seccion inf. gral. Pag. 1-1 balazo: debate cabeza: Chiapas: inquietudes en la selva credito: Gabriel Quadri de la Torre Una vez que el transcurso de los dias abre paso a reflexiones mas serenas sobre los acontecimientos en Chiapas, dejando atras la consternacion paralizante, pero sin salir aun del asombro y la sorpresa, es posible intentar la enumeracion de una serie de inquietudes cada vez mas palpables. Inquietudes que de no resolverse, dejaran ocluidas importantes vias para un necesario avance democratico. Estas surgen de signos percibidos entre lineas a partir de la informacion que ha fluido desde esa convulsionada entidad federativa. El recuento de estos signos no debe hacerse solo con un animo friamente taxonomico, sino con una voluntad decidida de interpretacion y esclarecimiento, que nos lleve a encontrar salidas historicas definitivas a la madeja de ominosas experiencias que nos ha dejado el nuevo ano entre los rios Grijalva y Usumacinta. Inquietudes ­ La persistencia reacia de instituciones informales (intolerancia, miopia politica, no cooperacion, relaciones feudales de poder, precios distorsionados, rasgos culturales autodestructivos, ignorancia, alta fecundidad, etc.) que son matriz de pobreza, desigualdad y desesperanza. ­ El facilismo acritico de muchos despachos informativos, asi como la proclividad a desacreditar al ejercito mexicano en sus labores fundamentales de proteger la vigencia del estado de derecho, la vida y el patrimonio de los ciudadanos. ­ La desestima subyacente, en las opiniones de muchos comentaristas en medios de comunicacion (a estas alturas de la historia), a los valores republicanos, a la estabilidad y al estado de derecho, como basamentos del unico cambio verdadero y perdurable posible: el que se da gradualmente a traves de transformaciones institucionales operadas por organizaciones e individuos, a traves de un intercambio politico y economico civilizado y respetuoso. ­ Los clamores maniqueos en favor de "la paz", dirigidos contra las instituciones, eludiendo tramposamente a los promotores directos de la violencia. ­ La asimilacion en el imaginario social, y sin tamices de racionalidad, de informacion tendenciosa y su transformacion mecanica en proclamas irresponsables y tremendistas. ­ La aceptacion de un discurso subnormal, primitivo y bizarro por parte de cientos o miles de ciudadanos sublevados bajo esa inspiracion, y la supervivencia de ideologias cerriles como inductoras de conductas sociales ineficientes y destructivas. ­ La evidente y deliberada sobrestimacion militar de los rebeldes y de los hechos violentos en los medios de comunicacion (sin negar su significado social y evidente costo humano). ­ La palpable coreografia belicosa por parte de los alzados, asi como sus desafios teatrales, poco creibles militarmente pero de un enorme impacto politico y en los medios. ­ Los anunciados preparativos para la "insurreccion" y la ausencia de respuestas oportunas ante lo evidente durante meses o anos. ­ Una cauda de resentimiento politico y social develada por los acontecimientos, que en vez de diluirse ante los aciertos economicos del regimen, palpita y amenaza en los preparativos y desenlaces del conflicto. ­ Posibles indicios de una genial y ciertamente sangrienta mise en scene, obra de una inteligencia preclara y de una ingenieria politica tecnicamente admirable, pero merecedora de mejores fines. ­ Los impactos ecologicos que acarrearan los acontecimientos, ante la posible conversion de las ultimas selvas chiapanecas en frontera para una nueva oleada agrarista, resultante de negociaciones y actos de contricion politica campesinista.