SECCION: CULTURA PAGINA 9 CINTILLO: COMPROBACION DE UNA REALIDAD POLITICA CABEZA: LA ANOMALIA ITALIANA SUMARIO: EN OPINION DEL FILOSOFO, LA OPRESION DEL GOBIERNO SOBRE EL ESTADO HA TRANSFORMADO LA RELACION ENTE GOBIERNO Y OPOSICION CONSTITUCIONAL EN UNA RELACION ENTRE ESTADO Y ANTI-ESTADO CREDITO: Norberto Bobbio Mismo derrumbe, y el Partido Socialista, su eterno rival, volviese a ser el gran partido de otros tiempos. Pero sucedio exactamente lo contrario: el primero, rebautizado y renovado, no solo sobrevivio, aunque electoralmente debilitado, sino que presumiblemente es todavia uno de los polos del futuro orden de n uestra democracia. El segundo, en cambio, casi ha desaparecido. A quien pida una explicacion se le responde: se trata de una de las tantas anomalias italianas. Pero esto es una comprobacion, no una respuesta. Es obvio que para definir una situacion anomala es menester tener bien clara la idea de una situacion que se presupone normal. No se ha dicho, en cambio, que "anomalia" ha sido siempre un termino que connota negacion. Depende del punto de vista, positivo o negativo, de lo que es normal. Cuando el viejo Partido Comunista se jactaba de su "peculiaridad", hablaba de ella como de un aspecto positivo suyo considerando la normalidad de los otros partidos como un defecto. En gene- ral, sin embargo, cuando entre nosotros intercambiamos, desconsoladamente, y lo hacemos frecuentemente, nuestras impresiones sobre Italia como un caso anomalo, lo hacemos con amargura si no es que hasta con rabia. Una buena democracia generalmente se distingue por estas dos caracteristicas esenciales: 1) Dos grandes partidos dominantes, uno en el gobierno y el otro en la oposicion; 2) Los dos partidos se alternan el gobierno a traves de una competencia pacifica. Originalmente este ha sido el modelo anglosajon, pero hoy, despues de la Segunda Guerra Mundial, fue adoptado incluso en la Europa continental, en Francia y en Alemania y, aunque de una forma menos clara, en Espana. En Italia el sistema politico actual despues de la caida del fascismo ha sido, por lo menos hasta hoy, respecto al primer punto, pluripartidario y se quedo, respecto al segundo, sin alternativas. De las tres interpretaciones que se le han dado a este sistema "anomalo" (en sentido negativo), la primera y mas conocida que ha sido ejemplo por anos, el bipartidismo imperfecto de Giorgio Galli, pone en evidencia sobre todo la falta de oposicion alternativa; la segunda, el pluralismo polarizado y centrifugo de Gi ovanni Sartori, y la tercera, el pluralismo centripeto de Farneti, atraen nuestra atencion tanto sobre la falta de oposicion alternativa como sobre la razon de esta carencia, el no poder no gobernar (la primera) y la tendencia a gobernar (la segunda) mas que al centro. O esta obligado a gobernar en el centro, porque las "extremas", como alguna vez se les llamo, no son democraticas, o bien se va necesariamente hacia el centro porque es el lugar en el que se recogen los mayores consensos. Cosas tan dichas y repetidas como para conver- tirse en banales. Menos banal, pero sugestiva, la observacion de que esta anomalia es un hecho permanente en la historia de la Italia unida. En varios escritos recientes, con especial lucidez en un capitulo de Tenere la sinistra (Ed. Marsilio, Italia, 1992), Massino Salvadori sostiene y documenta la tesis que brevemente resumo: 1) El Estado Italiano de la Unidad a la actualidad ha pasado por tres regimenes: el liberal, monarquico, el fascista, el democratico re publicano; 2) en ninguno de los tres regimenes hubo una oposicion tan fuerte como para constituir una alternativa; 3) la falta de una alternativa constitucional que es, como ya se ha dicho, el verdadero distintivo del gobierno representativo, caracterizado por la constitucionalizacion de la oposicion, que transforma la relacion tradicional amigo-enemigo en una relacion entre dos adversarios de un juego y de un partido, ha hecho que el pasaje de un regimen a otro haya sido traumatico, incluso violento, espe cificamente el de los Estados regionales preunitarios al Estado unitario, del Estado Liberal al Estado fascista, del fascismo a la republica democratica. De tal manera, la presion del Gobierno sobre el Estado ha transformado la relacion entre gobierno y oposicion constitucional (gobierno potencial), en una relacion entre Estado y anti-Estado, en la mejor de las hipotesis tolerada pero discriminada en los margenes; en la peor, reprimida con violencia. "Ella hace" escribe Salvadori "que toda la historia nacional sea dominada por una anomalia sin comparacion con ninguno de los otros Estados de Europa Occidental". Observaciones semejantes se pueden leer en el mu y reciente libro de Sergio Romano, LItalia scappata di mano (Ed. Longanesi, Italia). Sobre la anomalia italiana, si bien con una interpretacion diferente, esta tambien el ensayo de Ernesto Galli della Loggia, Liberali che non hanno saputo dirsi cristiani (Il Mulino, XLII, No. 349, settembre-ottobre 1993, pp. 863-64). Tanto mas sorprende esta anomalia repetidamente constatada, cuanto mas ella se ha revelado en epocas historicas y en situaciones sociales muy diversas. Como decir que, cualquiera que sean las relaciones de clase, las caracteristicas de la clase dirigiente, la fase historica que la sociedad ha atravesado en un siglo de grandes transformaciones economicas y de costumbres, nuestro sistema politico, en lo que respecta a la oposicion alternativa y el pasaje indoloro, de un sistema a otro, siempre ha estado fuera de la norma. La historia constitucional italiana despues de la unidad no es una sucesion de gobiernos sino de regimenes. Las razones hay que buscarlas antes que nada en la manera en la que se unio al pais -extrana, sino hostil- la Iglesia, ciudadanos pasivos y catolicos; en una izquierda permanentemente dividida entre reformistas y revolucionarios, y por lo tanto incapaz de constituir un partido socialista tan fuerte como para dar vida a una oposicion democratica vencedora; en la revancha de los catolicos que, despues de una larga abstinencia, a la caida del fascismo, se volvieron el partido hegemonico y han gobernado el pais durante todos estos anos. Se puede hablar de anomalia, como he dicho ya, en sentido positivo o negativo. En general esta ha sido considerada por nuestros escritores politicos, desde el siglo pasado, como un defecto que debimos haber corregido para estar a la altura de los paises considerados democraticamente mas avanzados. De la Republica en adelante, el vicio atavico ha sido atribuido al contraste ideologico entre dos partidos alimentado por la guerra fria, que los puso uno frente a otro no como dos adversarios, sino como dos enemi gos, y por lo tanto democraticamente no alternativos. Derribado el Muro de Berlin, y transformandose el Partido Comunista en el Partido de la Izquierda Democratica de esa izquierda que tuvo responsabilidad de gobierno en muchos paises europeos, parece que tambien en Italia llega la oportunidad de entrar a la normalidad. Traduccion de Maria Teresa Meneses Tomado de Panorama, 11 de diciembre de 1993. .