SECCION: ESPECTACULOS PAG. 22 CABEZA: W.B. Yeats y los caminos insondables de la mitologia El poeta irlandes William Butler Yeats (1865-1939), escribio dramas y textos inspirados en la historia de su pais, este es el caso de Mitologias, libro en el que aparecen agrupadas todas las obras en las que el escritor puso todo su empeno y dedicacion por recuperar las antiguas historias de su terruno, desde el submundo irreal hasta pequenas vinetas cotidianas. A este texto pertenece el siguiente fragmento: "A proposito de la proximidad que existe entre el cielo, la tierra y el purgatorio" y el poema "A la rosa secreta". W. B. Yeats En Irlanda, el mundo presente y el mundo al que iremos despues de muertos no estan tan separados. He oido hablar de un fantasma que permanecio durante muchos anos en un arbol y durante otros muchos bajo la arcada de un puente, y mi amiga, la vieja mujer de Mayo, explica: "Por encima de mi casa hay un arbusto y la gente anda diciendo que en su interior dos almas estan purgando su pena. Cuando el viento sopla de un lado, uno de ellos se encuentra al abrigo, y cuando sopla el del norte es el otro el que se enc uentra al abrigo. Parece retorcida la manera que tienen de estar alli agazapados al pie de la planta, en busca de abrigo. Yo no me lo creo, pero muchos hay que no pasarian junto al arbusto de noche". Es cierto que hay epocas en que los mundos se encuentran tan proximos el uno al otro que parece como si nuestros enseres terrestres no fueran mas que las sombras de las cosas del mas alla. Una senora que conoci una vez vio a una nina del pueblo que estaba correteando en sus juegos; llevaba unas larguisimas faldas que le arrastraban y pregunto por que no se las acortaban: "Eran las faldas de mi abuela -contesto la chica-. šLe pareceria a usted bien hacer que ella fuese por el mas alla con unas faldas recortadas por encima de las rodillas, cuando hace solo cuatro dias que se murio?" He leido la historia de una mujer cuyo fantasma vino a atormentar a su gente porque la habian enterrado con unos vestidos tan cortos que el fuego del Purgatorio le quemaba las rodillas descubiertas. Los campesinos esperan a tener, en la vida mas alla de la tumba, casas que seran muy parecidas a sus casas terrenales, con la unica diferencia de que alli el techo de brozas nunca tendra goteras, ni las paredes blanqueadas nunca perderan su lustre, ni la alacena estara nunca vacia de buena leche y mantequilla. P ero alguna que otra vez pasara por alli algun propietario feudal, o algun agente u hombre de los arbitrios, que tendra que mendigar un trozo de pan para demostrar como Dios hace la separacion entre los buenos y los malos observadores de su ley 1892 y 1902 .