SECCION ESPECTACULOS PAGINA 37 BALAZO: PANNONICA CABEZA: El genio explorador de Anthony Braxton El saxofon alto se desliza con parsimonia como una gaviota que cruza el cielo en un vuelo pausado. Las llaves del instrumento se mueven como alas que apenas rozan el aire y se dejan llevar por la corriente. En cuestion de minutos el vuelo se torna dificultoso como si ahora el ave-saxofon luchara contra el viento. La respiracion es agitada y el aleteo vigoroso. Muchas tempestades ha debido atravesar el genio de Anthony Braxton desde 1966 cuando a los veintiun anos decidio unirse a la Association for the Advancement of the Creative Musicians de Chicago, cuna de artistas extraordinarios como Roscoe Mitchell, Lester Bowie, Muhal Richard Abrams y David Murray, musicos que se han atrevido a desafiar la tradicion para darle sentido a la gran musica negra (como la definieran los miembros del Art Ensamble of Chicago). La grabacion de For Alto (Delmark) en 1968, un album doble de improvisaciones para saxofon solo con piezas dedicadas a gente como Cecil Taylor, John Cage, Jack Gell y Leroy Jenkins, le trajo el reconocimiento de algunos y la incomprension de muchos. Sin importarle las criticas, de manera cotidiana Braxton ha seguido realizando grabaciones en las que, solitario, se atreve a romper el silencio con un sax que puede ser romantico, furioso, languido, vociferante, siempre en el filo de la navaja. 19 (Solo) Compositions, 1988 (New Albion), disco grabado en vivo en Cambridge y San Francisco, como practicamente toda la discografia de Braxton tal vez con excepcion de In the Tradition (Steeplechase) molestara a los tradicionalistas que incluso diran: no es jazz. Sin embargo, quienes saben que esta musica crece en la medida en que los experimentadores se atreven a buscar otros caminos le daran la bienvenida. Los puristas pueden quedarse con las copias frias que de los pilares del jazz hacen algunos jovenes leones. Genios como el de Anthony Braxton, en movimiento constante, se rejuvenecen en cada exploracion, aun en materiales ajenos y standard como "You Go to My Head" y "Round Midnight". Pero es en sus obras que rehuyen clasificaciones donde el genio de Braxton nos devuelve a la esencia del jazz, al desafio de crear algo nuevo cada dia (X.Q.) .