SECCION: CULTURA PAGINA: 9 CINTILLO: SERGIO FERNANDEZ, PROFESOR EMERITO DE LA FFYL CABEZA: SOR JUANA INES DE LA CRUZ, MUJER DE ENTRA¥AS DESEGARRADAS CREDITO: Cynthia Palacios Goya De pie, el apasionado por la monja jeronima tuvo en varias ocasiones que elevar su tono de voz para que en el Aula Magna del recinto humanistico que cumple siete decadas de vida, el auditorio alcanzara a escuchar sus palabras. Afuera, en el campus universitario "la juventud, por la que estamos aqui", dijo Fernandez, estaba en pleno concierto de rock a favor del pueblo chiapaneco. Un tanto nervioso, el escritor aclaro que durante su ponencia haria mencion de un suceso magico que le ocurrio en Lisboa, Portugal, donde se encontro con un par de poemas ineditos de Sor Juana -manuscritos y firmados por ella-, que forman parte de un total de 22 poemas llamados Enigmas. "Ahora lo que quiero hacer en un viaje posterior es encontrarme uno de los documentos originales previos a estos dos, que traje fotocopiados, e incluso si llego a dar con el original mismo pedir al Presidente de la Republica que se encargue de extraditar este documento, lo que seria verdaderamente formidable". Dijo que cuando hizo este hallazgo fue tal su emocion que durante algun tiempo estuvo sin poder hacer nada con ellos, "hasta que finalmente en una entrevista que me hicieron en Torreon salio a relucir que yo tenia los documentos, asi que no tuve mas remedio que atreverme a pu-blicarlos el 26 de diciembre de 1993 en La Jornada". Fernandez intitulo su conferencia Varios perfiles de Sor Juana, y comento que lo escrito es algo ya conocido para aquellos que estan cercanos a la poeta, aunque presenta en su version algunas variantes para comprender su compleja personalidad. Mas que confrontar, el autor de Los signos perdidos quiso ensamblar la Carta de Monterrey, fechada aproximadamente en 1681 o 1682 -escrita cuando estaba en plena madurez, es decir a los 33 o 34 anos de edad-, con La respuesta a Sor Filotea de la Cruz, de 1691 de mayor plenitud intelectual y por ende mas docta pero ciertamente menos directa y si cabe decirlo, menos feroz. "Perfil de su caracter este de la ferocidad, que no solo no soslayo sino que subrayo porque la pone de relieve, ya que solo asi ademas de sus amistades en la Corte, se entiende que con temeridad, no se si sin temor, lucha en contra de ciertos representantes eclesiasticos fundamentales en su vida". Prosiguio: "Por que una religiosa catolica ha tenido tantas vicisitudes con ellos ofrece desde luego una novedad, la de ser ella, Sor Juana, una mujer, una pobre mujer, como a si misma se contempla no sin deleite, ante el coqueteo, el epiteto, un ser que sin haber estado nunca contra el dogma eclesiastico fue sin embargo enormemente senalado, herido y fustigado en lo mas digno de si mismo: su vocacion de escritora y poeta, de dramaturga al mismo tiempo, de humanista". ¨Envidias? ¨celos profesionales?, se pregunta Fernandez, y se responde que cabe pensarlo asi amen de la posibilidad de despuntear sobre un enorme caneva de suposiciones psicologicas que van desde que haya nacido mujer -tal vez a pesar suyo- hasta su genialidad con la que no hizo sino ofender a quienes la advirtieron a tan grandes alturas. Afirmo que para apuntalar sus comentarios ademas de las cartas mencionadas retomaria el auto sacramental El divino narciso, con la loa respectiva ya que presenta aspectos importantes del tipo de humanismo al que pertecene, con ciertos lineamientos de su propia vida, "nada facil de desentranar, pues es ella de los poetas que tiran la piedra y esconden la mano, si por ello entiendo que se exhibe pero no para que se la aprehenda, sino para jugarse entre las manos". El jesuita Baltazar Gracian, su maestro y el hombre mas discreto de su tiempo, ve en ella genio e ingenio, cualidades que tiene un hombre digno de serlo. Asi el heroe que sale de su pluma no sera un varon sino un extrano ser que como Sor Juana encaja a perfeccion con el modelo del ensayista gallego, el que tiene en mente "se trata de una humanista que recrea la calidad de los ilustrados, hombres dedicados a una redencion por medio de la razon, en la que ella creyo sin ambajes, cosa natural para la monja, qu ien le dice a su confesor: Pero los privados y particulares estudios, quien los ha prohibido a la mujer, ¨no tienen acaso ellas alma racional como los hombres? Pues por que no gozara el privilegio de la ilustracion de las letras con ellos ". El Premio Xavier Villaurrutia en 1980 dijo que "Sor Juana al encarnar al heroe de Gracian va a clausurar, por asi decirlo, el modelo barroco y contrarreformista de su epoca, para dar lugar a uno nuevo, dificil, pero no imposible de rastrear a traves de su literatura, por mucho que sea siempre sinuosa y oculte cuando conviene la verdad, bien no expresandola, bien con la adecuada mascara de la mentira". La monja alardeo como el de desmesura, afirmo Fernandez, "no esta la vision me refiero al genio y al ingenio, pero sobre todo a lo entendido, palabra que equivale a sabio, discreto a inteligente con la que afocamos a Sor Juana, no es ella el patron de Gracian ya dice el no tiene vida de hombre, sino el que sabe. Sor Juana de lucio caudal -falta que su epoca no perdono-, entra a la posteridad adelantandose como todos los grandes poetas a la posteridad misma". Anadio que "la cosecha de su talento se le convertira en campo enemigo, aislandola ya que sin empacho alguno afirma que las mujeres resienten que las exceda, los hombres que parezca que los igualo, unos no quieren que supiera tanto, otras que debiera ser mas para tanto aplauso ". Dijo que, a diferencia de los aristocratas que fueron sus amigos, los varones de la iglesia -los de mas peso- fueron sus contrincantes, con quienes entabla dialogo singular, pues es elemental decir que "si triunfa como y con el entendimiento, falla al mismo tiempo pues su ser angustiosamente preso en cuerpo de mujer, no le permite el exito englobado como persona misma. Si a eso le agregaramos su comprension -aun cuando criolla- de ser indigena, la loa de El divino Narciso, amen de otros escritos menores, ap resa en sus redes al gran dios de las semillas, un Huitzilopochtli parte fundamental de su sincretismo cultural, en las manos nos queda una mujer amplia y compleja, humanista de altos vuelos racionales, de los cuales y no a pesar de ellos, tuvo una recia sexualidad que si bien reprimida esta presente en la virilidad de su mente y en la femenina sensibilidad de su cuerpo". Manifesto que quiza este desequilibrio conformo su talento, al que "defendera contra viento y marea cuando eclesiasticos cercanos a ella, viciados, envidiosos, reclamen y le demanden otro comportamiento distinto al que ella se inclino, pues sin duda mas que claudicar a su vocacion en la Carta a Sor Filotea, les hubiera gustado que se declarara victima de una mediocridad que no cabia en su caso". Interrumpida su lectura en ocasiones para tomar agua, Fernandez continuo diciendo con la carta que el obispo Fernandez de Santacruz le envio a Sor Juana "se iniciaran las fechas que la iglesia con seguridad tiempo atras contenida su belicosidad por las relaciones de Sor Juana con los virreyes le clavara en el cuerpo, pero si el obispo califica de necia a ciencia tal, cual es la justificacion por la que la Iglesia desciende a tales insignificancias, porque desde luego no lo son tanto. Pausadamente Sergio Fernandez refiere que luego de una reflexion de varios dias "Sor Juana se yergue contra la censura, aunque el obispo ha de contar con que ella olvide las letras humanas, la salvacion ya que al mismo tiempo se vera ilustrada de luces su alma y dulcemente vida del amor de Dios, pero lo ilustre aqui no tiene la connotacion que en la monja, lo ilustre en el obispo imite poco coherentemente las palabras a lo sagrado de la mistica, sin saber el infeliz prelado la contestacion de la que iba a s er victima". El tambien Premio UNAM en 1988 afirmo que en ambas cartas "se afirma el ego de la monja. Un ego tan fuerte y amplio con sus flechazos verdes que le es imposible ocultarlo; se sabe culta, inteligente, talentosa, el centro de atencion desde la mas humilde de sus hermanas enclaustradas hasta sus amistadas emparentadas con los grandes de Espana, por eso no teme a la Iglesia ignorante, infeliz de que la cuerda se rompera por el lado mas debil, ella, Sor Juana misma y si lo digo es porque a todas luces su retiro de la corte, por mas esfuerzos que haga para intentar en otro lugar la redencion es una falsa huida, porque debajo del brazo al convento se lleva la corte y el palacio entero. Manifesto que Sor Juana, como lo indica la mayor parte de su poesia lirica -religiosa o de circunstancias-, "me parece de fructiferos manipuleos, nucleo de susurros sombrios, mujer de entrana por demas rasgada, dolorida, feroz en el ataque, astuta en la defensa, falsamente humilde, extravagante de caracter y, dicho con el mayor respeto, fuertemente pedante... Pero es tambien duena de unas sagradas letras que no desconoce por mucho que diga, no llegara a entenderlas, duena tambien de las letras profanas a la s que defiende por encima de todo pues ni el arte es pecado, ni la poesia privilegio de los varones doctos". Agrego que Sor Juana no ignora "algunas sabias leyes del esoterismo, entre otras una en la que se afirma que nuestros enemigos por fuertes que lo sean no son capaces de destrozarnos nunca, a menos que vehementemente lo deseemos, por eso sus cartas -aunque lo afirme solo en la dirigida a Sor Filotea- son una simple narracion a las letras, palabra que debera entenderse como vocacion, por un llamado indiscutiblemente imperioso, insalvable, al quehacer literario, escribir y leer, letras a las que llamara sin du da negras, pues a tanto sinsabor la han conducido aunque tampoco creamos en la simpleza de su narracion". El doctor en Letras por la UNAM expreso que las letras negras, las letras profanas en relacion a las sagradas "por carencia no de sabiduria sino de sentido de religioso al que por lo demas ella sostuvo muy debilmente, pues solo asi una monja es capaz de escribir El sueno, un gran poema que no registra a Dios, solo asi tambien es capaz de escribir con el amor y el odio que indican la pasion, me refiero a sentimientos que parecen estar experimentados por ella misma y no claro escriturados en versos llenos de retorica, sean sonetos, liras, romances... Al finalizar y dicho lo anterior Fernandez asevero que es innecesario insistir en el genio e ingenio, de un ser tan especial, "androgino ente que con las mujeres tiene una doble vision, ya que a unas enaltece, en tanto que a otras desprecia". .