SECCION ESPECTACULOS PAGINA 40 BALAZO: HETERODOXIAS CABEZA: TIEMPO DE RECAPITULACION Y PRONOSTICOS CREDITO: DAVID CORTES Este ano, como otros, tantos que ya quisieramos fuera una inveterada costumbre, en estas paginas se ha buscado efectuar seguimiento a lo mas representativo del jazz y musicas afines. Mucho ha quedado en el tintero, pero tambien ha sido bastante lo cubierto. Al echar la mirada atras encontramos en el territorio de la sincopa una multiplicidad de alianzas con otras tendencias, una alquimia molesta para los puristas, interesante para quienes creemos que esta es la unica manera de mantener vivo un genero vie jo sin que su olor llegue a ser rancio. El hip-hop, el rap, la vertiente funky se ha ligado con el jazz hasta conformar el acid jazz, un estilo que si bien en sus primeras intentonas se antojaba esquematico y pronto a agotarse, se ha vuelto el medio mas idoneo para llevar a los jovenes a la geografia habitada por grandes exponentes. Esta amalgama esta lejos de haber conformado su rostro definitivo, de hecho uno de sus principales atractivos radica en ello, en estar en proceso de desarrollo sin preocuparse demasiado por la prudencia al momento de incorporar nuevos elementos o mirar hacia delante. Tal vez el rapido consumo del acid jazz, asi como su efimero paso por los clubes, le han impedido consolidarse; sin embargo lo conseguido por esta mezcla es digno de tomarse en consideracion: ha inyectado sangre nueva y junto con ello ha reunido a jovenes y viejos jazzistas que, antes que las etiquetas, buscan divertirse y crear musica. Pero asi como los jovenes han redescubierto el jazz con la mediacion de las pistas de baile, algunos de los viejos rockeros, amamantados en el blues, han derivado hacia un jazz que debido a su bagaje no se puede gestar de manera pura. Muchos son los elegidos a ingresar a esta lista, sin embargo habria que mencionar un par de nombres que ejemplifican perfectamente esta situacion: Ginger Baker y Jack Bruce. Ambos musicos provienen de Cream y luego habrian de tomar cada uno su senda, en la cual hubo aciertos y errores por igual. Este ano el baterista Baker se unio a Charlie Haden y Bill Frisell para crear uno de los mas excitantes discos del ano: Going Back Home (Atlantic). Por su parte, el bajista Jack Bruce se alio con el saxofonista Dick Heckstall Smith y el percusionista John Stevens para grabar Thisthat (Atonal Records). Ambas producciones son una muestra de una fusion madura en donde los impetus rockeros se balancean adecuadamente con el jazz en un equilibrio en el cual impera la mesura, una cualidad que redunda en arquitecturas sonoras sublimes. Podran esperarse sorpresas para el ano venidero. Sin duda alguna. Algunos musicos africanos, gracias al impacto del world beat, comienzan a observar como su trabajo empieza a ser reconocido luego de decadas de incesante actividad en sus paises natales. El caso mas sonado sera el de Tabu Ley Rochereau, el oriundo de Zaire y ahora exiliado en Estados Unidos, quien ha debutado en dicho pais con Muzina (Rounder), una produccion que a partir de los soukous, ritmo propio de dicha nacion, busca allegars e algunos destellos de jazz, en una combinacion de resultados trepidantes, cargados de sensualidad y movimientos excitantes. Muy interesante sera en 1995 seguir el desarrollo de las nuevas propuestas de Bill Laswell, John Zorn, Material y otras agrupaciones que se caracterizaran por sus ideas de vanguardia y ahora han dado un giro, incluso muy brusco, para abrevar en el ambient. Lo cierto es que, por el lado que se le vea, el jazz se encuentra mas vivo que en otras ocasiones y su curso habra de continuar con la experimentacion y nuevas alianzas, dos elementos que no solo lo conservan rozagante, sino igual de creativo que antano .