SECCION ESPECTACULOS PAGINA 41 BALAZO: PANNONICA CABEZA: AVENTURAS Y DESVENTURAS DE UN GENERO CREDITO: XAVIER QUIRARTE "El jazz todavia es el hijo bastardo de las artes", senalo el saxofonista Phil Woods durante su visita a Mexico para participar en el III Festival de Jazz de Cancun. La frase viene a colacion al analizar el panorama jazzistico en nuestro pais durante 1994. Como viene siendo costumbre desde hace muchos anos, las instituciones dedicadas a la cultura le otorgaron ciertos espacios, aunque no a la altura que este genero merece. Y mientras una institucion como el ISSSTE ya no considera a este genero en sus programas culturales, Plaza Loreto abre un espacio para presentaciones los fines de semana. A lo largo del ano se realizaron diversos conciertos con figuras nacionales e internacionales que evitaron que perecieramos de hambruna (mientras en la India el festival Jatra reune a decenas de artistas de primera linea que aqui ni en suenos veriamos). Sin embargo, estos esfuerzos aislados no lograron colmar las expectativas de quienes buscamos contacto con las corrientes mas aventuradas, la sangre nueva que revitaliza al genero. Por si fuera poco, se sucedieron, una vez mas, los eternos problemas de planeacion, desorganizacion y desinformacion, asi como falta de continuidad. Veamos, a vuela pluma, algunos casos. ¨Alguien se entero de la visita de Philip Glass y Diamanda Galas a un festival de arte contemporaneo realizado en Leon, Guanajuato? Suponemos que no, pues nosotros lo supimos un dia despues del concierto de Diamanda. Tampoco nos enteramos de la realizacion del ya no tan esperado III Festival de Jazz y Blues de la Ciudad de Mexico, por la simple y sencilla razon de que no se llevo a cabo. A cambio, los promotores de OCESA nos trajeron a un devaluado Chuck Mangione, cuyos hijos de Sanchez ya peinan canas. El INBA celebro una acertada temporada de jazz nacional, pero en cuanto a artistas internacionales se limito a traer a Claude Bolling, a quien segun nos platico se le pidio que presentara un programa compuesto por sus suites que fusionan el jazz con la musica clasica, sin Jean Pierre Rampal, por supuesto (seguramente para cumplir con las expectativas de los academicos que ven con simpatia estos trabajos y se escandalizan con las manifestaciones de la vanguardia). Cabe senalar que el mejor momento de su co ncierto fue cuando su grupo toco, fuera de programa, la musica de Duke Ellington. La UNAM tambien ofrecio varios conciertos con musicos nacionales, muchos de ellos jovenes ansiosos de expander la tradicion y alejarse de los repetitivos programas que incluyen "Take Five", "Summertime" o "St. Louis Blues" con los arreglos mas elementales (en los que por desgracia todavia caen muchos de nuestros musicos, aun los consagrados). Aunque en la programacion del festival Tres grandes de jazz tambien organizado por la UNAM no tuvo cabida la vanguardia, la calidad de los artistas que en el participaron fue de alto nivel, sobre todo la orquesta de Eddie Palmieri y, en el caso de los tres grupos mexicanos, del trio Neri-Bernal-Cardenas. Fue una lastima que por falta de planeacion no fuera posible escuchar fuera de Guanajuato a The JazzMasters, Elis Marsalis y Michael Nyman. Lo mismo ocurrio con el pianista George Shearing, quien vino exclusivamente a San Miguel de Allende (a pesar de que su avion llego un dia antes a la ciudad de Mexico). En el plano de las grabaciones se dieron intentos serios por documentar el jazz nacional, pero a nuestro juicio tienen un serio defecto. En aras de ganarse desesperadamente el reconocimiento, muchos de nuestros musicos han recurrido a la realizacion de obras demasiado complacientes, "accesibles", seguramente con la idea de que eso hara que la gente se vuelque sobre su obra como por arte de magia. Es lamentable que algunas grabaciones sean una sombra de lo que los grupos o solistas son capaces de hacer en el escenario. No podriamos terminar estas someras reflexiones sin mencionar a Francisco Tellez, cuya labor infatigable al frente de los Talleres de Jazz de la Escuela Superior de Musica algun dia debera ser debidamente reconocida. Gracias a sus gestiones, los contacos de Francisco Mondragon y el apoyo del Instituto Goethe y el Instituto Italiano de Cultura, Karl Berger, Giorgio Gaslini y John Tchicai, musicos de enorme trayectoria internacional, ofrecieron enriquecedores talleres en la ESM. Ante la avidez de muchos alumnos por aprender de estos grandes maestros, uno se sigue preguntando: ¨donde estaban los jazzistas profesionales en esos momentos? ¨Acaso les ha llegado el momento en que pueden decir: ya no puedo aprender nada nuevo? Excusas y pretextos sobran. ¨Justificaciones? Ninguna. A veces piensa uno que esta "hija bastarda de las artes" en nuestro pais tiene el sitio que merece ante la evidente apatia de una gran mayoria de musicos dedicados al "hueso", que no estan dispuestos a renunciar a su "seguridad" y dejan el jazz para sus ratos libres. Sacrificio, senores, es una palabra que debia entrar en su vocabulario. .