PAG. 29 SECCION: DEPORTES CINTILLO: LX CORRIDA DE LA PLAZA MEXICO CABEZA: ABRONCARON AL JUEZ JESUS CORDOVA POR NO DAR OREJAS CREDITO: DAVID SOTO NIETO Francisco Pizarro vino a confirmar su alternativa de manos del espanol Pedro Gutierrez Moya, Nino de la capea. Su lote fue el menos malo. Ambos bureles que le tocaron dieron juego, pero tambien incierto. Se frenaban a la hora de ir a embestir. En su primero escucho ovacion gracias a sus desplantes con la muleta, en tanto que en el segundo tuvo peticion de oreja, que fue negada y solo salio al tercio. Nino de la capea escucho palmas en su presentacion y en el segundo salio al tercio. Jorge Gutierrez cargo con los peores del lote de Garfias. En el primero fue abucheado, en el segundo solo aplausos, en tanto que en el de regalo navideno la armo en grande en el graderio de la Mexico, que una vez concluida la suerte suprema pidio al juez la oreja, pero al no concederla las protestas contra su persona no se hicieron esperar, incluso hasta intervino la policia para poderlo sacar del inmueble, ya que un sector del publico arrojo varios objetos. La corrida Francisco Pizarro, quien hace un ano tomo la alternativa, vino a confirmarla, llevando como padrino a El Capea. Vestido de verde botella con bordados en oro, Pizarro recibio a Azulejo, un cardeno obscuro de mas de 450 kilos de peso. Un toro dificil, incomodo. Sin embargo, el joven mostro hechuras con el capote y la muleta. El ir y venir del animal, que daba embestidas descompuestas, orillo a Pizarro a ejecutar la suerte suprema con el acero. Clavo tres cuartos de la espada. El respetable le reconocio su esfuerzo y lo ovaciono. Mas tarde vendria el turno del espanol Nino de la capea, enfundado en una casaquilla verde botella con bordados en oro, semejante a la de su ahijado. Enfrento a Vengativo, un burel de 489 kilos de peso, cardeno obscurso cornidelantero, con presencia, pero sin fuerza. El Capea le da la bienvenida a Vengativo con una serie de veronicas, que arrancan el aplauso del respetable. Con la muleta el espanol saca a relucir sus dotes de gran maestro, y mete un par de naturales al de Garfias, que se planta en el ruedo de vez en vez, ante los intentos del matador por hacerlo entrar al juego. Y ante la mirada atonita de los presentes, salta al ruedo un espontaneo sin siquiera un capote en mano, aunque para fortuna incluso de el mismo, las autoridades intervienen rapidamente y lo sacan. Solo fue una pausa en la lidia. Ante lo pasmado de su enemigo, el iberico abrevia y se lanza a matar. Mete poco mas de tres cuartas partes de metal. Solo escucha discretamente palmas. Ahora viene el turno del hidalguense Jorge Gutierrez, vestido de gris pluma con bordados en plata, que le hace el honor a Conquistador, cornidelantero, negro entrepelado, bragado, muy buena presentacion, pero sin fuerza, sin juego. Con el capote lo torea con derechazos, cuando pretende cambiar la suerte Conquistador se pone rejego, muy dificil de manejar. El repestable se mete con el matador, le silba, le exige que se arrime. Gutierrez igualmente abrevia y se lanza con el metal para concluir. El publico quedo defraudado, lo abuchea incensantemente. En el cuarto de la tarde, de nombre Nochebuena, cornidelantero bien presentado, Nino de la capea intenta todo por conseguir la tan ansiada oreja. Recibe a su enemigo con naturales, luego con la muleta repite y cierra con un pase de pecho excepcional. Con el metal no tiene problemas y lo introduce mas de la mitad. El publico le brinda una sonora ovacion. Para el quinto de la tarde, un astado colorado, cornicorto, ojinegro, Jorge Gutierrez sale mas decidido, aunque su enemigo fue el peor de los de Garfias. El publico se da cuenta de lo pesimo del animal y protesta. El hidalguense sin embargo no se inmuta. Remata con el capote una revolera, despues una caleserina y retoma la revolera para concluir el primer tercio. Ya con la muleta intenta unos derechazos, pero el animal, sin fuerza y sin trapio, se queda corto. Vuelve nuevamente a los muletazos, pero sus esfuerzos son vanos. Prefiere cortar por lo sano y clava medio metal. La gente le reconoce su esfuerzo y sale al tercio. En el ultimo de la corrida, Pandillero, de 480 kilos de peso, un negro entrepelado, bien bragado, Pizarro lo recibe con un farol de rodillas. La gente le reconoce su valor. Y cuando intentaba una chicuelina antigua con el capote, Pandillero le propina un machucon que no pasa a mayores. Con la muleta se muestra su valia, se arrima al animal y conecta unos derechazos bien templados. En los medios mete una tanta de pases con mucho valor que arrancan aplausos del respetable. Con el acero falla, solo mete medio metal, sin embargo, el publico lo ovaciona y pide al juez de plaza la oreja, que es negada. Antes de concluir el turno de Pizarro, Jorge Gutierrez anuncia que regalara un toro. El juez lo concede. Se presenta en el ruedo Media Noche, de 533 kilos de peso, paliabierto, negro entrepelado de la ganaderia de Manolo Martinez. Un astado con clase pero sin fuerza. Jorge Gutierrez lo recibe con chicuelinas, luego una fregolina y remata con revolera. El hidalguense muestra mucha voluntad, coraje, pero su enemigo se niega al juego. Gutierrez va por el y lo maneja con derechazos lentos, cadenciosos y cierra con un trasteo que enloquece al publico que poco poco se iba, pero al ver eso regresa a sus asientos. Con el acero nuevamente falla, mete tres cuartos, pero el publico lo ovaciona y pide a gritos la oreja. El juez de plaza, Jesus Cordova, se niega. El respetable lo presiona con panuelos blancos en mano, Cordova se niega. Comienza la rechifla y la lluvia de algunas objetos hacia su palco. Interviene la policia y por su seguridad lo saca de la plaza Mexico. .