seccion inf. gral. guia: alponte Pag.1-1 balazo: LA NACION Y EL MUNDO cabeza: Clinton en Europa: debate apasionado credito: Juan Maria Alponte Al final del mes de mayo de 1961 el presidente Kennedy, que se dirigia a Viena para su encuentro con Nikita Kruschov, se entrevisto, en seis ocasiones distintas, en el curso solamente de tres dias, con el general De Gaulle. El personaje, enorme, atraia a una mente avida y curiosa como era la cabeza de Kennedy. El general, entonces tenia 71 anos y el presidente estadounidense, por su parte, acababa de cumplir, en aquel mismo mes de mayo, sus primeros cuarenta y cuatro anos. La conversacion fue muy cordial. El tema de Francia gravitaba en la conversacion puesto que De Gaulle preferia que su pais formara parte de la OTAN de una manera independiente. El Presidente frances le hizo esta observacion: "Nosotros, Francia, hemos sido invadidos muchas veces lo que no ha ocurrido a Estados Unidos. Por ello ningun gobierno frances puede olvidar la defensa nacional. Si fuera asi ese gobierno tendria una legitimidad solo "aparente..." Kennedy le respondio de esta forma: "La defensa de Europa es, tambien, un asunto nuestro..." En el curso de los encuentros, que se desplazaron hacia los problemas del poder y respecto a las responsabilidades mundiales de Estados Unidos, De Gaulle le senalo el dilema: -"Alejandro queria ser el dueno del mundo (habria que decir a De Gaulle, en principio, que Alejandro observaba un mundo reducido y que la "ecumene", lo "universal", era un espacio reducido) y Cesar de igual manera. Estados Unidos, le anadio, ha aspirado a una dominacion economica que es una cosa radicalmente diferente". De Gaulle, anadio al novelista Andre Malraux, por aquellos dias su Ministro de Cultura, algunas primicias esenciales de las conversaciones. -"Tuve la impresion de encontrarme con su propio pensamiento. El (Kennedy) deseaba, instintivamente, resolver, a un tiempo, los problemas de Asia y Europa segun el criterio norteamericano lo cual me habia irritado la primera vez que nos vimos". -"Yo creo -dijo el general De Gaulle- en la potencia de Estados Unidos, pero la potencia es una cosa y la historia es otra. Cartago era potente..." le insistio: -"Usted esta obligado, ahora, a realizar una politica mundial de la misma forma que Roma fue obligada a elaborar una politica mediterranea, ahora bien, ¨desde el Plan Marshall cual ha sido la politica internacional de Estados Unidos?" El general De Gaulle subrayaba para si, segun las notas de Marraux, estas impresiones: - "Tuve el sentimiento de que el queria, realmente, asumir la historia, llevar sobre sus hombros la enorme responsabilidad de Estados Unidos de la cual era muy consciente. Sin duda lo habria hecho... Cuando Cesar fue asesinado tenia la lista de los conjurados en la mano y no la habia leido. Este pobre Presidente me hablaba de Lincoln de una manera que me impresionaba. Pero lo que el (Kennedy) esperaba encontrar en la vida lo encontro, finalmente, en la muerte..." Hablaron, tambien, de China. - "China, le dijo Kennedy, va a tener pronto la bomba atomica... ¨Deberiamos intervenir ahora?" (1) - "Yo le he respondido, en efecto, que el tenia mas tiempo de lo que pensaba y le he anadido (con guantes) que no intervendria..." Malraux: "Si yo me recuerdo bien usted le ha dicho que China no tendria la bomba atomica antes de un ano. De Gaulle a Malraux: "Eso fue cierto. Pero yo no comprendi, y solo lo he comprendido mas tarde, que no era preciso concebir la intervencion estadounidense como una guerra (los norteameiricanos, anade, no habrian desembarcado en China) sino que debia haber pensado en el bombardeo de algunos centros industriales chinos. Ello hubiera sido suficiente para conducir a China al pasado: a 50 anos antes. Yo me supuse que el me planteaba la cuestion que le esgrimia, a su vez, el Pentagono. Es entonces cuando le he dicho (con guantes) que el no intervendria..." A 32 anos de aquellas conversaciones otro joven presidente norteamericano (que el 19 de agoto del pasado ano cumplio 47 anos), William Jefferson Clinton, acude a su reunion con Europa en el seno de un debate no menos apasionado y apasionante que en 1961. De una parte, como Kennedy ante Kruschov, en Viena, cuando se planteo la limitacion del armamentismo nuclear y muy pronto estaria sobre sus cabezas la crisis, por los misiles de Cuba, de una posible guerra atomica, Bill Clinton tiene, ante si, el conflicto con Corea del Norte sobre el mismo poblema y, aun sin resolverse, el cuestionario de los misiles nucleares de Ucrania y la nueva Rusia de Yeltsin. Por si ello fuera poco, y como es bien sabido, la conferencia de la OTAN, en Bruselas, ha sido precedida por un aspero debate que plantea, cuando menos, dos cuestionarios interrelacionados. De una parte, la proposicion clintoniana sobre la defensa de Europa despues de la disolucion de la Union Sovietica y la desaparicion del Pacto de Varsovia en tanto que replica militar a la OTAN o NATO. Desde ese primer supuesto, la doctrina elaborada por Washington se centra, ahora, en el zero dead wars, esto es, en la hipotesis de las guerras con cero muertes, es decir la renuncia, posteriormente a la Guerra Fria, a los conflictos que puedan significar confrontaciones armadas violentas. Dada la conflictividad del planeta y teniendo en cuenta la tragedia de Bosnia y Serbia, Croacia y las zonas musulmanas y ortodoxas de la ex Yugoslavia ¨que significado tiene, en lo real, la ideacion de zero dead wars? En esa misma esfera, critica y compleja, el Departamento de Estado ha senalado, por boca de Warren Christopher (cuya presencia en esa Secretaria se hace mas y mas incierta), que Estados Unidos no apoyaria la ampliacion de la OTAN con los paises del Este y que solamente estaria en favor -despues de la airada respuesta de polacos y checos- de una ampliacion a largo plazo y en el cuadro de una sombrilla que permitiera "compartir responsabilidades" entre el Este y el Oeste. Tema delicado porque pareceria, en consecuencia, que subsiste ¨aun, la Guerra Fria. ¨Por que? En principio porque el dia 5 de diciembre el presidente de Rusia, Boris Yeltsin, hizo saber a los paises miembros de la OTAN (16, esto es, los 12 paises de la Union Europea, Islandia, Turquia, Estados Unidos y Canada) "que su pais no aceptaria que ciertas naciones del Este se incorporasen al Tratado". Actitud que tuvo rapido eco en Washington y que ha motivado un ardoroso conflicto dialectico en Europa. La causa, sobrecogedoramente, es historica. En otras palabras, Rusia aparece (y mas desde que Vladimir Zhirinovski conforma el 22.79 por ciento de los votos y cuenta con 70 diputados en el nuevo Parlamento ruso) como un posible fantasma del ultranacionalismo. Lo que Lenin, en resumen, denominaba, condenatoriamente, el "patriotismo gran- ruso". Lo cierto es, por tanto, que las declaraciones de Vladimir Zhirinovski, y la crisis, aun sin resolver, sobre el "guardian" o los "guardianes" del armamento nuclear de la ex URSS, han levantado una ola de temor en los paises del Este. Sobre todo, y fundamentalmente, en Polonia, los paises balticos, Hungria y la Republica checa. Esos paises, que no debieran sentirse amanazados porque la Guerra Fria y la union de la ex Union Sovietica ya no existen, han senalado, ante la reticencia europea a incluirlos en la OTAN, que la Europa que ha abandonado a su suerte a Bosnia seria capaz de volver a realizar la experiencia de 1938 (Conferencia de Munich) cuando Checoslovaquia y Austria fueron devoradas por el sistema nazi y Europa, ante el temor de la guerra, prefirio cerrar los ojos pensando que Hitler, el gran chantajista, se detendria en ese umbral: en ese costoso pacto politico. No fue asi, como se sabe. Lech Walesa en nombre de Polonia y Vaclar Havel, en nombre de los checos, han ido mas lejos, al igual que los estonianos, lituanos y letones: "que la OTAN los abandona a su suerte". El reproche posee, repito, el sobrecogimiento de la historia. En 1938 la nacion checa, reconocida independiente despues del Tratado de Versalles (con el que se terminara la Primera Guerra Mundial) fue invadida y disuelta por el III Reich hitleriano. Polonia, un ano despues, en 1939 (1 de septiembre) sufrio la invasion nazi al firmarse, entre la Union Sovietica y la Alemania de Hitler el Tratado de No Agresion y Cooperacion que significara, en lo real el reparto de Polonia por los dos paises, el estallido de la Segunda Guerra Mundial (nueve dias despues que Ribbentrop y Molotof pusieran sus firmas en el Tratado) y la integracion de los tres Estados balticos, en 1940, en la Union Sovietica. El Tratado del 23 de agosto de 1939 en efecto, incluyo a los paises balticos, independientes igualmente desde la paz de Versalles, en el "area de influencia" de la URSS. Despues de haberse "repartido", amigablemente, el gran pastel de Polonia con Alemania, Stalin tomo la decision de romper los acuerdos del fin de la Primera Guerra Mundial (ratificados por Lenin en el Tratado de Brest-Litovsk) para terminar con la soberania de Lituania, Letonia y Estonia. La historia se repite no como comedia, sino como tragedia, o asi lo sienten, al menos, checos, polacos y balticos. De ahi que aspiraban a entrar en la OTAN porque su Articulo 5o. dice, bien explicitamente, que cualquier ataque contra uno de los paises firmantes supondria o seria aceptado como un ataque contra todos. Lo que ocurre, y de ahi la violencia dialectica de Havel y de Lech Walesa es que nadie, en Europa, esta dispuesto, como en 1938, (cuando se festejo la Conferencia de Munich como una ratificacion de la paz) a morir por los lituanos o los polacos. Cuando lo hicieron, en 1939, ya fue tarde y Stalin y Hitler se habian puesto de acuerdo. Las circunstancias, en este momento, son muy distintas, pero el fantasma ultranacionalista de Hitler, convertido Zririnovski por el amarillismo periodistico en el nuevo nazi expansivo, ha desencadenado una inmensa tormenta. Sera indispensable serenar las palabras, establecer los nuevos lineamientos, pero en el Este, ante la experiencia de Yugoslavia y las amenazas del nacionalismo gran- ruso, se incrementan los miedos o, si mejor se quiere, la pesadilla de la historia 1 La primera bomba china atomica estallo el 16 de octubre de 1969. miedos o, si mejor se quiere, la pesadilla de la historia 1 La primera bomba c .