foro y forma de expresion de los diversos actores de la vida politica, cultural y social, de no ser asi se los llevara la credibilidad. Es precisamente en esta etapa en la que se encuentran inmersos los medios electronicos del Estado: IMER, canales 11 y 22, las televisoras de los estados las cuales se cuecen aparte y el propio periodico El Nacional. Y aunque parte de esta definicion se dara con el nombramiento de los directores de esas empresas, este tema no se aborda con el rigor que el caso amerita, muy poco se sabe de los propositos, alcances y estrategias que deberan ponerse en practica para que estos medios cumplan cabalmente con sus compromisos sociales. ¨Ha oido usted alguna vez hablar, fuera de la retorica comun de los planes que el gobierno tiene para sus entidades de comunicacion colectiva, al margen de la publicidad de los pronasoles o procampos? Es hora de hacerlos y aplicarlos, no de dejarlos solo en papel. Como se ha difundido en algunos medios, se rumora que se estudia la posibilidad de dar vida al Canal 33. Es decir, una suma de las frecuencias 11 y 22. ¨Sera esto el augurio de otro Imevision o es que los medios electronicos estatales se venden mejor en paquete? Aqui lo importante de dilucidar no es solo la viabilidad de conjuntar los esfuerzos de las televisoras estatales en una sola entidad, sino de establecer la normatividad bajo la cual funcionaria, los organismos estatales que la regirian la SEP, el IPN, Conaculta, RTC u otra de futura creacion y, sobre todo, de sus propositos informativos, culturales, educativos, de capacitacion y sano esparcimiento, ademas por supuesto de su viabilidad financiera, toda vez que el pais enfrenta una dificil situacion economi ca. Habra que retomar la experiencia del que fuera el Instituto Mexicano de Television, que entre el dilema de ser competencia de uno de los monopolios mas grandes de television del orbe Televisa, la autosuficiencia financiera y sus compromisos politicos y sociales, termino por naufragar. Independientemente del entorno donde como empresa zozobro Imevision, la decision de desincorporar a este valioso medio de difusion del Estado (porque no debemos olvidar que es uno de los medios mas penetrantes al contar con la imagen, movimiento y color), no fue producto de entender a la modernidad en la mejor de sus acepciones, sino fue reflejo de una ineficiente, ausente o poco sensible politica de comunicacion social. A partir de ese error politico, la sociedad dejo de contar con una posibilidad de intercomunicarse, y el propio Estado perdio una de sus mejores herramientas para informar sobre los avances y alcances de sus proyectos y realidades. .