SECCION INF. GRAL. PAG. 12 BALAZO: 45 FALLECIMIENTOS Y OCHO CIEGOS ES EL SALDO OFICIAL CABEZA: Laberinto burocratico para hallar a culpables del mezcal de la muerte; las evidencias, solo diagnosticos clinicos CREDITO: GERARDO ORTIZ y EDUARDO MONTEVERDE, corresponsal y enviado. (Primera de tres partes) CUERNAVACA, Mor., 29 de diciembre.La epidemia de muertes por alcohol en Morelos, arraso con los teporochos de los municipios afectados, sin que aun no se demuestre quienes son los verdaderos culpables de la mortandad. En un laberinto de burocracia, acusaciones mutuas y sospechas sobre empresarios profugos y hasta un taxista, se tiene conocimiento que las 46 muertes oficiales que han ocurrido hasta ahora, se pueden deber a que el alcohol ingerido se encontraba contaminado por metanol. Las evidencias hasta ahora se limitan a diagnosticos clinicos, sin que se tenga informacion acerca de resultados periciales. La historia en la que se mezclan indicios de sabotaje, venganzas e ignorancia, se inicio el 9 de diciembre en la colonia Lazaro Cardenas del Rio, municipio de Cuernavaca, cuando tres amigos de un difunto fueron a su velorio. Luego de seguir la costumbre de ingerir mezcal para acompanar al deudo en sus funerales, horas despues del sepelio empezaron a vomitar un liquido verdoso; se quejaron de dolores en el vientre que los desgajaban. En el sentido literal perdieron de vista a sus familiares, asi fueron sus u ltimas palabras, pues se quedaron ciegos. La prensa dio a conocer el hecho. Lo que no se dijo es que el muerto del velorio, don Sotero, al que velaban los que al dia siguiente murieron, habia fallecido con sintomas de intoxicacion por metanol, sin que nadie se percatara del hecho. Segun su viuda, solo se murio de borrachito. Varios dias llevaba bebiendo el campesino de 65 anos de edad. Por eso, cuando empezo a echar espuma por la boca, a revolcarse debajo de la jacaranda espantando a las gallinas que andaban por el patio terroso de su casa de tabicon, ni su mujer, tampoco sus dos hijos, le dieron importancia, pensaron que era la cruda. Y al rato se murio, como a las seis horas, a las tres de la tarde del 8 de diciembre. Al filo de la muerte su hijo llamo al doctor Enrique Ocampo, domiciliado en el municipio vecino de Temixco. No tuvieron dinero para pagarle medicamentos. Solo alcanzo para el certificado de defuncion que reza: "Alcoholismo cronico, desequilibrio hidroelectrolitico y paro cardiorrespiratorio." Fue el primer caido de lo que en el pueblo se llamaba el Escuadron de la Muerte, los teporochitos que compraban mezcal a granel, es decir a chorro, en las vinaterias clandestinas del rumbo. Los familiares dicen que son tres las mas cercanas. La de Amado Arteaga, el herrero de la vuelta, que tiene unos hijos punks de la banda "Chavos Locos"; la de Antonio Martinez o bien, el estanquillo de Maria Gaspar, donde se conseguia el aguardiente de agave a ocho pesos el litro. "Ya no, ya no se juntan aqui, mejor dicho alla arriba cerca del panteon", platica dona Maria, a quien la prensa roja podria senalar como "la cobra" de Cuernavaca, puesto que es la unica involucrada que reconoce haber vendido mezcal a tres de las victimas. "Si, pero esos eran jovenes. Los teporochitos eran viejos, pero ahora ya no se juntan, se murieron todos, pero a ellos yo no les vendi el mezcal. Cuando se murio don Sotero, tenia dias que no me compraba." La charla es al principio de la tarde morelense en un jacal moderno, de tabicon enjalbegado de azul Diego Rivera, al pie de un palo cirial desde donde se divisa un Popocatepetl que mengua sin fumarolas, sin erupciones de sus antros terrestres, mientras el mezcal destrozo las entranas de los muertos de Cuernavaca y sus alrededores. Parece que hasta Guerrero llego. Pero aqui, en esa colonia sin los habituales del panteon, muertos todos, el camposanto quedo desierto. Maria Gaspar empezo a vender mezcal en la clandestinidad, desde hace uno o dos anos. Poco antes, y con el motivo de una fiesta, viajo a la destileria Las Quintas, en Temixco, para comprar botellas de brandy Viejo Vergel. La llevo un vecino taxista de nombre Diego Cardoso quien le ofrecio, ademas, proveerla del mezcal que se hallaba en esa destileria y asi se podria ganar unos pesos. Si gastaba 50 en envases de 20 litros, tendria una ganancia de 110 pesos, y le entro. Maria se sintio una mujer prospera, emprendededora, suficiente para sacar adelante a su familia en esas tierras terregosas. Diego la surtia con puntualidad, casi siempre, porque veces el chofer tenia que llevar encargos a Guerrero o a otros lugares de la region. Y asi, platica Maria Gaspar, refugiada en casa de Melquiades, porque su casa esta clausurada. En vestido de satin negro con floripondios, senala que la casa de su vecino tambien tiene sellos de clausura. Y Diego Cardoso, el dueno, esta huido, y ella casi se quiere ir, pero no se va porque esta amparada ante la ley. Es una de las cinco ordenes de aprehension que aparecen consignadas en la averiguacion previa TX/1818/9412 radicada en el juzgado de 1 Instancia del I Distrito, en Cuernavaca, Morelos. Fuentes de la Secretaria de Gobernacion, que omiten su nombre, afirman que hay seis ordenes mas que seran ejecutadas el proximo ano, ya que el juez Armando Castaneda se encuentra de vacaciones. Esto lo confirmo Georgina Lara, asistente del Juzgado I de lo Penal. Se desconoce si entre esas ordenes se encuentra Amador Arteaga, que tiene una herreria a un par de cuadras de la casa de don Sotero, donde pudo haber sido comprado el mezcal que se mezclo con una infusion de canela, la tarde en que despidieron al difunto. Carmelo, hijo del finado, afirma que en esa casa y taller, venden aguardiente. Es un domicilio pequeno, con una puerta de metal a punto de caerse que recuerda el refran: "en casa del herrero azadon de palo". En la cal de la fachada hay unos grafitis: "chavos locos", "toros locos". Al llamado acuden los hijos de Amado, facha de punks, aretes y se declaran rockeros a morir, pero niegan vender mezcal, aunque en su taller hay metanol, el alcohol industrial que se usa, entre otras cosas, para disolver pinturas. Maria Gaspar dice que ella ya no se va a quedar callada, que no es la unica. Vendio su pocima porque tenia necesidad. Su esposo, jornalero al igual que muchos de los que fallecieron, no tenia ni para el gasto. Diego Cardoso le vendia a la mujer el alcohol al precio de 50 pesos por la garrafa de 20 litros. Ella lo revendia a ocho pesos el litro y se ganaba 110 pesos. Y no se queda callada, senala por alla, en la calle de la Mina, al senor Antonio Martinez, que tambien vende aguardiente. En su declaracion ante la ley, la senora afirma que tiempo antes de la tragedia, fue visitada por inspectores de Hacienda o de Salubridad, sin precisar de que dependencia, lo que revela que las autoridades tenian conocimiento de esta venta ilicita y jamas tomaron muestras, ni hicieron decomisos. Pero ahora el joven Cardoso vuelve a aparecer, en el mismo expediente donde declara Maria Gas par. Aqui lo senala Emma Dominguez Velazquez, esposa de un empleado de Las Quintas, donde se destilaban bebidas. Esto abre una nueva ruta del envenenamiento, pues el joven decia que el mezcal iba a dar hasta Acapulco, Guerrero. De esta suerte, las muertes no han ocurrido tan solo en Morelos. Notas periodisticas revelan que en Iguala, Guerrero, hubo dos personas que fallecieron luego de ingerir mezcal. Aunque la casa de Diego en la colonia Lazaro Cardenas se encuentra clausurada, como dice la senora Gaspar, Emma Dominguez declara que el taxista repartidor vive con sus suegros en la colonia Acatlipa, municipio de Temixco. El esposo de dona Emma huyo tal vez rumbo a Chilpancingo o Oaxaca, lugares a donde iba a vender el alcohol que se producia en Temixco. Las marcas eran, o son, ron Tizoc, Bacardi blanco y Solera, brandy Presidente y don Pedro. Se desconoce si estos productos estaban contaminados con metanol. Lo que hasta ahora es cierto, es que las victimas son de los estratos mas bajos de la poblacion. Sus condiciones de vida se repiten con la monotonia de la pobreza, en el expediente 552/94. "Inspeccion ocular y fe del cadaver: Avenida aeropuerto lote 23 sin numero, Xochitepec, Morelos, se observa una casa de lamina de carton, con su frente al norte de un predio de forma rectangular. Se da fe de tener a la vista en el suelo, cubierto con una manta, a una persona del sexo masculino, con la cabeza hacia el norte, las extremidades inferiores al sur, asi como las superiores siguiendo el eje del cuerpo." Era Antonio Trujeque Ballesteros de 34 anos de edad. No mostraba ninguna lesion visible. Estaba medio encuerado con unos shorts de poliester luido, y bajo ellos una truza azul del mismo material. Era chaparrito, de 1.60 de estatura, robusto, moreno, de pelo lacio, aindiado y lampino. Sus ojos cafes miraban bajo las cejas pobladas, al carton corrugado del techo. El hoy occiso, en la jerga ministerial, empezo a beber el 11 de diciembre como a las cuatro de la tarde, poco antes de que empezaran a graznar los zanates. Tomo Bacardi, alcohol y mezcal. A las diez de la manana del dia siguiente, en pleno canto de las chicharras, su esposa lo llevo al bano; ya no podia moverse, estaba medio engarrotado y luego lo dejo sentado en el patio. Y despues lo llevo a que se acostara en el unico cuarto donde tambien dormian sus hijas de 13, 10 y ocho anos. La esposa le daba vueltas de vez en cuando, porque estaba atareada en el quehacer y mas que las chiquillas andaban de vacaciones. Al mediodia se percato de que el marido no respiraba muy bien. Mando traer al medico de la colonia, que llego una hora despues. Lo reviso y le dijo que no habia nada que hacer. Antonio ya habia terminado. Lo ultimo que declaro la mujer, fue que le entregaran el cuerpo de su esposo para que le diera cristiana sepultura. Y viene el informe de la necropsia: "configuracion cerebro anatomica normal, con congestion vascular generalizada del exterior, el corte de ambos, de aspecto normal, sin sintomas de fractura, con pulmones distendidos congestivos con abundante escurrimiento hematico obscuro, estomago con escaso contenido de liquido verdoso, con olor caracteristico a alcohol, mucosa muy despulida hemorragica y con multiples ulceras. Antonio Trujeque Ballesteros fallecio por congestion vascular generalizada, consecutiva a la i ngesta cronica de alcohol, gastritis ulcerativa hemorragica". La pesquisa buscaba indicios de metanol para consignar a presuntos adulteradores. Se requeria el estudio quimico en el cadaver para actuar en contra de los responsables. La Procuraduria Estatal recurre a la Subdireccion de Servicios Periciales para rastrear la sustancia. Los forenses le envian una muestra de humor del muerto. Unos cuantos mililitros de esos jugos del ojo, donde se puede detectar aquello que le es nocivo al organismo, unas cuantas gotas de humor vitreo y piden que se diga si hay residuos de cocaina, barbituricos, anfetaminas y alcohol. El resultado es negativo. ¨A quien se puede acusar de esta muerte?, ¨fallaron los servicios periciales? Sin embargo, Antonio Trujeque aparece como uno de los asesinados por un alcohol que fue adulterado con el toxico letal metanol. Y no hay pruebas. Pero en otros casos si las hay. De los 27 muertos en el expediente mencionado que supuestamente se intoxicaron por metanol, solo hay cuatro en los que se puede probar la existencia de esa sustancia. No obstante, existen ordenes de aprehension en contra de Luis Federico Diaz Rubio, Fernando Diaz Rubio, Fernando y Alejandro Diaz Ocampo y Nicolas Arizmendi Ocampo; todos ellos miembros de una conocida familia de Cuernavaca que desde hace mas de 20 anos, 40 si se llega al estirpe del origen, se dedican a negocios relacionados con la produccion y venta de alcohol. Son los duenos de las destilerias de Temixco, que se hicieron famosas a raiz de las muertes, porque las autoridades en sus investigaciones dijeron que de ahi venia el alcohol adulterado. Uno de ellos, Luis Federico Diaz Rubio, se encuentra ya preso. Hace un par de dias cayo su hermano, quien no tenia orden de aprehension segun consta en el expediente. Se entrego en Monterrey, Nuevo leon, y se espera que llegue en estos dias para ser juzgado en el estado de Morelos, hasta que regrese el juez de sus vacaciones, en tanto sus familiares continuan profugos. Hace un par de semanas se decreto una ley seca en siete municipios, debido a que se encontraron bebidas que provenian del imperio vinatero de la familia Diaz, y pese a que se registraron decesos en otros municipios no contemplados en esa ley, jamas se procedio a investigar esas muertes que continuan como extraoficiales. Oficialmente la Secretaria de Salud y Bienestar Social ha reconocido unicamente 45 muertes y ocho ciegos; la ceguera es la manifestacion benefica de la intoxicacion por metanol. Rumores de muertos sin diagnostico especifico hablan de 66 en municipios cercanos a la zona de conflicto. .