9 SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: RAZONES CABEZA: De Chiapas a la macroeconomia CREDITO: Jorge Fernandez Menendez* El ano esta terminando como comenzo: con la crisis de Chiapas. Pero con dos enormes diferencias; si el levantamiento del 1 de enero fue sorpresivo y puso al gobierno a la defensiva, ante ese levantamiento anunciado del que casi nadie hizo caso arropados en la euforia de la entrada en vigor del TLC, ahora la situacion en Chiapas es cualitativamente diferente y pareciera que el gobierno de Ernesto Zedillo ha logrado retomar la iniciativa politica en la region al comenzar a poner en claro la situacion que priva en el estado y exhibir las consecuencias de la intransigencia. Paradojicamente, la otra gran diferencia es que mientras a fines de 1993 se vivia la euforia de la ratificacion del TLC y pensabamos que estabamos en condiciones de avanzar definitivamente en la recoleccion de los frutos de un largo proceso de diez anos de ajuste y restructuracion economica, ahora vivimos la culminacion de 1993 con un sorpresivo reajuste que ha tocado varios de los que parecian principios inamovibles de la politica economica. ¨Hasta donde, es valido preguntarse, ha sido socavada la credibilidad social con lo sucedido con la economia? y ¨hasta donde la actual inestabilidad proviene de los sucesos chiapanecos? Creo que para tratar de acercarnos a una respuesta, ambos temas: la economia y la situacion en Chiapas deben analizarse por separado. En primer lugar, la economia. El ajuste realizado durante los ultimos diez anos ha tenido, ni duda cabe, un alto costo social. Ignorarlo seria absurdo, pero tampoco se deberian subestimar los logros alcanzados en innumerables aspectos macroeconomicos. No es falso lo que ha dicho Jose Angel Gurria en el sentido de que ahora la economia mexicana tiene mas instrumentos disponibles para afrontar este tipo de presiones y que, como sucede en otras economias abiertas, un deslizamiento del peso de estas caracteristicas no tendria por que poner en peligro el conjunto de la estrategia economica. Ahora bien, no podemos olvidar que hubo, desde 1992, varias advertencias serias sobre la necesidad de flexibilizar (el mismo termino que utilizo ayer el presidente Zedillo para calificar el conjunto de medidas que se aplicaron el martes en la madrugada) ciertos aspectos de politica economica. En los hechos, una de las principales advertencias provino de Rudiger Dornsbusch, el muy conocido economista estadounidense, profesor del MIT (y de quien Pedro Aspe fue discipulo), quien desde entonces sostenia la necesidad de flexibilizar un poco la banda de flotacion del peso para evitar presiones sobre este e incrementar la capacidad exportadora de la industria y, asi, aumentar tambien la capacidad de compra interna. Esa medida, decia Dornsbusch debia acompanarse de un incremento salarial y una flexibilizacion, tambien de las tasas de interes. En otras palabras: sacrificar en alguna medida el muy estricto control inflacionario (en una medida pequena: segun el investigador del MIT solo seria necesario mantener una inflacion anual de un 8 a 10 por ciento aproximadamente) para darle mas vitalidad a la economia. Evidentemente, en esa ocasion el discipulo y el maestro no se pusieron de acuerdo y la lucha antiinflacionaria se sostuvo como un paradigma inamovible de la estrategia economica. Junto a el, se mantuvo la exigencia de mantener un deslizamiento muy controlado del peso respecto al dolar que llevo, durante todo 1993, a diversos sectores a denunciar la sobrevaluacion del peso en relacion con el dolar. Quizas economicamente la decision de realizar una pequena devaluacion hubiera sido correcta a principios de 1993. Si no se adopto, tampoco lo olvidemos, fue por dos causas; primero, la explosion de la crisis chiapaneca; segundo, la inestabilidad politica que llego a su punto culminante con el asesinato de Luis Donaldo Colosio. En esa situacion caracterizada por fuertes ataques especulativos contra la bolsa y el peso, devaluar podria haber propiciado un cuadro similar al de los fines de sexenio de 1976, 1982 y 1988. Y ello si hubiera roto cualquier posibilidad de credibilidad en un momento en el cual, esta trataba de ser mantenida a cualquier costo. Pasada la eleccion parecio abrirse un espacio para operar ciertos cambios en la economia y la politica. Pero nuevamente los movimientos desestabilizadores que han trabajado sin interrupcion durante todo el ano, rompieron esas posibilidades con el asesinato de Ruiz Massieu y con la subita radicalizacion de los zapatistas. En su momento, mucho inistimos en que el asesinato de Ruiz Massieu, ademas de las otras consecuencias que tuvo, corto muchos de los hilos de la transicion entre las dos administraciones. Y algunas decisiones que quiza se pudieron haber adoptado se postergaron. Y quizas en el terreno economico esa transicion ha tenido mas diferencias que las que conocemos publicamente: lo cierto es que, por alguna causa, Pedro Aspe no esta en el gabinete de Ernesto Zedillo. No es tampoco una novedad recordar que el propio Ernesto Zedillo y Jaime Serra Puche por supuesto que mantenian una filosofia comun con Aspe en el manejo de la estrategia economica, pero que existian elementos diferentes sobre el manejo de los instrumentos. Por ejemplo, muchos hombres muy cercanos al centro del poder de este y el anterior sexenio, han criticado algunas decisiones adoptadas en su momento, como la insistencia en mantener el superavit de las finanzas publicas: en la ultima semana de su truncada campana, Colosio fue muy insistente en el tema y en por lo menos en tres discursos senalo que ese superavit era inconveniente, y recordemos que el principal asesor en estos temas de Colosio era Ernesto Zedillo. Los ajustes introducidos en las ultimas horas parecen buscar, como dijo Zedillo, la flexibilidad de ciertos instrumentos sin caer en la indisciplina financiera y comercial. Lo cierto es que se decidio pagar un costo de credibilidad ahora, cuando existe constancia de que las bases macroeconomicas son sanas, que el dia de manana cuando los costos en terminos economicos, pudieran ser mayores. ¨Que relacion tiene esto con Chiapas? Por una parte, las que se han hecho explicitas. Pero lo sucedido en la economia tambien podria ser una suerte de aviso a los actores involucrados en la crisis chiapaneca, que son muchos mas que los que dan la cara publicamente. En otras palabras: si hay que tomar medidas en Chiapas (como las que hubo que tomar en la economia) se tomaran ahora, cuando los costos de esas decisiones pueden asumirse desde el inicio de un sexenio. Ojala y el matiz del discurso de ante ayer de Zedillo, aquel en el que hablo de dialogo y ley, haya sido captado en sus implicaciones reales. *Director Adjunto de El Nacional .