SECCION: CULTURA PAG. 11 CINTILLO: JARABE DE PATO CABEZA: ISHIGURO CREDITO: Para ejemplificar esta forma de ver el problema, Julian Barnes citaba el caso de Kazuo Ishiguro, un novelista de origen japones que vive en Londres desde los anos 60 -tenia seis cuando salio de su pais natal-, a quien siempre se califica como poseedor de una sensibilidad oriental. Julian Barnes decia que lo que la critica exalta como "japones" en la prosa de Ishiguro -un fuerte sentido de la ironia, una constante y delicada igualacion de los paisajes exteriores con los mundos espirituales y una busqueda inc ansable de precision lingistica- son atributos que se pueden encontrar en cualquier novela inglesa notable. Julian Barnes -como siempre- tiene razon, no solo en cuanto a la inexistencia de un problema real en la relacion centro-periferia en la literatura, sino en el hecho de que la sensibilidad de Ishiguro es, si no universal, cuando menos absolutamente inglesa. Su novela mas reciente, The Remains of the Day, resena la vida tragica de un mayordomo. Hay algo mas britanico? Las dos novelas de Ishiguro anteriores a The Remains of the Day fueron A Pale View of Hills, ya muy celebrada en nuestro pais, y otra que sigue sin ser traducida: An Artist of the Floating World. La segunda resena la dispersion de la moral imperial en la postguerra japonesa, y la consecuente marginacion de los artistas e intelectuales que, de un dia para otro, se transformaron en fascistas, una categoria que ni siquiera existia en Japon hasta antes de la gran derrota. The Remains of the Day, la novela que seguramente le conseguira a Ishiguro un puesto entre los mas celebrados escritores ingleses de nuestro siglo, aborda el mismo tema pero en una circunstancia que se puede calificar de profusamente britanica: Mr. Stevens, el mayordomo de Darlington Hall -una celebre casa de enorme abolengo-, relata desde la vejez la dispersion del mundo anterior a la postguerra, un mundo en el que todavia los grandes apellidos influian en la politica y en el que la diferencia de castas of recia una comoda seguridad a servidores y servidos. El encanto de la obra estriba en que, conforme Mr. Stevens escribe sus memorias, va actualizando su manera de pensar y descubriendo que el dueno de la mansion en la que sirvio toda su vida encontraba en el fascismo la unica posibilidad de permanencia de la vieja tradicion britanica. Asi, el mayordomo, que se preciaba de haber hecho una minima contribucion a la humanidad sirviendo a un hombre de moral intachable, encuentra en los ultimos dias de su vida, que no solo la desperdicio aplicandose con demasiada e ficiencia al servicio de una clase extinta, sino que, de un modo lejano, contribuyo al desarrollo del nazismo aleman, apoyado por el servicio exterior ingles en los anos de su desarrollo temprano. Como casi todas las grandes novelas, The Remains of the Day es en el fondo un historion de amor: el personaje que cataliza la toma de conciencia politica de Mr. Stevens es un ama de llaves que, aunque aparenta ser un personaje de extrema debilidad moral, es capaz de escapar del circulo de la servidumbre que le impide al mayordomo hacer su propia vida... con ella, por supuesto. Con esta novela, Kazuo Ishiguro entra al grupo de grandes escritores del siglo XX que resenaron lo que parece ser el problema moral mas grave de los britanicos de nuestro tiempo: el miedo al ridiculo. Como E.M. Forster, Virginia Woolf, D.H. Lawrence o George Bernard Shaw, Ishiguro profundiza en el alma de un personaje que de tan britanico es casi folclorico, y descubre que del imperio, los ingleses contemporaneos solamente heredaron una incapacidad expresiva que no los deja vivir en paz. The Remains of the Day esta editada en Estados Unidos por Vintage; habra que esperar quien sabe cuantos anos para conseguirla en espanol (An Artist of the Floating World, que tiene ya tres anos en el mercado de lengua inglesa, sigue -hasta donde se- sin ser traducida); aun asi, se anuncia ya en nuestro pais la version cinematografica de la novela, adaptada y dirigida por James Ivory, autor, entre otras de la notable Howards End. No hay que perdersela, es un extraordinario acercamiento a una novela que va v olando ya a la categoria de clasico. .