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CABEZA: Los sonidos en relacion carnal
NUEVA YORK, 14 de enero (E  FE).-Con el testimonio de Mike Dibble, un vecino de los Bobbitt que se desperto con el escandalo causado por la pareja en medio de la noche, la defensa de la joven ecuatoriana que una noche de junio castro al marido, paso al contraataque.
"Escuche a una pareja que hacia el amor, y la mujer gritaba. Gritaba de dolor", declaro Dibble, quien agrego que "eran los sonidos inconfundibles de una relacion sexual. Pero ella gritaba, con intervalos de pocos segundos. Se notaba que sufria".
Aunque sobre el mismo estrado, hace dos dias, John Bobbitt habia negado todo tipo de maltrato o violencia sexual contra su mujer, asegurando que esa noche ella lo provoco pero el se quedo dormido, otros testigos trazaron un cuadro muy distinto. "En la pareja -dijeron- ella era la victima y el, el sadico agresor".
"Nos conto que le gustaba hacer que las chicas gritaran, sangraran y pidieran ayuda", declaro John Whitaker, amigo del ex infante de marina. "Le pego, estoy segura; la vi con moretones en la cara", refirio Terri McCumber, amiga de Lorena. Roma Anastasi, cliente habitual del salon donde la joven trabajaba como manicurista, dijo que "a veces el iba al negocio a pedirle dinero. Ella estaba muy deprimida, muchas veces se largaba a llorar".
En junio pasado, el marido habia regresado tarde de una salida con un amigo. "Me abrio las piernas y me salto encima. Trataba de gritar pero no podia, me aplastaba con su peso y se me hacia dificil respirar", habia dicho Lorena al detective en sus primeras declaraciones.
Peter Weirtz, el agente que coordino las investigaciones sobre el caso, confirmo que habia restos de esperma en la vagina de la mujer.
John Bobbitt habia sido absuelto en noviembre, tras la primera instancia judicial, de la acusacion de violacion bajo el techo conyugal. "Parece que en esa oportunidad el fiscal Paul Ebert no se esforzo por encontrar testigos en contra", comento la experta en derecho Susan Estrich.
Por tercer dia consecutivo, la cadena televisiva CNN transmitio el juicio desde su sede, en Manassas, no solo por morbosa curiosidad, sino tambien porque, para millones de espectadores, Lorena y John Bobbitt se convirtieron en los heroes de una guerra entre los sexos que divide a toda la sociedad norteamericana.
"No quiero justificarla, pero a veces en la historia de las mujeres hacen falta golpes de efecto como el suyo", dijo la post-feminista Camille Paglia en una comunicacion desde Londres, al opinar sobre el juicio cuya sentencia sera dictada manana
post-feminista Camille Paglia en una comunicacion desde Londres,
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