SECCION ESPECTACULOS PAGINA 37 BALAZO: CARIBEĽOS CABEZA: Navidad, la gran parranda tropical CREDITO: ERNESTO MARQUEZ El aguinaldo puertorriqueno, una vez que tomo la calle, se hizo inagotable, se apodero de la comunidad y ella misma se encargo de renovarlo en todos los tiempos que habrian de venir. La vida moderna y los nuevos ritmos musicales han influido en la decima aguinaldera. Mas de una vez, posiblemente, en detrimento de su calidad poetica. Y esto motiva comentarios en el juglar campesino, sabedor de estas cosas, que denotan un riguroso criterio selectivo. "Esos dicen refiriendose a los cantos actuales no son aguinaldos, aguinaldos los que cantaba mi compadre Chuon, que eran de los antiguos". Claro que este criterio de antigedad es relativo, pues si bien de hecho muchos aguinaldos pertenecen a la lirica hispanica, el jibaro actual no tiene tanta conciencia de ello. Para el, "antiguos" son tal vez los de mayor sabor tradicional, los que contienen estrictamente temas navidenos. Es comprensible que hoy en dia el aguinaldo haya sufrido modificaciones, y quiza sea en la tematica donde mas se noten estas variaciones. Ahora se aluden a ciertos personajes, situaciones y vivencias. Pero el aguinaldo, a pesar de los pesares, se sigue cantando de casa en casa y por todo el vecindario caribeno. Algo que alienta su vigencia. Navidad... Navidad.../ A guarachar que vienen/ los parranderos/ Saguen las botellas/ vamo a celebrar... La radio y el volante como apoyo A pesar de que la radio generalmente va a contrapunto de las formas tradicionales, en la isla es un medio mas de difusion de la tradicion aguinaldera. Desde la epoca de los cincuenta, tiempo tambien de afirmacion de la musica campesina, multiples son los programas de musica jibara en los que participan cantadores oficiales y hasta improvisadores como Jesus Sanchez Erazo, Chuito el de Bayamon. Flor Ramos Ramitos, Antonio Caban Vale, Grupo Taone y Moliendo Vidrio, por citar a los mas dest acados. En la epoca navidena la decima-aguinaldo invade notablemente las radioemisoras de los pueblos. Claro que las diferentes versiones hacen que el genero sufra alteraciones lexicas y musicales que no son siempre las de desear. Pero se ha comprobado que el hombre rural no ha perdido los modales basicos tradicionales y el equilibrio entre modernidad y tradicion, que es el riesgo y encanto de toda creacion popular necesario por demas para su vigencia, se ha podido mantener. De tal forma, y como ejemplo de ello t enemos que a los instrumentos basicos del conjunto tipico aguinaldero (guitarra, giro y cuatro) se le ha anadido piano, acordeon, instrumentos de aliento y, en ocasiones, electronicos. Otro medio de divulgacion es la hoja suelta. Costumbre que ha legado la tradicion. Lo mismo en los mercados de los pueblos, como en los de las ciudades, es natural la presencia del volante suelto (como aqui el de las calaveras o de las posadas), anonimo o firmado casi siempre con un seudonimo, pleno de decimas o cuartetas aguinalderas. La confianza en la vitalidad futura del genero, asi como en su divulgacion, radica tambien en el interes de la juventud campesina y estudiantil por este tipo de canto. Lo estudian, lo investigan, lo coleccionan, lo cantan, lo improvisan... Nos ha llegado noticia de que, por ejemplo, en los barrios de Bayamon, ciudad vecina de San Juan, se dan certamenes, tˆte-…-tˆte, en los que compite el joven junto al viejo trovador. Tiempo de Reyes y de mandas Pero la fiesta aguinaldera por excelencia es la de Reyes. "Vamos a reyear" se dice. Durante la Colonia, las fiestas de los Santos Reyes se prolongaban por varios dias. Habia corridas de caballos, bailes, fuegos artificiales y se le repartian limosnas en las puertas de las iglesias a los ancianos. Salir a "reayear" equivale a amanecerse bailando y cantando durante tres dias desde las visperas de Reyes. En poblaciones del interior hay tradiciones muy particulares. Alli el dia de Reyes se acostumbra a sacar una procesion. Un muchacha representando a la Virgen va montada en una burra, con la imagen del nino en los brazos. San Jose, personificado por un nino, lleva la burra. Los tres Reyes van cada uno en su caballo. Detras van todas las demas personas cantando aguinaldos. Mencion aparte merece la costumbre campesina de la "manda de aguinaldos". Son promesas que se hacen a los santos y se pagan con musica los dias de Reyes, carnaval o antes de Semana Santa. Se prepara el altar en el lugar mas amplio de la casa. Cuatro pencas de tamano regular y adornadas se unen formando un arco. Bajo este se coloca una mesa cuadrada o rectangular cubierta con un pano blanco especial para estas ocasiones. Sobre de ella, los Santos Reyes, la Virgen del Carmen, el Sagrado Corazon de Jesus y la Milagrosa u otros santos. La casa se llena de gente a los que la persona de la promesa debe de obsequiar con cafe, arroz con dulce, galletas o algun otro platillo campesino. Los mejores cantaores de aguinaldos del barrio o algun villorrio vecino llegan a tocar la musica. Se cantan aguinaldos del ciclo de la Pasion o de las profecias durante toda la noche. Los trovadores cantan e improvisan tirandose unos a otros como en porfia (Que para poder cantar/ hay que nacer con la vena). Despues del saludo, frecuentemente hacen una composicion de lugar y explican el motivo de su presencia alli: Yo no se cantar/ pero siempre canto/ que yo lo que quiero/ cumplir con los santos./ Y como son tantos/ yo no hallo que hacerme/ deben de ponerme/ algo en la memoria/ y al fin de esta historia/ despierta si duermes. La persona que envia la promesa a veces permanece arrodillada mientras tocan y cantan. En esa parte de la sala se mantiene la devocion el tiempo que dure la musica. A veces al terminar esta los presentes solicitan del dueno de la casa o de la persona que envia la promesa permiso para bailar. Si este acepta, se inicia el baile solo despues de haber quitado el altar y las imagenes. Aguinaldo, lirica y ritmo Es natural que el aguinaldo tenga su musica peculiar, pues el poeta popular ha preferido el metro hexasilabico para este tipo de composicion. Su ritmo musical es el de 2x4. Tres son las combinaciones ritmicas mas frecuentes, pues las demas son mas bien variantes de estas. Todas tienen antecedentes hispanicos, aunque hayan adquirido una fisonomia peculiar puertorriquena. La primera esta formada por dos trecillos y la segunda parece ser un derivado de una combinacion ternaria simple y del compas del 6x8 mu y generalizado en la lirica tradicional espanola. Un trecillo de corchea en el tiempo fuerte, y dos corcheas en el debil, forman la tercera combinacion. El ritmo de trecillos y sincopas parte fundamentalmente del giro, aunque algunos gireros urbanos hacen un ritmo mas parecido a la guaracha, por lo que tal practica ha hecho que los tradicionales trecillos consecutivos del giro vayan desapareciendo en detrimento del aguinaldo. Salsa, aguinaldo e identidad El auge de la salsa, por supuesto, tambien habria de determinar algunas variantes en el espiritu tradicional del aguinaldo. Son conocidos, por ejemplo, los discos navidenos de Chuito de Bayamon y Jhonny el Bravo: Musica jibara para las navidades; el de la Sonora Poncena, Navidad Criolla; el que hiciera especialmente para estas fechas Cheo Feliciano con el apoyo de Tite Curet Alonso, donde canta la tradicion de las Alegres campanas y los recuerdos de la Comadrita (muy concurrente a la hora de preparar el lechon); los imprescindibles Asaltos navidenos I y II de Willie Colon, en los que el trombonista, aprovechando toda la sapiencia de Yomo Toro (aguinaldero autentico) y la voz en plenitud de Hector Lavoe, da un nuevo vigor a la musica decembrina de borinquen cantando temas como Pescao (Si se quema el monte/ dejalo quemar/ Que ya estamos en tragos/ Y no falta na). Dona Santos (Oiga Dona Santos./ Guardeme, un poquito/ del rabo del lechon/ que es mi pedazo/ mas favorito). Pa los pueblos (Quiero saludar a todos/ los pueblos/ en las navidades/ y en el Ano Nuevo) y Arbolito (Arbolito, arbolito/ campanitas te pondre,/ quiero que sea/ bonito/ pues al recien nacido/ voy a ofrecer...) entre otra buena cantidad de situaciones tipicas. Y finalmente uno de los discos clasicos de las navidades puertorriquenas. Aguinaldo, de Ismael Rivera, en el que Melo repite la tradicion ancestral recordando para todas las navidades que han pasado y las que han de venir, la esencia propia y definitiva del caribeno: Yo tengo un sabor a playa en este cuerpo/ y un sabor a coco que me quema/ Una cancion nocturna en mi garganta/ Manchas de platano corren por mis venas/. Yo traigo un rumor de olas en mis orejas/ y ecos de tambores que arrebatan/ Un dolor de tristeza en mi sonrisa/ Tengo la piel morena y me encanta/ (y por eso yo)/ Traigo pues en mi cintura/ Ritmos de amor y en mis manos/ Las maracas alegres/ De un rico Seis Borincano. .