SECCION: ESPECTACULOS PAG. 17 CINTILLO: PANNONICA CABEZA: EL PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS RECUERDA A GIL EVANS CREDITO: Xavier Quirarte Junto con una de sus trompetas, Miles Davis yace en el cementerio de Woodlawn en el Bronx, Nueva York, pero su espiritu ronda cada vez mas fortalecido. A traves de las reediciones de sus discos, la aparicion de videos con sus ultimas actuaciones y la revision de su vasta y compleja obra se consolida su figura como uno de los genios del siglo XX. "Realmente no pienso en la muerte. No creo que la gente muera", dijo en una de sus ultimas entrevistas. "No puedo decir que Gil Evans esta completamente muerto. Para mi no esta muerto. Puede ver cosas que nunca habia visto. Puedo atraer a Gil o a mis padres siempre que quiera. Cuando llegue el momento no creo que morire realmente. El espiritu andara por ahi todavia. Se realizara un juicio para decidir si uno va al cielo o al infierno. Pondran tus aciertos y tus fallas... Pero creo que diran: ‘Bueno, es el u nico que puede tocar asi; sera mejor dejarlo pasar’". Al escuchar con atencion la musica de Miles and Quincy Live at Montreux uno entiende por que ciertos espiritus se niegan a abandonarnos. Aun despues de muerto, Gil Evans seguia ejerciendo en Miles el aura de su vigoroso trabajo como compositor y arreglista. Era 1991 y como parte de los festejos por el vigesimo quinto aniversario del Festival de Jazz de Montreux por primera vez Miles aceptaba volver al pasado para recrear los arreglos de Evans incluidos en discos tan trascendentes en la historia del jazz como The Bird of the Cool, Miles Ahead, Porgy and Bess y Sketches of Spain. En sus ultimos dias Miles rindio homenaje a uno de sus amigos mas entranables, una de las figuras imprescindibles en su desarrollo como musico. Para esta historica sesion, el arreglista Quincy Jones reunio a las orquestas de Gil Evans -todavia activa- y de George Gruntz, asi como otros musicos. Como solistas figurarian Miles y Wallace Roney en las trompetas y Kenny Garrett en el sax alto. La idea era que Roney cubriera los ensayos y fungiese como una especie de red de seguridad dado el precario estado de salud de Miles. A fin de cuentas, ademas de asistir a los ensayos, Davis demostro que el aliento del Principe de las tinieblas todavia no se extin guia. Es mas, en un rasgo de generosidad el dia del concierto compartio con el joven Roney algunos de los solos. Si su estado de salud le impedia grandes despliegues trompetisticos, ese dia bastaron unas cuantas notas para demostrar quien era la piedra angular del concierto. Miles conservaba su tono peculiar, esa forma melancolica y furiosa de decir la musica, el acento que lo hacia unico. "Soy diferente. No puedo tocar como nadie mas. Solo soy yo mismo", solia decir y nadie estaba dispuesto a desmentirlo. Miles and Quincy Live at Montreux es una material invaluable para seguir en un solo disco la evolucion de Evans como arreglista para Miles desde los dias en que grabo con el The Bird of the Cool (1949). La multitudinaria orquesta conducida por Jones despliega los colores utilizados por Evans para recomponer piezas como "Summertime" y "Gone, Gone, Gone" de la opera Porgy and Bess de George e Ira Gershwin y Du Bose Heyward; "Springville" y "Maids of Cadiz" de Miles Ahead o "The Pan Piper" y "Solea" de Sketche s of Spain (estas tres ultimas composiciones de Evans). En su autobiografia Miles recuerda el valor de la melodia cuando cita su trabajo al lado de Evans. "Yo le decia: ‘hombre, Gil, ya escribiste todas las notas, todos los acordes que yo iba a tocar. Ahora, ¨que carajos toco?’ Asi que tocaba la melodia". Evans era el maestro consumado que con sus arreglos enriquecia las notas de la melodia conducidas por la trompeta de Miles y le daba espacios para que fluyera su sonido libre, rodeado de las coloraciones de los otros instrumentos. Miles Davis y Gil Evans, espiritus infatigables, se mantienen en un estado permanente de metamorfosis. Cada nueva visita a su obra nos devuelve imagenes frescas, mutantes, que se niegan a volverse estaticas. El secreto por ambos compartido se sintetiza en las palabras del propio Miles poco antes de su muerte: "Yo sigo tratando de que la musica fluya, de cambiar las coloraciones... Esa es mi naturaleza"o Miles poco antes de su muert .