seccion inf. gral. Pag.1-1 balazo: Debate cabeza: ¨Iniciativa politica o social? credito: Maria Emilia Farias La brecha entre partidos politicos y sociedad es cada vez mas grande. El conflicto chiapaneco mostro las dificultades que enfrentan las organizaciones politicas nacionales. En Chiapas, como sucedio con el terremoto de 1985, las organizaciones sociales tomaron la iniciativa. Grupos de defensa y proteccion de los derechos humanos, academicos e intelectuales independientes y grupos religiosos se adelantaron en la reflexion y propuesta de solucion del conflicto chiapaneco. Por su parte, todos y cada uno de los partidos manifestaron, desde el brote violento del malestar social y politico chiapaneco, su rechazo al metodo empleado. Y a lo largo de las semanas transcurridas, las formaciones politicas nacionales han desplegado las acciones para (re)definirse en el contexto de la actual crisis politica. Por ejemplo, uno de los minipartidos, en un intento meramente electorero, se autoproclamo representante de los indigenas y campesinos agrupados en el EZLN. Desde hace algunos anos se ha hablado de la crisis de los partidos mexicanos, de su incapacidad para transmitir las demandas sociales y politicas de sus afiliados y, tambien, de su rezago respecto a los grupos organizados de ciudadanos. Lo que ya se sabia, a partir del conflicto chiapaneco, ya no se puede ocultar. Las limitaciones de los partidos son reales y en las circunstancias politicas que vivimos, estas se agravan. Las elecciones federales pueden servir de catalizador para que las organizaciones politicas se actualicen y, a partir de un compromiso con la construccion de la democracia, se sacudan de la carga que les impide responder con iniciativas claras a los problemas mas apremiantes de la sociedad mexicana. Los partidos tienen una doble tarea en la construccion politica de la democracia, ademas de la de (re)definirse en las circunstancias politicas actuales: a) lanzar un debate serio y profundo sobre el nuevo proyecto de la sociedad mexicana; y, b) comprometerse con un proceso electoral libre de toda sospecha, empezando por suspender todo tipo de acusaciones esteriles. Todos los partidos tienen una obligacion politica con sus militantes y simpatizantes. Con mucha mayor razon la tiene el partido en el poder que debe comprometerse con una propuesta de proyecto de la nueva sociedad mexicana, no solo por motivos historicos y responsabilidad politica en lo que esta ocurriendo sino por un sencillo deseo de sobrevivencia. La agenda de los partidos para el debate debera incluir a los nuevos y viejos actores sociales, a traves de una serie de acciones encaminadas a reconocer los poderes ciudadanos que se caracterizan por ser democratizadores, es decir, que amplian las posibilidades de intervencion y control de las mayorias en diversos ambitos de la vida colectiva y el desarrollo de nuevas formas organizativas. El caso chiapaneco, por doloroso que sea, puede servir para que los partidos, especialmente el Revolucionario Institucional, inicien un proceso de liberacion de energias sociales que son indispensables para la construccion democratica del pais. Las fuerzas politicas que recorren el territorio nacional tratando de ganar adeptos no deben perder de vista que necesitan de los ciudadanos; pero que estos ultimos, durante mas de 20 anos, han logrado articular sus proyectos sin la participacion de los partidos. Por ultimo, el nuevo proyecto de sociedad mexicana debera tomar en cuenta los procesos de integracion economica a los que no nos podemos sustraer y por la que podemos transitar pacificamente, siempre y cuando acortemos la brecha que existe entre los que menos tienen y aquellos que lo tienen todo, a traves de una intensa participacion politica y social que incluye a los partidos politicos y a las organizaciones sociales  a traves de una intensa participacion politica y social que incluye a los partidos politicos y a las or .