SECCION: CULTURA PAGINA 11 CINTILLO: LA OPERA CABEZA: Perspectivas, lamentaciones y reflexiones de fin de ano CREDITO: hiciera con el Montezuma de Graun, que se grabo y se canto ejemplarmente al terminar el ano de 1992. En lo que toca a la programacion oportuna (uno de los grandes y neuralgicos escollos con que ha tropezado nuestra opera en epocas pasadas), las cosas continuan prosperando, pues ya el INBA, en el ultimo dia de diciembre, dio a la publicidad el calendario de la temporada siguiente: Nabucco (febrero 13, 15, 17 y 20), El holandes errante (17, 20, 22, 24 y 27); El Barbero de Sevilla (mayo 22, 24, 26 y 29); Turandot (julio 3, 7, 10, 13 y 17); Cosi fan tutte (septiembre 18, 20, 25 y 27; Anita (De Melesio Morales, octubre 23, 25, 27 y 30), y Fausto (noviembre 17, 22, 24 y 27). Por ese camino, puede llegarse a publicar tambien anticipadamente los elencos de un ano entero, para atraer y comprometer con tiempo adecuado al publico nacional e internacional (todos los teatros serios del mundo anuncian sus programaciones integras con mucho mayor adelanto, como se sabe). Ademas de la programacion nacional, tambien anuncia el INBA desde ahora, la visita programada de importantes conjuntos extranjeros, entre los que cuentan orquestas como la Nacional de Francia, la de Filadelfia, la de la Academia de St. Martin in the Fields, la del Concergebow, la Philarmonia, la de Viena, la de Los Angeles y otros grupos, que representaran un autentico platonico banquete dialectico y musical para los especialistas y para el publico entero. Pero por lo que a la opera se refiere, hay que celebrar no solo el ascenso de una nueva generacion de musicos y cantantes, entre los que se hallan algunos que empiezan a destacar en los escenarios del extranjero (Ramon, Vargas, Encarnacion Vazquez, Fernando de la Mora y otros), sino la visible mejoria del nivel artistico y vocal de los cantantes jovenes en ejercicio, contados entre ellos los que habian ya destacado en anos anteriores (Jesus Suaste, Conchita Julian, Lourdez Ambriz, Caridad Acosta y otros, a los que nos hemos referido en estas cronicas). El panorama es promisorio, y considerables las perspectivas, siempre y cuando se prosiga por la misma senda, con la continuidad practicamente matematica e intransigentemente institucional que ha hecho posible la sobrevivencia centenaria de los grandes teatros del mundo de la opera. Sobrevivencia y desarrollo artistico que se acompana de publico creciente, economia segura y asistencia interesada por parte de artistas internacionales de prestigio estelar. No hay nada mas caro, ni mas deprimente, que la imprec ision, las concesiones burocraticas, la autocomplacencia populista y nacionalista y la organizacion azarosa. La profesion musical, como lo sabe todo verdadero artista, es una aventura riesgosa, y ningun cantante con efectiva vocacion y ambicion, se empena en una carrera como esa con mentalidad de futuro jubilado, o de proximo huesped de alguna generosa (e inexistente) institucion de beneficencia. Bien esta que existan en el mundo organismos generosos como la Casa Verdi, fundada por el compositor que le dio nombre para la asistencia, el socorro de musicos grandes y pequenos a los que la fortuna economica no ilumino al final de su carrera. Y bueno seria que existiera en Mexico una casa como esa, a la que apoyan economicamente varios celebres cantantes italianos. Pero no es de la Casa Verdi de donde surgen ni los egregios cantantes, ni las respetables tradiciones de la musica italiana. Tambien seria deseable que los recursos institucionales destinados a la musica fueran cada vez mas amplios, y que tambien lo fueran los que se obtienen de la empresa y las instituciones privadas, porque eso redundara de inmediato en beneficio del desarrollo cultural del pais y, a la larga, representara cada vez menor carga y mayor honra para el erario publico. Algun inteligente artista plastico, viejo amigo mio que se dedico por un doloroso y largo tiempo a los negocios, me decia algo muy sabio: ningun artista de nuestro mundo, por mas talentos que tenga, puede aspirar al reconocimiento general cuando llega a su madurez "si no ha pagado la cuota", a lo largo de su vida entera. ¨Que cuota es esa? Nada menos que la cuota del sacrificio personal, de la renuncia a la vida facil y a la mentalidad de jubilado o de millonario tocado por los dioses para la fortuna y para el genio. Los grandes artistas, incluidos los millonarios, han pagado siempre la cuota. .