SECCION: ESPECTACULOS PAG. 24 CABEZA: Ya pasados aquellos tiempos de ingenuidad vasta en que llegaba a pensar, tal vez impedido por las lecciones de confucio, que Prepucio era el nombre de algun filosofo inmortal, he brincado a nuevas conclusiones que me han llevado a considerar a los espanoles radicados en este pais como mis benefactores. No hablo por las panaderias o tiendas de ultramarinos, sino de las cantinas y, por supuesto, los hoteles de paso. Con ellos y esta clase de establecimientos encaminados al bienestar del cuerpo y el espiritu he encontrado la tecnica, mejor dicho, mi tecnica para llevarmela de entrepierna en entrepierna. Primero me lo marco... y luegome la meneo. Del bar o la cantina al hotel, tour obligado, al menos esome ha sucedido las mas de las veces. Reitero, no en todas ha habido exito, el fracaso siempre esta latente y es el reto en estos lances. Un "no" siempre hay que esperarlo, pero cuando a la dama se le pasan las copas y abraza la ebriedad en plena cantina, entonces si mas que abrigadoras esperanzas de un mete-saca al cien por ciento se disipan. Un autentico viacrucis. No es la primera vez que me sucede, pero esta ultima, la semana anterior, esta como para pensar en cambiar de tecnica. El alcohol cumplio su parte pero se excedio, porque de un "me caes muy bien" repentinamente salto a un "te quiero mucho", frase que hizo frotarme las manos, relamerme los bigotes y templar el colmillo. Todo iba bien hasta que ya en pleno besuqueo enardecido de silla y silla un "Mario", luego "Mario" y otro y otro. "Pues quien sera ese M ario, -pense-, al menos, que sepa, yo no estoy registrado con ese nombre. Pero no importa, con tal de pegar un brinco esta noche sere Mario". De ahi paso al llanto, y entre lagrimas y fosas nasales tambien desencadenadas no dejaba de besarme. Le propuse fueramos a un hotel, solo asintio con la cabeza. Dando tumbos de mesa a mesa logramos abandonar la cantina y echamos a andar abrazados, midiendo banqueta, rumbo al _________________. Apenas alejados dos cuadras se detuvo: "Esperame me falta el aire, todo me da vueltas".No dijo mas y arremetio a mas besos y, ahora si, caricias que francamente ya no debian ser del dominio publico. "Pues ni modo, a darle tambien, sirve que los 100 pesos del hotel me los guardo para otro dia, porque esta ya ni en carretilla llega... y luego se me va a quedar dormida. Mejor de una vez, a ver que pasa" -pense ya entrado en calores-. Ya no veiamos si pasaba gente o no, ni siquiera pensabamos en la posibilidad de que la policia llegara con su acostumbrada cubetada de agua helada, era un autentico nudo de cuerpos donde las manos iban y venia, bajaban subian. Bajo el cierre de mi bragueta e introdujo su mano. Se detuvo, se quedo inmovil, alzo su cabeza para mirarme y me dijo un tanto desilusionada: "Tu no eres Mario". .