SECCION: ESPECTACULOS PAGINA: 17 CINTILLO: PRIMERA LECTURA CABEZA: Mercedes Pascual: CUATRO DECADAS EN LA ESCENA CREDITO: Mercedes Pascual es inteligente y culta. La recuerdo en su papel de Clitemnestra en la tragedia de Euripides Ifigenia en Aulide, que tal vez fue una de sus mejores creaciones escenicas, porque le permitio humanizarse, volverse mas flexible y tierna, mas desgarrada y desgarradora en esa madre dolorosa a quien le arrancan la hija para llevarla al sacrificio. Y en esa creacion Mercedes Pascual nos dio la idea de una actriz mas eclectica de lo que hemos pensado. Hace unos anos, cuando Meche Pascual aun llevaba en su vida privada el apellido de senora Flores Olea, su caso se hizo aun mas particular. En el ambiente de la farandula, donde las esposas de los diplomaticos no abundan, Mercedes Pascual de pronto se vio transformada en la "senora embajadora", papel nuevo en su carrera interpretativa. Acompano a su marido a la embajada de Mexico en la URSS, cuando esta era todavia la segunda potencia mundial. Por ello tuvo que abandonar su actividad escenica durante dos ano s porque, como ella misma decia: "Tuve una responsabilidad muy grande en la embajada que me impidio tener excesiva nostalgia por mi trabajo de actriz. Mi meta en Moscu era ayudar a mi marido en su mision". Y esta actriz multipremiada, que obtuvo becas para estudiar en Paris y Londres, que empezo su carrera como bailarina, que estudio danza clasica desde los 9 anos con el profesor ruso Sajaroff -lo que no le impidio ser solista en el Ballet Moderno de Bellas Artes-, esta hija de un medico psiquiatra tambien dedico muchos anos a estudiar teatro: tres anos con Seki Sano, tres anos en el Instituto Cinematografico Andres Soler; luego varios anos de perfeccionamiento con el maestro Dimitrios Sarras, que fue su idol o, como lo fue de casi todos los actores jovenes de Mexico que deseaban crear algo nuevo, algo perfecto, hasta que la muerte dio fin a la actividad de este maestro unico en su genero: Dimitrios Sarras. En general, Mercedes pertenecia al genero de artistas que nunca dejan de estudiar. Actriz inquieta, ambiciosa de valores mas alla de los aplausos, siempre en busca de perfeccionamiento, no temia estudiar una y otra vez. El dia y la hora cuando le tocaba "clase" con Dimitrios Sarras eran para ella sagrados. En ese dia y en esa hora nadie lograba convencerla de hacer otra cosa. "No puedo, tengo clase", decia. Y lo afirmaba con una sencillez de colegiala ante su primer examen. Tampoco se consideraba demasiado perfecta para tomar lecciones con maestros locales que juzgaba competentes. En alguna oportunidad me dijo: "Se han hecho muchos esfuerzos para mejorar nuestro teatro en Mexico. Yo no le quitaria a Mexico el valor de los esfuerzos anteriores. Tampoco hay que creer que en el extranjero, especialmente en la anterior Union Sovietica, todo era perfecto. A veces habia puestas muy malas, a pesar de que ellos tienen una vieja tradicion que a nosotros nos falta. Y en la misma oportunidad me dijo acerca de la pregunta: ¨Que papeles le han dejado el mejor recuerdo?: "El de Medusa, de Emilio Carballido, obra con la cual por primera vez recibi un premio de la critica por la mejor actuacion del ano. Igual en Como tu me deseas, de Pirandello, donde me fue otorgado otra vez igual premio. Fue en 1968... Algunos otros papeles me han dejado un recuerdo muy agradable. Por ejemplo, en El Abanico de Lady Windermere, de Oscar Wilde, junto a Dolores del Rio, en 1959. Las criadas, de Jean Genet, que dirigio Jose Luis Ibanez y que 16 anos despues, en 1975, interprete nuevamente bajo la direccion de Dimitrios Sarras. Considero mi actuacion en esa obra como mi mejor trabajo teatral, mas cuidadoso, mas redondo. Otro recuerdo es el papel que hice en Nueva York en El hilo rojo, sobre los ultimos anos de Freud, con un reparto mexicano en el cual figuraban Augusto Benedico y Virginia Gutierrez. En 1971 la critica me fue muy favorable, de lo mejor en mi vida". Y ahora, quince anos mas tarde, cuando Mercedes Pascual cumple 40 anos de actuar en el teatro profesional, sin cambiar gran cosa en lo fisico, pero seguramente mucho en lo psicologico y moral, como nos sucede a muchos ahora, en este maremagnum de estrenos, de aparicion de nuevos y desconocidos refuerzos actorales en los 126 teatros existentes en la capital, los actores se han alejado de nosotros, de la critica y de los criticos, y nosotros los hemos perdido de vista en numerosos casos. Por esta razon le des eo a nuestra Meche -como la llamabamos entre amigos- una larga vida en esa profesion tan dificil, pero tan atrayente, como es la de actor, a la que puede aun dar y ensenar mucho a las nuevas generaciones. .