SECCION CULTURA PAGINA 36 CABEZA: CREDITO: Hector Orestes Aguilar* Si alguien ha heredado el instinto editorial y el gusto literario implacables que hicieron de Roberto Blazlen uno de los secretisimos espiritus tutelares de la cultura italiana del medio siglo, ese es Roberto Calasso, ensayista, novelista y director de Adelphi, casa editora que contribuye en buena medida a la orientacion de las tendencias del mercado del libro en Italia. De Calasso circula ahora en espanol, bajo el sello de Anagrama, Los cuarenta y nueve escalones, una recopilacion de ensayos, prologos y articulos en los que puede acompanarse la ruta de lecturas, confrontaciones simpatias y diferencias que ha recorrido el autor a lo largo de los ultimos veinte anos. Es muy celebrable y grato poder leer una travesia de este tipo, sobre todo tratandose de los trabajos de quien tiene el privilegio de presentar una obra literaria no solo como escrutinador o exegeta, sino como Los cuarenta y nueve escalones puede, de tal modo, ser leido como la topografia del proceso de formacion de un gusto de lector y como el ejercicio critico del intinto editorial de quien precisamente se propone transmitir y establecer sus preferencias como una alternativa. En el escenario cultural italiano de principios de los anos setenta que es donde se ubica el texto mas antiguo incluido en este libro era bastante complicado ya no digamos ser un filosofo de inspiracion no marxista, sino simplemente llevar a cabo la recepcion de una novela o de una coleccion de ensayos sin tener que acudir a la perspectiva que los padres fundadores de la izquierda habian impuesto desde la academia. Incluso el mero placer de ensayar sin tener que sujetarse a la singular entusiasmo a otras lenguas las obras ensayisticas de quienes tomaban parte en los debates vinculados a temas como la dominacion ideologica o la lucha de clases, dejando relegados a escritores tan dotados como Mario Praz, Giovanni Macchia, Angelo Maria Ripellino y Pietro Citati, que, por ejemplo, fueron vertidos al espanol con un retraso considerable que se prolonga parcialmente hasta nuestros dias. Roberto Calasso es, en este sentido, un heterodoxo a carta cabal. Lejos de las empresas semioticas de Eco, distanciado sin embargo deslumbrante cuando ataca, en breves paginas, la obra de un excentrico o de un marginado. En los ensayos incluidos en estas paginas sobre Weininger, Schreber, Bloy, Leautaud, Stirner y Laforgue vemos desatada la pasion de un lector que mas que construir una ciudadela filosofica en torno a un libro quiere desenterrar las llaves de los pasadizos ocultos que nos lleven al centro de una obra olvidada o secreta. Calasso no deja de recordar al Hans Mayer de la Historia maldita de la literatura (Ausenseiter), que recuperando episodios y titulos menospreciados por la Gran Literatura construye una galeria familiar de caracteres afines. A diferencia de aquel, sin embargo, el italiano despega su erudicion con la generosidad de quien se propone, fundamentalmente, ganarse a su projimo, ganarse a otro lector. Para los no pocos editores que intentan perpetrar una pieza la imaginacion critica y el instinto verdadero de un creador. Roberto Calasso, Los cuarenta y nueve escalones, 1994, Editoral Anagrama, Barcelona, 408 pp. *Ensayista. .