SECCION: INTERNACIONAL PAG. 20 CINTILLO: ANALISIS CABEZA: EL A¥O QUE CLINTON APRENDIO A SER PRESIDENTE WASHINGTON (El Pais-Reuter).- A bordo del Air Force One, al regreso de su agotadora gira europea (seis paises en ocho dias), Bill Clinton se acerco un rato a los periodistas que le acompanaban y les pidio disculpas por el frenetico ritmo al que los habia sometido. Aquella gente estaba realmente cansada, y no solo de tanto viaje, hotel y maleta, sino cansada de tanto escuchar al Presidente, de tanto transmitir su mensaje y de tanto esfuerzo por resumirle a la nacion lo bueno y lo malo del trabajo de este hom bre que, desde que llego a la presidencia, hoy hace justamente un ano, ha tenido permanentemente en vilo a su pais entre debates parlamentarios, leyes, nombramientos, escandalos personales, discursos y polemicas. Clinton es el politico mas prolifico y audaz que se recuerda en el Casa Blanca. Tambien el mas contradictorio e inconsistente. El mas impredecible, como los tiempos en que le ha tocado gobernar. Para cualquiera que siga la actividad diaria del presidente de EU resulta obvio que Clinton sufre el complejo de la madrastra de Blanca Nieves; se mira cada noche en el espejo y se pregunta por que los norteamericanos no lo quieren como el merece. En cierta medida, el presidente tiene razon. Clinton es un trabajador inagotable, un individuo de manifiesta energia y talento que dedica horas a estudiar los asuntos que aborda y los expone despues de manera brillante, bien sean temas de politica domestica o internacional. Clinton ha impresionado por sus conocimientos tanto sobre los detalles del problema sanitario de su pais como de los aspectos internos de la politica rusa. Su primer ano no ha sido solo una demostracion de voluntad y profesionalismo, sino tambien un record de medidas y leyes aprobadas, desde la legislacion familiar (la que incluye el derecho a vacaciones posparto) hasta la Ley Brady, sobre el control de la venta de armas, pasando por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Mexico y Canada, el GATT y el levantamiento de las restricciones sobre el aborto. Casi ningun asunto, por espinoso que fuese, se ha escapado de la atencion del Presidente. Ha abordado, con mas o menos exito, el aumento de los impuestos, la participacion de los homosexuales en el Ejercito, la lucha contra el crimen, la incorporacion de mujeres a altos cargos del Gabinete, la politica educativa, el futuro de las comunicaciones y, sobre todo, la reforma del sistema sanitario, un tema que ningun presidente se habia atrevido a tocar en cuarenta anos. Con ingenua honestidad, el gran exito logrado por Clinton en estos 12 primeros meses es el de dar la imagen de que los problemas de los norteamericanos le preocupan. A diferencia de George Bush, un patricio de Nueva Inglaterra que nunca pudo transmitir proximidad al estadounidense medio, Clinton, un sureno alimentado de hamburguesas, se presenta como un hombre comun. El problema es que es, quiza, demasiado comun. Muchos de sus compatriotas tienen todavia dificultades para ver a Clinton como el presidente de EU. Su juventud, su espontaneidad y su sencillez, combinadas con los permanentes escandalos sobre su vida sexual o sus asuntos financieros en Arkansas, su negativa a combatir en Vietnam, el recuerdo de sus cigarrillos de marihuana, sus errores en la eleccion de colaboradores, en general todas las dudas sobre su pasado y sobre su caracter, han hecho por ahora imposible que el pueblo norteamericano entregue su corazon a este Presidente. Simplemente, sus compatriotas no se fian aun de el. Aunque su popularidad es ahora la mas alta de su mandato, ya parece imposible que llegue al nivel casi de aceptacion unanime que tuvo Bush tras la guerra del Golfo o al sentimiento pasional desatado por su gran heroe politico, John Kennedy, pese a que este tuvo un primer ano mucho mas desacertado que el de Clinton. Al contrario de Bush, el problema de Bill Clinton no es de comunicacion. Sin ser un mago de la dialectica, el presidente norteammericano es buen orador y posee una voz profunda que sabe emocionar. Su gran aportacion en ese campo ha sido la de entender, por primera vez, la comunicacion con sus votantes como una via de doble direccion. Clinton ha sido, en realidad, mejor escuchador que orador. Su invento; las apariciones en television, no frente a los periodistas, sino frente a un publico que representa al conjunto del pais. .