PAG. 9 SECCION: Inf. Gral. CINTILLO: Debate CABEZA: Tiempo de reconciliacion CREDITO: Francisco Guerrero Aguirre El conflicto armado en Chiapas es producto de diversos factores que al sumarse en una peligrosa ecuacion han generado un clima de inestabilidad y violencia en donde fuerzas politicas de diversa indole han coincidido en la necesidad de resolver el conflicto a traves de medios negociados que garanticen una solucion duradera que satisfaga las expectativas de todos los mexicanos y especialmente de los chiapanecos. Lo que sucede en Chiapas, es complejo y dificil de comprenderse si no se considera la diversa gama de causas, factores exogenos, problemas reales y voluntades poco claras, mismas ue han enrarecido un panorama de por si volatil tomando en cuenta las caracteristicas propias del estado. La situacion de Chiapas es paradojica; por un lado, la entidad es una de las mas ricas y estrategicas de la Republica y, simultaneamente, figura entre las primeras en rezagos sociales: lleva mas de diez anos ocupando un tercero y cuarto lugares en la produccion nacional de gas y petroleo, aunque el producto de esta riqueza aun no alcanza a un importante porcentaje de su poblacion. El problema de fondo en Chiapas, es pues el que no se ha podido encontrar un modelo de desarrollo integral que armonice la riqueza material del estado con el mejoramiento paulatino de los grupos indigenas a traves de actividades economicas que superen los primitivos alcances de esquemas agricolas que ya han demostrado su ineficacia. Sin dejar de reconocer que la profunda desigualdad social prevaleciente en Chiapas es motivo de irritacion entre la poblacion, no podemos dejar de condenar los acontecimientos de los ultimos dias bajo la incontestable premisa de que la violencia es a todas luces la negacion de la democracia. En esta direccion, la experiencia historica de nuestro pais nos ha ensenado que la pobreza ancestral de algunas regiones de la Republica no se resuelve a punta de bayoneta o masacrando a quienes no comprenden el absurdo sentido de la justicia. El Frente Zapatista de Liberacion Nacional ha aparecido en escena de manera subita y aprovechando los dividendos de la sorpresa; sin embargo hasta el momento sus origenes siguen siendo tan misteriosos como los pasamontanas que nos impiden ver sus rostros. Si el frente pretende dar legitimidad a su lucha es momento de dar la cara y de hacer planteamientos susceptibles de ser discutidos con seriedad en una mesa de negociacion en donde participen todas las partes involucradas. La poca claridad sobre los origenes y las fuentes de financiamiento del Frente Zapatista de Liberacion Nacional, han orillado a diversos analistas a hacer la pregunta obligada sobre quien o quienes estan detras de esta aventura armada. Ante el desconocimiento y la confusion pueden elaborarse conclusiones de todo tipo. Por ello antes de emprender ese ejercicio es preciso aclarar que independientemente de las motivaciones de los insurrectos, es de vital importancia que se evite la manipulacion de los desposeidos con promesas falsas y escenarios poco probables. Desde una perspectiva mas global, queda claro que la rebelion en Chiapas busca desprestigiar los avances tangibles de un modelo de modernizacion nacional que con sus alcances y limitaciones ha demostrado que es el unico camino viable para que el pais abandone la facil pero ineficiente ruta del populismo y la demagogia que mucho prometen y poco aterrizan. La reaccion de Luis Donaldo Colosio ante estos acontecimientos ha sido la adecuada, sin apresurarse en el juicio y sin ignorar los problemas ancestrales de Chiapas, el candidato presidencial del PRI ha manifestado la necesidad de que el bienestar social que tanto se requiere en Chiapas se alcance a traves de la estabilidad, la paz social y sobre todo de la participacion directa de las comunidades indigenas. Al continuar la campana del sonorense el enfasis en lo regional y en lo social tendra que intensificarse para dar cabida a un planteamiento a los grupos mas desfavorecidos en Chiapas y de todo el pais, que garantice el compromiso del Estado mexicano en el sentido de que la reforma social acompanara todos los actos de gobierno. En tanto cesan las hostilidades en Chiapas, es momento de pensar en los tiempos que vendran para esta entidad federativa. Estoy convencido de que tanto la represion como el aniquilamiento no son opciones que garanticen resultados satisfactorios. Por lo contrario, y como lo han manifestado muchos mexicanos, es tiempo de reconciliacion y negociacion en Chiapas; es tiempo de una actitud flexible que permita un diagnostico claro y preciso de la problematica social de los marginados y los indigenas, mismo que conduzca a la solucion estructural de la pobreza en Chiapas  problematica social de los marginados y los indigenas, mismo que c .